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La paradoja catalana: la consejera recomienda... y su equipo hace lo contrario
En septiembre, el SEM y su comité de empresa alcanzaron un acuerdo para mantener el teletrabajo en el 50% de la plantilla, pero era con base en los datos de contagios del verano
En casa del herrero, cuchillo de palo. El Sistema de Emergencias Médicas de Cataluña (SEM) comunicó verbalmente al comité de empresa de este organismo público que su personal de administración no podía acogerse el 100% al teletrabajo, tal y como había hecho durante la primera etapa de la pandemia. Así, mientras que la consejera Alba Vergés (ERC) exigía directamente al organismo público que adoptase el teletrabajo, la cúpula del SEM se desmarcaba de esa orden y se negaba a hacerlo. Paralelamente, el comité de empresa denuncia la masificación en algunos departamentos, lo que hace imposible al personal mantener la distancia de seguridad.
A comienzos del mes de septiembre, el SEM y su comité de empresa alcanzaron un acuerdo para mantener el teletrabajo en el 50% de la plantilla de administración, pero era con base en los datos de contagios del verano, que estaban bajo mínimos. Tras el aumento sensible de infecciones (que obligó a decretar medidas drásticas, como el cierre de los sectores de la hostelería y la cultura, por ejemplo), el personal del SEM pidió volver al teletrabajo, un sistema que había dado buenos resultados en la primera ola de la crisis sanitaria.
Hace un mes, tanto la consejera de Salud, la republicana Alba Vergés, como el secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, solicitaban “facilitar e impulsar el teletrabajo durante un periodo de 15 días, como mínimo, con el objetivo de frenar el avance de la pandemia”. Así, pidieron el 12 de octubre al SEM “que diese inmediatamente cumplimiento a los requerimientos formulados por el Govern” y aprobase “de manera urgente las medidas necesarias para que los trabajadores del SEM que habían prestado sus servicios mediante el trabajo a distancia pudiesen realizar de nuevo toda su jornada laboral en la modalidad de teletrabajo, con el fin de reducir al máximo el riesgo de rebrote actual”.
El 15 de octubre, una resolución de Vergés publicada en el Diario Oficial de la Generalitat (DOGC) señalaba literalmente: “En el apartado 3, se refuerzan las medidas de prevención e higiene (…) priorizando el trabajo a distancia, el teletrabajo, las reuniones telemáticas o bien otras medidas cuando la movilidad es imprescindible”. La resolución contenía las instrucciones para hacer frente a la pandemia y minimizar los riesgos de contagio.
Aviso del CatSalut
También la instrucción 7/2020 del CatSalut (el sistema de salud de Cataluña) recoge en su primer punto de las medidas organizativas que “ante las recomendaciones de la autoridad laboral y sanitaria que aconsejan el uso del teletrabajo y la flexibilización de horarios, se adopten las medidas descritas a continuación necesarias para que los procesos administrativos y de gestión que se desarrollen en el centro y que no se puedan demorar, se puedan realizar desde los domicilios de los trabajadores”. Además, deja patente esta instrucción que los empleados pueden acogerse voluntariamente a la modalidad del trabajo a distancia.
El Consejo de Relaciones Laborales de Cataluña (organismo en el que están representados la Generalitat y los agentes sociales) aprobaba también el pasado 26 de octubre un documento con las medidas más urgentes. Entre ellas, reclamaba “priorizar, siempre que sea posible, medidas de flexibilidad interna y el teletrabajo para prevenir contagios y paliar los efectos socioeconómicos derivados de la crisis”. El consejo recuerda que en la anterior etapa, durante los meses de marzo y abril, “la restricción de la movilidad y el confinamiento domiciliario demostraron su capacidad de reducir la probabilidad de exposición y contagio por covid-19, y opciones como el trabajo a distancia y teletrabajo o diferentes alternativas de flexibilidad interna empresarial, al mismo tiempo, minimizaron el impacto negativo sobre el tejido empresarial y el empleo”.
El consejo solicita la obligación de las empresas de limitar la movilidad de los trabajadores “adoptando sistemas de trabajo a distancia y teletrabajo” y el fomento de las reuniones telemáticas, “de acuerdo con las medidas decretadas por la autoridad sanitaria”.
Fuentes del comité de empresa del SEM señalaron a El Confidencial que “la consejera nos llegó a decir que todo el que quisiera acogerse al teletrabajo lo podía hacer, pero la dirección del SEM decidió que no por su cuenta y riesgo”. De hecho, durante la primera etapa, todo el personal administrativo del SEM fue enviado a casa, con teletrabajo; en la etapa inicial de la desescalada, el 80% siguió con el teletrabajo y el 20% fue presencial. Finalmente, se acabó distribuyendo al 50% el trabajo a distancia y el presencial.
Con la segunda ola, los trabajadores pidieron volver a la situación de los meses de marzo y abril para minimizar el riesgo de contagio, pero la dirección del SEM se opuso “pese a las recomendaciones de la consejera”. Según la cúpula del SEM, “es necesario el 50% del trabajo presencial, aunque en algunas unidades se puede sobrepasar un poco ese límite”.
Masificación en algunos espacios
Un escrito del comité del pasado 29 de octubre denunciaba la situación ante el aumento de la gravedad de la situación. “El personal de administración del SEM, que durante los pasados meses más álgidos de la pandemia prestó sus servicios mediante la modalidad de teletrabajo 100%, en la actualidad comparte físicamente espacios comunes y de descanso con los profesionales asistenciales, siendo difícil garantizar, a menudo, la distancia de seguridad y, en consecuencia, aumenta la posibilidad de riesgo de contagio del personal sanitario”. Y concluía que “aunque resulten indiscutibles las razones expuestas, la dirección del SEM continúa, hoy por hoy, sin declarar el teletrabajo 100%, poniendo en riesgo la salud de sus profesionales”.
También el sindicato UGT reclamaba que se hiciese caso del documento del Consejo de Relaciones Laborales. Su portavoz en el SEM, Ester Padrosa, solicitó oficialmente “volver al 100% de teletrabajo para la Administración durante la segunda ola del covid”. Esta organización pide conocer los motivos de la decisión de la cúpula del SEM, ya que oficialmente no se ha puesto sobre la mesa ninguna explicación sobre la negativa al teletrabajo.
Al día siguiente, el PSC presentaba, a través de su diputada Assumpta Escarp, dos preguntas a responder por escrito, dirigidas al Govern: quería saber si el SEM prioriza el trabajo a distancia en sus centros laborales y, si no es así, cuáles son las causas, y qué medidas organizativas estableció este organismo "para limitar al máximo la movilidad de su personal y garantizar que se cumplan las recomendaciones" de la resolución de Salud anteriormente citada.
En casa del herrero, cuchillo de palo. El Sistema de Emergencias Médicas de Cataluña (SEM) comunicó verbalmente al comité de empresa de este organismo público que su personal de administración no podía acogerse el 100% al teletrabajo, tal y como había hecho durante la primera etapa de la pandemia. Así, mientras que la consejera Alba Vergés (ERC) exigía directamente al organismo público que adoptase el teletrabajo, la cúpula del SEM se desmarcaba de esa orden y se negaba a hacerlo. Paralelamente, el comité de empresa denuncia la masificación en algunos departamentos, lo que hace imposible al personal mantener la distancia de seguridad.
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