"Casi acertaste": Garzón pone la lupa sobre las falsas esperanzas en el juego

No hay lugar para el optimismo tóxico. El Ministerio de Consumo está trabajando en las nuevas medidas para que los participantes de los juegos de azar no pierdan el control del tiempo y el dinero que gastan en estas actividades. Entre las propuestas del último borrador del nuevo real decreto de la Dirección General del Juego, encuadrado en el ministerio de Alberto Garzón, está la de delimitar cómo se presentan los resultados en los juegos. En este marco, no vale dorarle la píldora al jugador.

Asimismo, el decreto establece que no "podrán presentarse resultados que, aun constituyendo pérdidas para el jugador, vengan acompañados de mensajes del tipo 'casi acertaste', 'estuviste cerca', o similar".

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El borrador explica así que, "al fin de evitar que el entorno de juego pueda generar percepciones erróneas en las personas usuarias, quedan prohibidos todos aquellos mecanismos sonoros, visuales o de cualquier otro tipo susceptibles de enmascarar el verdadero resultado obtenido".

Es decir, lo que el organismo pretende evitar es que este tipo de mensajes apunten a la esperanza de una victoria después de perder. "La presentación de los resultados en cualquier juego deberá realizarse de un modo claro y veraz, de tal forma que, en ningún caso, la eventual pérdida producida en la partida o en la sesión de juego pueda percibirse como una ganancia", zanja en el borrador.

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Se trata de una de las varias medidas que vienen ahora incluidas en el borrador, que este mes ha terminado de recibir las alegaciones en el trámite de audiencia pública. La medida más sonada ha sido la de que los juegos 'online' incluidos dentro de la licencia "otros juegos" (bingo, ruleta, 'black jack'...) tengan que fijar antes de jugar la cantidad máxima que están decididos a gastar. En todo caso, el jugador no se podrá gastar más allá de los límites establecidos en la ley, es decir, 600 euros diarios o 1.500 a la semana, haciendo también un control de aquellos jugadores "intensivos" o jóvenes.

Garzón no quiere que los jugadores pierdan la noción de la realidad. Según recoge el borrador, el gasto medio anual por jugador era en 2016 de 312 euros y en 2020 de 533 euros, una horquilla que en cuatro años ha ido aumentando progresivamente.