¿Cuántas veces has hecho 'un Meloni'?

Hasta las que somos más contrarias a las políticas de Meloni nos hemos tenido que sentir identificadas con ella cuando Trump -en esa mascarada que organizó en Egipto en la que hizo comentarios a cada país- se dirigió a ella diciendo: "No te molesta que te llamen hermosa, ¿verdad? Porque lo eres [pausa] Es una mujer joven y hermosa". Trump se volvió hacia ella, pidiéndole una reacción. Y ella, educada, sonrió y bajó un poquito la mirada.

Seguro que a Trump y a otros de extrema derecha les parecerá que Trump le estaba haciendo a Meloni un cumplido: "¿Qué problema hay en decirle a una mujer que es joven y guapa si eso es algo positivo?". Yo personalmente ya no tengo ni interés en explicarlo. Lo único que quiero es que todos esos que no entienden por qué no se les puede ir diciendo estas cosas a las mujeres en un contexto profesional no lleguen al poder. Al menos en países en los que viva yo o mi familia, con eso me conformo.

Pero a ver, las mujeres, vamos a sincerarnos: ¿cuántas veces habéis tenido que hacer ‘un Meloni’? ¿Cuántas veces habéis reaccionado a ese tipo de comentarios con la típica sonrisita forzada y un poquito humilde para no montar un pollo mientras por dentro de vosotras una voz juraba HDLGP (¡que encima no es ni culpa de su madre!)? Yo ya he perdido la cuenta. Me sale la sonrisa hasta de manera natural, así que debe ser que he desarrollado memoria muscular para acomodar el sexismo en mi cara. De todas las cosas que he aprendido en mi vida ésta es la que mejor hago. Ni se me nota lo que pienso cuando me hacen ese tipo de comentarios.

El otro día, mismamente, en un encuentro en Gerona se me acercó uno del PP más o menos de mi edad a decirme que la primera vez que me vio en televisión ‘ya le dijo él a su presidente que a esta chica había que ficharla’. Le contesté con el apropiado zasca al comentario político. Pero no solo le sonreí, sino que hasta le di las gracias por tratarme de ‘chica’ con los 57 añazos que tengo. Ni que decir tiene que ni se percató de la ironía.

Opinión

TE PUEDE INTERESAR

Hazte un Facebook de mujer y entenderás por qué les cabrean los piropos

Juan Soto Ivars

Últimamente he tenido de todo: desde un jovencito extranjero que me dijo que habría que ver si España está preparada para una mujer líder, hasta un político mayor que me repitió tres veces en una reunión que yo era ‘muy guapa’ y ‘molt agradable’. No conozco mujer de edad mediana que no acumule múltiples másteres en condescendencia. Aunque también tiene algo positivo, porque es una cura fantástica contra cualquier tipo de ego.

Espero que este tipo de actitudes retro no haga que las mujeres -y especialmente las jóvenes- no quieran dedicarse a la política. Al revés, ojalá nos entren a todas más ganas de dedicarnos a ello. Porque no me digáis que no tendría un punto poder ir a una cumbre internacional, de la OTAN por poner el caso, coger el micrófono en la rueda de prensa, mirar a los ojos a Macron, Starmer, Orbán, Rutte o cualquier otro y decir con un rictus condescendiente: ‘Espero que no le moleste que le diga que es usted muy hermoso’. O subirnos a la tribuna del Congreso y soltar: ‘Sr. Sánchez, no estamos de acuerdo con su reforma de la financiación autonómica, pero está usted muy guapo’. O ‘Sr. Feijóo, no ha explicado qué servicios públicos va a rebajar para hacer sus recortes de impuestos, pero es usted un chico muy agradable’.

Aunque supongo que si las mujeres hiciéramos eso, muchos pensarían que se nos ha ido la cabeza. Y, al contrario que con los hombres, no nos votaría nadie.