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Cuidado con los mensajes... Ataque de nervios en el PSOE andaluz
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Cuidado con los mensajes... Ataque de nervios en el PSOE andaluz

La despedida de Madrid por vacaciones del diputado Felipe Sicilia provocó una cadena de reacciones sobre un futuro inminente en Andalucía para trabajar por el cambio en el partido

Foto: El diputado del PSOE Felipe Sicilia. (EFE)
El diputado del PSOE Felipe Sicilia. (EFE)

El PSOE andaluz empieza a entrar en un estado de nervios importante. Cualquier gesto, paso o mensaje se lee por delante y por detrás, a la búsqueda de lo que se comunica entre líneas. Se intuyen las estrategias, se vigilan de cerca y entre sí los peones de cada bando de las primarias andaluzas que quedan por delante, pero aún no se trabaja a las claras. Así que todo lo que venga del sector crítico a Susana Díaz desata multitud de mensajes cruzados e interpretaciones. Pasó el viernes. El diputado por Jaén Felipe Sicilia, que lleva meses agitando el discurso de que es necesaria la renovación en el PSOE de Andalucía y un debate en profundidad más allá de un mero recambio, dejó un mensaje en su cuenta de Twitter.

Con una foto del mítico cartel de Tio Pepe en la Puerta del Sol de Madrid tras la estatua ecuestre de Carlos III, Sicilia escribía un: “Hasta pronto”, seguido de puntos suspensivos. La imagen de la marca de Jerez y el sombrero de ala ancha dio a muchos a entender que se despedía de Madrid para volver a Andalucía. No sé si se imaginará el diputado en el Congreso la de interpretaciones que hubo de ese mensaje. Posiblemente, no. Él mismo lo aclaró, con cierto asombro, a quien quiso preguntarle. Solo escribía ese saludo porque se para la actividad en el Congreso y volverá dentro de 10 días a la capital. No regresa a Andalucía, donde muchos ya lo situaban para pelear desde el terreno en la candidatura de Juan Espadas, alcalde de Sevilla y abanderado por Ferraz para disputar la secretaría general. Queda claro que en ocasiones las cosas no tienen doble sentido, pero es tal el momento de ebullición interna que cualquier mensaje se convierte en ruido y se amplifica hasta límites insospechados.

Hubo quien vio claro que Sicilia iba a ocupar el sillón de la actual delegada del Gobierno, Sandra García, que vuelve a estar en el punto de mira y a quienes muchos vaticinan un final próximo en ese cargo. Su nombramiento fue fruto de un pacto entre Pedro Sánchez y Susana Díaz. Desde Madrid hacen llegar que hay preocupación porque nadie está defendiendo la gestión del Gobierno. Desde la Plaza de España, donde se ubica la sede de la Delegación, insisten en que reciben órdenes expresas sobre lo que deben comunicar y que todo está perfectamente coordinado con Moncloa.

Cuando el Gobierno andaluz parece instalado en la confrontación con el Ejecutivo de la nación, con quejas diarias por el agravio en el reparto de fondos covid o por las vacunas, echan de menos una voz más potente, más política, más defensora de Sánchez. Ahí muchos encajaron a Sicilia. Todo, de nuevo, política ficción. Nervios. Ansias de cambios. Prisas por anticipar los cambios que en el PSOE andaluz vendrán con el otoño, tras el congreso federal de octubre. Eso sí, aquí todo el mundo está esperando la señal y cuando se saque el pañuelo que indique que empieza la carrera, todo se disparará.

El PSOE andaluz empieza a entrar en un estado de nervios importante. Cualquier gesto, paso o mensaje se lee por delante y por detrás, a la búsqueda de lo que se comunica entre líneas. Se intuyen las estrategias, se vigilan de cerca y entre sí los peones de cada bando de las primarias andaluzas que quedan por delante, pero aún no se trabaja a las claras. Así que todo lo que venga del sector crítico a Susana Díaz desata multitud de mensajes cruzados e interpretaciones. Pasó el viernes. El diputado por Jaén Felipe Sicilia, que lleva meses agitando el discurso de que es necesaria la renovación en el PSOE de Andalucía y un debate en profundidad más allá de un mero recambio, dejó un mensaje en su cuenta de Twitter.

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