Aragonès, Escocia y el desmarque de la unilateralidad

El presidente catalán, Pere Aragonès, dio ayer otro paso para renunciar a la unilateralidad. Mientras Oriol Junqueras y Marta Rovira estaban el sábado abogando por llevar a cabo un nuevo referéndum —sin fecha determinada—, él se fue al día siguiente a Glasgow y aprovechó la cumbre del clima allá para verse con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon. Tras la reunión, Aragonès declaró: “Escocia es un muy buen ejemplo de proyecto independentista”. Después del Brexit, Sturgeon y el partido nacionalista escocés, el SNP, han planteado una nueva consulta para que Escocia pueda volver a incorporarse a la UE.

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Marcos Lamelas. Barcelona

En la práctica, el halago de Aragonès supone renunciar a la unilateralidad, de la que ERC lleva años desmarcándose, aunque sin hacerlo de manera muy evidente por la competencia electoral con JxCAT. Escocia nunca apoyó la vía unilateral de Cataluña y de hecho marcó distancias con lo que ya se denomina 'vía catalana'.

Tanto el SNP como los verdes escoceses han dejado muy claro en sus programas que un posible nuevo referéndum no sería una prioridad hasta que no se hubiera superado la pandemia. De manera que es muy poco probable que subviertan el orden legal del Reino Unido para llevar a cabo un referéndum unilateral de independencia y se respetará por ambas partes lo que digan los tribunales británicos. Todo lo contrario del 'ho tornarem a fer' de Jordi Cuixart.

También es verdad que hasta Cuixart dice que ahora no es el momento de una nueva consulta y otro pulso al Estado español. En cierta medida, todos los líderes del 'procés' están reculando de una manera u otra. Malo sería que no pudiera hacerlo el presidente de la Generalitat. Pero para no hacerlo evidente, necesitaba una excusa. Y Escocia es la excusa perfecta.