El fenómeno Ayuso llega al Congreso

Isabel Díaz Ayuso no jugaba en casa este lunes durante los actos de celebración del 43 aniversario de la Constitución en el Congreso, pero fue llegar y arrasar. El interés que despertó se pudo medir tanto en el grueso de periodistas que se arremolinó a su alrededor en cuanto hizo acto de presencia como en los políticos que acudieron a su encuentro.

La primera, la portavoz adjunta y secretaria general del grupo parlamentario Vox, Macarena Olona, que se cruzó medio patio para regalarle un afectuoso abrazo e intercambiar unas palabras. También la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, acompañada por el portavoz de su grupo parlamentario, Edmundo Bal, hizo lo propio. Unos por convicción, otros quizá por compromiso. Ayuso no saluda, espera a que los demás hagan cola para saludarla. El turno de sus compañeros de partido llegaría después.

La presidenta de la Comunidad de Madrid llegó sola. Acompañada únicamente de su equipo y su chaquetón rojo, al que pronto se dirigió la prensa desatendiendo el micro por el que iban desfilando los políticos para hacer sus intervenciones. El fenómeno Ayuso se dejó sentir en el Congreso. Como uno de los centros de atención que fue, ni siquiera necesitó hacer ruido ni atraer el foco a base de polémicas artificiales.

De la confrontación a la propuesta y de esta a la alternativa: "Seguiré trabajando por la paz y al servicio de España". Su Gobierno, repitió en una breve comparecencia ante los medios de comunicación, se pondrá "al servicio de España, uniendo a los españoles de izquierda y derecha, rememorando la figura del Rey, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y del resto de instituciones y símbolos del Estado". Al líder del PP, Pablo Casado, le reservó un aparte y ambos mantuvieron una conversación que ninguno de los dos quiso comentar 'a posteriori'. Ambos mantienen un pulso por el control de la organización en la Comunidad de Madrid, aunque pareciera que Ayuso apunta más allá.