Empleo

Hoy, que no hay cerca cifras de paro oficiales ni datos sobre el desempleo, es un buen momento para reflexionar sobre la última reunión en la Moncloa entre el presidente Rajoy, la ministra de Empleo y los agentes sociales. Los titulares de ese encuentro se resumen en la frase “no hay pacto global sobre el empleo”, pero, en realidad, se han cerrado acuerdos sectoriales sobre muchas cosas. Pactos que son buenos para encaminar la tan deseada política de creación de puestos de trabajo.

Ya sabemos que con recesión es imposible crear empleo, pero la reforma laboral está consiguiendo parar la sangría de desaparición de empresas y, con ellas, de todos sus trabajadores. No es un consuelo, pero es algo más que cuando nos gastamos 30.000 millones de euros en políticas de empleo en el periodo 2009-2011 y sumamos casi tres millones de parados. El Ministerio de Fátima Báñez propone ahora integrar a los jóvenes universitarios en las grandes compañías; “empresas tractoras” es el término utilizado. Esas empresas -la semana pasada BBVA y, ayer, Iberdrola, entre otras- están firmando contratos con Trabajo para contratar y formar a jóvenes que, en muchos casos, se quedarán trabajando en estas multinacionales o en sus filiales. Es un paso importante para no perder talento, es decir, que aquellos que son susceptibles de irse al extranjero a buscar un empleo puedan quedarse en España.

La contratación no llegará hasta que no llegue el crédito; en este sentido ya son muchos los expertos que aseguran que la banca aún necesita entre 10.000 y 15.000 millones de euros adicionales para terminar de sanear sus balances (hay otros que opinan que más)En segundo lugar, el Ministerio trabaja en la creación de un portal conjunto y nacional de empleo, de tal forma que se centralicen todas las ofertas de todas las comunidades autónomas en él, lo que permitirá encontrar trabajo en Bilbao si eres de Sevilla. Una medida importante, porque este año ya ha comenzado el Ministerio a trasladar las partidas de 'formación' de acuerdo con los resultados (hasta un 15% del presupuesto), pero el año que viene supondrá el 40%. Es decir, que recibirán más dinero aquellas comunidades autónomas cuyos cursos de formación, efectivamente, formen e inserten a sus empleados en el mercado laboral.

En tercer lugar, el Ministerio de Empleo ya ha transmitido a Europa, a través del presidente del Gobierno y de su oficina económica, una propuesta sin precedentes para incentivar las políticas de empleo. Por un lado, España ofrece bajar las cotizaciones a la Seguridad Social a cambio de que no contabilice en déficit público. Cada punto de rebaja de las cuotas supone 3.300 millones de euros. Si la UE lo acepta, veríamos la primera rebaja de impuestos, en este caso a la contratación, que es lo que realmente necesita el mercado laboral español junto con el crédito. Mientras tanto, desde el Ministerio tiran de caja de la Seguridad Social, con un déficit en 2011 del 1% del PIB, 1.000 millones de euros, y este 2012 de 14.000 millones de euros, un déficit estimado del 1,4% del PIB. Para Báñez, “ahora es el momento de jugársela, porque el fondo de reserva de la Seguridad Social cuenta con 63.000 millones de euros, y estos son los peores años de la crisis de esta legislatura”.

Hablando de la legislatura, la contratación no llegará hasta que no llegue el crédito; en este sentido, ya son muchos los expertos que aseguran que la banca aún necesita entre 10.000 y 15.000 millones de euros adicionales para terminar de sanear sus balances (hay otros que opinan que más). Si esto es así, y el ministro de Economía anuncia en las próximas semanas, junto con el dibujo del sector financiero, los saneamientos que aún harían falta, el crédito (a precios medianamente razonables) para pymes y familias se retrasará un año más, hasta 2014. Por ello, sería importante lanzar a los mercados un mensaje tranquilizador sobre el futuro de España y subastar entre entidades financieras extranjeras cualquiera de los bancos/cajas ahora nacionalizados y en proceso de reestructuración. Qué mejor mensaje que un banco europeo o norteamericano invirtiendo en una entidad financiera española en estos momentos.

Pero mientras en Economía siguen diseñando un esquema que terminará en “siete u ocho bancos nacionales” de los que dependerá el 80% del crédito del mercado español -que se dice pronto, y con todo lo que ello conlleva-, conviene que, desde Empleo, no se baje la guardia. Por ello, es importante que UGT, CCOO, CEPYME y CEOE se hayan comprometido ya a la moderación de salarios y beneficios (quien los tenga) y a estudiar (esperemos que no tarden años) un plan efectivo de cobertura para los mayores de 45 años en paro y para los desempleados de larga duración. Es un drama sufrir un 50% de paro juvenil, pero no lo es menos tener a millones de hombres y mujeres entre los 40 y los 59 años de edad, con familias, hipotecas, niños, créditos y facturas que pagar sin opciones de volver a tener un sueldo digno.