Incompatible según el sitio

Esta es la noticia que publicó El Confidencial el pasado día 16: “El nuevo comisario designado de Energía y Cambio Climático, Miguel Arias Cañete, ha vendido sus acciones en las empresas de almacenamiento de combustible Ducar y Petrologis para evitar conflictos de intereses en su nuevo cargo, según han informado este martes fuentes del PP. La venta facilita que Cañete pueda pasar el examen de la Eurocámara necesario para ser confirmado como comisario. ‘Desde el momento en el que el presidente designado de la Comisión, Jean-Claude Juncker, le comunicó que le adjudicaba la cartera de Energía, puso las acciones a la venta porque sabía que podía haber cuestiones’, han explicado las fuentes consultadas. Según la declaración de intereses económicos presentada ante la Eurocámara, Cañete poseía una participación del 2,5% en Petrolífera Ducar y otra también del 2,5% en Petrologis Canarias”.

No me extraña que, en algunas ocasiones, en nuestro país, la democracia esté sometida a sospecha o que España, a veces, parezca más una república bananera que un país moderno, civilizado y de derecho. Miguel Arias Cañete ha sido Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de España desde el 22 de diciembre de 2011 hasta el 28 de abril de este año 2014.

Ya no voy a polemizar sobre si su dimisión como presidente de Petrolífera Ducar y de Petrologis Canarias se produjo antes o después de haber sido nombrado ministro. Ya lo hice en septiembre de 2013 en este mismo medio respondiendo a la nota que escribió el Ministerio de Agricultura tratando de rebatir mi artículo titulado Bunkeringando. Lo que trato de resaltar es el hecho de que el Gobierno de la Unión Europea parece mucho más serio a la hora de nombrar a sus ministros que lo es el Gobierno de España. Cuando todo el mundo pensaba que Arias Cañete tendría problemas para ocupar una cartera en la Comisión Europea por las declaraciones machistas que hizo durante la campaña electoral europea, resulta que sus problemas le han venido por su clara incompatibilidad para ser comisario de Energía y Cambio Climático y poseer acciones en dos compañías petroleras. El presidente de la Comisión le ha obligado a vender las acciones que le hacían incompatible para evitar conflictos de intereses.

Imaginemos que, dentro de un tiempo, una compañía española recurriera a la Unión Europea por el hecho de que el Gobierno español hubiera emitido un informe medioambiental negativo para la construcción de una refinería en territorio español. Se daría la circunstancia de que el comisario que tendría que resolver el asunto sería el que años antes había sido ministro de Medio Ambiente en el gobierno español y ya, en aquel tiempo, dueño de las acciones que ahora le han hecho incompatible para ocupar una Comisaría europea.

Es decir, Arias Cañete vendió sus acciones para ser comisario pero las conservó siendo ministro de Medio Ambiente, y permitiéndose el lujo de declararse compatible para emitir un informe medioambiental prohibiendo la instalación de una refinería en Extremadura.

Sería razonable que Arias Cañete, o alguien del Gobierno al que perteneció, explicara las razones de su compatibilidad para ser ministro de Medio Ambiente, porque de lo contrario se podría llegar a pensar que el ministro Cañete prevaricó cuando emitió el informe citado.

No deja de resultar curioso el hecho de que, según cita El Confidencial, “Izquierda Unitaria, así como las organizaciones ecologistas, ya habían criticado los intereses de Cañete en la industria petrolífera”. Pero debe ser que esas organizaciones ecologistas e Izquierda Unitaria han descubierto recientemente esa condición de accionista de Cañete en dos empresas petroleras, porque cuando emitió el informe medioambiental negativo sobre la refinería Balboa, no sólo no denunciaron los intereses de Cañete en la industria petrolífera, sino que aplaudieron con las orejas la decisión del ministro incompatible.

El Partido Popular Europeo (PPE) se felicitó por la decisión de Cañete, y el propio exministro ha asegurado que teniendo en cuenta “los recientes comentarios” sobre sus participaciones empresariales -que le han granjeado duros ataques, como el del socialdemócrata alemán Jo Leinen-, dio instrucciones para vender las acciones “en el mismo momento” en que fue designado comisario de Clima y Energía “para evitar la mínima sospecha de conflicto de intereses”.

Por lo que se ve, a Cañete le preocupa mucho más la más mínima sospecha de conflictos de intereses y el qué dirán en Europa, que lo que se sospechara y dijera en la España ¡bananera!