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Un día en la vida del PP: botes de humo, horizonte penal y espectáculo continuo
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Fernando Garea

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Fernando Garea

Un día en la vida del PP: botes de humo, horizonte penal y espectáculo continuo

La declaración de Granados se une a otros hechos vinculados a escándalos de corrupción que hacen dificil a Rajoy poder recuperar la iniciativa política

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entre Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, en 2015. (Reuters)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, entre Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, en 2015. (Reuters)

En un día en la vida del PP, un ex secretario general de Madrid y exconsejero (Francisco Granados) implica ante el juez en la financiación ilegal del partido a la actual presidenta de la comunidad (Cristina Cifuentes), a su antecesor que también estuvo en la cárcel (Ignacio González) y a la anterior que dimitió de todos sus cargos por la corrupción (Esperanza Aguirre). Otro día de chapoteo en el fango.

En este día se recuperan expresiones como “tirar de la manta”, “poner el ventilador” o “guerra entre clanes”, mientras se buscan en el argumentario expresiones defensivas como “denunciar sin pruebas” y “estrategia de defensa”, donde antes se encontraron otras como “esto son casos del pasado”, “la imputación no supone nada y es una ocasión de defenderse ante el juez” y “esto no es una trama del PP, sino contra el PP”, entre otras.

Granados implica a Aguirre, González y Cifuentes en la financiación ilegal del partido

Puede que penalmente quede en nada porque, efectivamente, no aportó pruebas. Y quizá no sería nada políticamente si no fuera por la acumulación y porque da continuidad y es coherente con otros días en los que, en ese mismo tribunal, otro exdirigente (Ricardo Costa) implicó a otro expresidente de otra comunidad (Francisco Camps); si no fuera porque se espera una sentencia sobre otro juicio que ha sacado a la luz todas esas prácticas y batallas internas y en el que declaró como testigo el presidente del Gobierno, y porque en breve empezará otra vista oral sobre unos papeles en los que aparece el líder del partido (Mariano Rajoy) como receptor de dinero en sobres.

Y luego empezarán otros procesos y seguirán 'tirando de la manta' otros imputados y habrá más juicios, más declaraciones y más sentencias, en un horizonte penal que se prolongará durante años. Ocurre todo eso cuando se espera (y teme) también que Ignacio González, en algún momento, decida acudir a declarar para implicar a otros, como fichas de dominó, en un eterno bucle. También a la espera de que una comisión de investigación del Congreso apruebe unas conclusiones que darán por sentado que hubo financiación ilegal del PP. El espectáculo está garantizado para mucho tiempo, habrá muchos días como este.

Foto: El exconsejero madrileño, exdirigente del PP y presunto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, a su salida de la sede de la Audiencia Nacional. (EFE)

En ese mismo día, a pocos metros de donde se lanzan basura entre compañeros del partido, la cúpula del PP se reúne con sus barones regionales para preguntarse cómo es posible que su electorado, según las encuestas, esté harto y dispuesto a abandonarles en favor de otra opción política (Ciudadanos), del mismo espectro ideológico, pero limpia y ajena a esos procedimientos penales. Como no se asoman a la ventana no ven que gran parte de la respuesta la tienen en la acera de enfrente de la calle Génova, en la sede de la Audiencia Nacional. Ni siquiera les favorece ya un hipotético miedo a un ascenso de Podemos.

En esa reunión se habla de dar impulso político, de hacer propuestas, de mejorar la comunicación y de tomar la iniciativa. ¿Cómo lo harán para abrirse paso entre el humo espeso de tanta información de tribunales que les embarra el campo de juego, hasta hacerlo impracticable? Porque nada supera el espectáculo de imputados, exdirigentes, compañeros de partido y antiguos amigos despellejándose sin piedad ni pudor ante un juez.

Ya utilizó el propio Rajoy en diciembre de 2006, en referencia a Esperanza Aguirre, una expresión del conde Romanones para definir a los suyos y que le podría servir ahora: "¡Joder, qué tropa!".

El PP tilda de "bazofia" las acusaciones de Granados a Cifuentes en el juicio de la Púnica

En este mismo día, el ministro de Justicia pasea por las televisiones para intentar poner en primer término de la escena política una propuesta para ampliar la prisión permanente revisable. Asegura que es una prioridad del Gobierno porque es una exigencia ciudadana según las encuestas. Omite que, según el último CIS, la seguridad ciudadana no está ni entre las 10 principales preocupaciones, porque a los españoles les preocupan mucho antes la corrupción, el paro, los partidos, los políticos, la sanidad, Cataluña, la educación…

Se hace evidente que el ministro abre un bote de humo como señuelo porque es casi seguro que no podrá aprobarse por falta de apoyo parlamentario y, en todo caso, como no puede aplicarse con carácter retroactivo, sus supuestos efectos positivos no se verían hasta dentro de muchos años cuando se aplique a hechos cometidos con posterioridad a su aplicación y con resultados 25 años después, cuando se revisen esas condenas. Se observa que se trata de abrir debates que nos entretengan, pero cuando se disipe ese humo solo se verán la Audiencia Nacional y las sucesivas sentencias por corrupción.

Foto: El exconsejero madrileño, exdirigente del PP y presunto cabecilla de la trama Púnica, Francisco Granados, a su salida de la sede de la Audiencia Nacional. (EFE)

Solo Cataluña puede competir como señuelo, pero ya no sirve tampoco porque ocurre que ya se ha demostrado en las elecciones del 21 de diciembre que a quien más beneficia es a su oponente, a Ciudadanos.

Es posible, pero improbable, que en la reunión de los dirigentes del PP alguien tenga en la cabeza que las palabras recientes de Felipe González en 'El Mundo' aconsejando a Mariano Rajoy que se eche a un lado, tienen que ver con su propia experiencia, porque ha quedado para la historia que la última legislatura del expresidente socialista, la de 1993 a 1996, le sobró y acabó con él por la corrupción, los escándalos y la imagen de descomposición de su partido y su Gobierno. Y ahora hay riesgo de que pueda pasarle lo mismo a Rajoy, como tan bien explicaba el sábado José Antonio Zarzalejos.

En un día en la vida del PP, un ex secretario general de Madrid y exconsejero (Francisco Granados) implica ante el juez en la financiación ilegal del partido a la actual presidenta de la comunidad (Cristina Cifuentes), a su antecesor que también estuvo en la cárcel (Ignacio González) y a la anterior que dimitió de todos sus cargos por la corrupción (Esperanza Aguirre). Otro día de chapoteo en el fango.

Barómetro del CIS Mariano Rajoy Ignacio González Francisco Granados Esperanza Aguirre Francisco Camps Audiencia Nacional José Antonio Zarzalejos