La exhibición de voz y voto de Unai Sordo en la fiesta de CCOO

Ha sido un feliz fin de semana para Comisiones Obreras. El principal sindicato del país ha demostrado el vigor de su fuerza —casi el millón de afiliados— en el congreso que ha reelegido a Unai Sordo como su secretario general. La fiesta del sindicalismo en Madrid fue el escenario perfecto para que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lanzara de manera oficiosa su candidatura a las próximas elecciones generales enarbolando la promesa de la gran reforma pendiente, la del mercado laboral. Jugaba en casa.

El líder de CCOO, designado para un segundo mandato por el 94% de sus afiliados, entró de lleno en la crisis interna del Gobierno desatada por la inhabilitación del diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez y el anuncio precipitado de querella —que al final no será tal— contra la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para advertir a la izquierda política del país de que la operación le podía salir rana. "Cuidado con jugar con fuego. Cuidado con precipitar finales acelerados de legislaturas. Cuidado con la experiencia de la repetición electoral y lo que pasó con la irrupción de la extrema derecha por hacer el tonto", declaró ante el plenario. Lo hizo mientras otros desde las redes sociales, como Pablo Iglesias, azuzaban el fuego que a punto ha estado de abrasar el Gobierno de coalición.

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"Pedimos tranquilidad y prudencia a los partidos que dan cobertura al Gobierno. Hay más días que longanizas. Pero, eso sí, acción y medidas concretas. Hay que pasar de los relatos a las cosas del comer", insistió Sordo posicionándose del lado de Yolanda Díaz, quien ha dejado claro que su prioridad es avanzar en los derechos sociales, la política de hechos, frente a las guerras ideológicas y las cuitas partidistas. La vicepresidenta no se ha pronunciado aún sobre el contencioso Rodríguez, que abandonó la política tras comprobar que ni siquiera en el grupo confederal de Unidas Podemos obtuvo un respaldo unánime en su desafío a Batet. Finalmente, el exdiputado canario no se querellará contra la presidenta de la Cámara, aunque recurrirá su condena.

Pero como en la vida "hay ratos para todo", se excusó al cierre el renovado líder de CCOO, Sordo subió al escenario con la banda de Joaquín Sabina —Pancho Varona, Mara Barros y Antonio García de Diego— y se arrancó con la rumba '19 días y 500 noches'. Luego subió el vídeo a las redes sociales para demostrar que la izquierda, perdida últimamente en guerras esencialistas, también sabe divertirse. "No apto para quien nos quiere con el cilicio, la mortificación permanente y la cruz sobre los hombros...".