Cuando las puertas del cielo se le cerraron a Pablo Iglesias

Yolanda Díaz va a conseguir lo que nunca pudo lograr su predecesor: ser recibida por el papa Francisco en el Vaticano. La vicepresidenta segunda consiguió hace varias semanas cerrar con la Santa Sede una audiencia que ya ha sido calificada por la responsable de Comunicación del PP de Madrid como "cumbre comunista" y que ha provocado críticas en redes sociales hacia Jorge Bergoglio. En el entorno de Díaz, por su parte, están encantados con una imagen histórica que no se dio con su predecesor.

Y es que Pablo Iglesias no pudo ser fotografiado junto al Pontífice en el Vaticano. Pese a que lo intentó. Los equipos de la entonces Vicepresidencia Segunda llegaron a hablar con la Secretaría de Estado vaticana sobre la posibilidad de celebrar un breve encuentro entre ambos, similar al que va a tener lugar mañana con Yolanda Díaz. Iglesias se ha confesado admirador del argentino y ha definido su pontificado como "enormemente interesante y extraordinario".

Yolanda Díaz agendó su audiencia con el papa Francisco a espaldas de Moncloa

Pilar Gómez Iván Gil

Iglesias, con coleta, quiso tocar el 'cielo' del Vaticano, como lo va a hacer Yolanda Díaz en apenas 24 horas. Pero no pudo ser. Todo se frustró a última hora por una razón de peso: la irrupción del covid. El confinamiento impidió una foto histórica. Pero las conversaciones estaban avanzadas. Por eso no ha sido especialmente complicado que la Santa Sede cerrara con la nueva Vicepresidencia Segunda esta recepción.

Otro destino que se le resistió a Iglesias fue Bruselas. El exvicepresidente no pudo viajar al epicentro comunitario como miembro del Gobierno por las mismas razones sanitarias: primero por el confinamiento y más tarde por un positivo en el equipo del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli. Sí intervino ante la ONU, pero a través de videoconferencia. Yolanda Díaz ya se mueve con soltura por la capital comunitaria y aún tiene pendiente las Naciones Unidas. También tiene el reto de ser entrevistada en el 'Financial Times', algo que su predecesor sí consiguió.