El "componente propositivo" de Aznar

Según los medios de comunicación, Aznar le ha dicho a Casado desde la FAES, la fundación que preside, que tiene que aumentar el "componente propositivo" de su alternativa política. No sé si han leído el editorial en el que la FAES le da ese consejo a Casado. Aquí lo tienen por si quieren echarle un vistazo. Cuatro párrafos trufados de críticas contra el presidente del Gobierno en los que si algo brilla por su ausencia es precisamente el componente propositivo. Aunque al menos la FAES ha tenido la cordura de no atreverse a darle consejos a Casado sobre gobernanza, porque si van a la sección de ‘transparencia y control’ de la página web de la fundación, verán que cuando pinchan en el ‘informe de auditoría de 2020’, las ‘cuentas de 2020’, los ‘presupuestos para 2021’ o las ‘subvenciones y ayudas recibidas’, la respuesta es siempre la misma: "¡Vaya! No se ha podido encontrar esa página".

Lo de que Casado —la única alternativa real a Pedro Sánchez en 2023— tiene que hacer más propuestas positivas es algo que piensa Aznar, piensa la FAES y lo pensamos todos, en el PP y fuera del PP. Pero a diferencia de los demás, Aznar sabe lo que supone que te critiquen públicamente como líder por no hacer propuestas positivas, porque eso era precisamente lo que le achacaban a él en las elecciones del 93 (que perdió, como perdió las del 89) y en las del 96 (que ganó por mayoría simple).

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Siempre es aconsejable escuchar la opinión de Aznar, una persona a la que, por circunstancias de la vida y por serios errores propios, muchos españoles no aceptan. Pero al que hay que reconocer que presidió uno de los momentos más prósperos de la historia reciente de España. Como hay que reconocerle haber sido el último presidente con ambición para nuestro país: a partir de él, todos se han ido conformando con que el país siga bajando de liga. Aunque también es justo recordar que bajo el liderazgo de Aznar se empezó a gestar uno de los mayores problemas endémicos del PP: las mafias provinciales, muchas de las cuales todavía existen. Casado no ha logrado eliminarlas, quizá porque ese tipo de férreas redes clientelares (que también existen en el PSOE) solo se puede desmantelar desde una posición de poder y además con mucha valentía.

Sería interesante que alguien con la experiencia, perspectiva y contactos de Aznar (que son muchos, aunque algunos como Murdoch nada aconsejables) contribuyese al debate público con propuestas constructivas concretas, como hace regularmente otro de sus contactos, Tony Blair, en el Reino Unido. Si yo tuviese la oportunidad que tiene Aznar de tener un impacto en el ideario de la oposición, la usaría, y le aconsejaría al líder del PP tres prioridades.

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'Devolver el poder a los españoles', pero en serio

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Una, que calcule el dinero que se ha desperdiciado y se sigue desperdiciando en España en infraestructuras inútiles, subvenciones a empresas deficitarias, redes clientelares, planes fallidos, macroproyectos que nunca han llegado a nada, etcétera, y que ponga ese mismo montante en bajadas de impuestos para todos los españoles. Solamente en infraestructuras, el despilfarro ha superado los 80.000 millones de euros: quite todo ese dinero de las manos de políticos que lo malgastan y póngalo en el bolsillo de los españoles a través de reducciones impositivas. Simple y efectivo.

Dos, que haga gratuita toda la educación para todos los niños españoles de cero a tres años. Es decir, que haga lo que ha hecho Feijóo en Galicia, pero en toda España. Así liberaría productividad ayudando a las familias y de paso contribuiría a frenar el envejecimiento de nuestra población, que actúa como una losa sobre nuestra economía. Las familias tienen que poder seguir contribuyendo a aumentar la productividad del país sin que a la vez tengan que hacer mil y un equilibrismos para gestionar el cuidado de sus hijos.

Tres, que se comprometa pública y personalmente a eliminar en su primer año en el poder la elección de los 12 miembros del Consejo General del Poder Judicial por los políticos que ellos mismos se arrogaron en 1985. De raíz, sin paliativos y sin peros. No como han hecho todos los anteriores presidentes, que han criticado la politización de la Justicia antes de llegar al poder y luego se han olvidado de ella (perdón, se han beneficiado de ella) en cuanto han llegado a la Moncloa. La despolitización del poder judicial es la pieza clave para darle la vuelta a la ingente y vergonzosa caída de estándares éticos de nuestra democracia.

Son solamente tres propuestas, por eso de que en política el tres siempre vende, pero podrían ser 30. Porque a los españoles no nos faltan ideas y propuestas, lo que nos falta es un espacio público racional y serio en el que debatir el ‘componente propositivo’. Así que ojalá Aznar se anime, que seguro que sus sugerencias son mil veces mejores que las mías.