Los caprichos de Marc Murtra como nuevo presidente de Indra

Entrar en el selecto club de presidentes del Ibex es un punto de inflexión para cualquiera. Y así lo está descubriendo Marc Murtra, que a comienzos de año poco imaginaba que a estas alturas ocuparía la presidencia de Indra, aunque fuera con ruido y luciendo menos galones que su antecesor.

El caso es que el ejecutivo catalán, entroncado con el PSC, pero también amigo de convergentes como David Madí, ha decidido dividir en dos su semana como presidente. De momento, de lunes a miércoles lo será desde Madrid, dejando para su Barcelona natal (y su familia) el resto de la semana.

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Mientras resuelve el dilema de hotel o apartamento para vivir media semana en la capital, Murtra ya ha aterrizado en la planta noble de Indra. Y su primera exigencia ha sido contar con despacho propio, algo que hasta ahora no había (espacio abierto), al margen de la sala del consejo de administración.

Murtra no sabe cuánto durará su mandato, pero no quiere estar en modo pasivo. De momento, para tomar el pulso, antes de ganarse la confianza de los pesos pesados ejecutivos de la casa, como Mataix, Ruiz o Lázaro, quiere contratar opiniones de terceros y hacerse su composición de lugar. El cambio está en marcha.