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Dime qué desayunas, Esperanza Aguirre
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Ángeles Caballero

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Dime qué desayunas, Esperanza Aguirre

Se ha puesto a largar y de paso se ha ciscado en todos. En la oposición y en los suyos, porque tuvo pellizcos de monja para Cifuentes y Casado. Qué mujer, qué brío mañanero. Qué envidia

Foto: Esperanza Aguirre. (EFE)
Esperanza Aguirre. (EFE)

Tiene una la intuición de que Esperanza Aguirre tiene siempre un despertar castizo. Es la Casta, la Susana, la Maja de Lavapiés y la Señá Rita. Ella es todas juntas, sin freno y sin filtros.

Pero esta mañana se ha levantado más locuaz y provocadora que nunca, encantada de conocerse y de que los organizadores del Nueva Economía Fórum se acordaran de ella. Así que se ha puesto a largar y de paso se ha ciscado en todo y en todos. En la oposición, pero también en los suyos, porque tuvo pellizcos de monja para Cristina Cifuentes y Pablo Casado. Qué mujer, qué brío mañanero. Qué envidia.

No se puede decir que la Dama de Hierro de Malasaña no haga uso de la libertad de expresión. Escoltada por una apabullante biblioteca como fondo de pantalla (y foto enmarcada con el papa Ratzinger, toda una declaración de intenciones), Aguirre se sumó al equipo de fans de Isabel Díaz Ayuso.

"La atacan porque somos una comunidad abierta, somos el número uno y les molesta extraordinariamente"

“La atacan porque somos una comunidad abierta, somos el número uno y les molesta extraordinariamente”, dijo a los que matizan sobre la gestión de la presidenta de la Comunidad de Madrid. Porque la izquierda, como todo el mundo sabe, protesta por la inauguración del Hospital Isabel Zendal, ya que (atención), “quieren pocos hospitales, público cautivo y listas de espera”.

Yo inauguré 12, así que estoy acostumbrada a que la izquierda proteste cuando se abría alguno”. El 'streaming' impedía avistar si, mientras hablaba, giraba los pies sobre alguna baldosa de su casa, como manda el chotis.

Foto: Esperanza Aguirre y Gonzo, en 'Salvados'. (La Sexta).

Aguirre tiene algo de Isabel Pantoja, de diva sin bata de cola a la que pocos se atreven a llevar la contraria por si las moscas. Por eso no tuvo reparos en corregir algunas de las preguntas que le formularon e incluso, en un arrebato de faltonismo aristocrático, se negó a dar una respuesta por problemas con el ‘preguntador’: “Que Fernando Jáuregui retire lo que dijo el otro día en la COPE y entonces le responderé”. Como lleva el pelo muy corto, no pudo darse un golpe de melena, que es lo que se espera en estos casos.

Tuvo, como decíamos, para todos. Para hablar de Presupuestos, se puso las gafas porque había tomado notas. “Son un auténtico despropósito. El gasto público sube ¡un 50%!”, dijo. Segundos después, pidió encarecidamente la creación de una “plataforma de resistencia a los bolivarianos”, momento tras el cual explicó que las opiniones que imperan hoy en España, gracias al Gobierno, son las de Mao Tse Tung, Lenin, Maduro y Chávez, en vez de lo normal en un país libre.

Ayuso "no tiene la suerte de tener las mayorías absolutas que tuve yo"

Las preguntas seguían yendo por los derroteros ayusísticos y decidió seguir alabándola, pero recordando quién fue ella. “Ha demostrado que es capaz de dominar la pandemia con un sistema liberal”, afirmó. Pero, claro, Ayuso no gobierna sola. “No tiene la suerte de tener las mayorías absolutas que tuve yo”, añadió.

Y ya, con la garganta estrenada y viendo que estos encuentros digitales tienen el tiempo justo, soltó sus perlas, grandes como las del collar de Rita Barberá. Refiriéndose a Irene Montero, “la pareja o lo que sea del vicepresidente, que hoy es ministra; ellos, que son tan feministas”. “Lo que tiene que hacer Pablo Iglesias es ir a visitar residencias, que todavía no ha ido”.

Sobre Corinna, “esa señora de dudosa reputación, digamos”. Un atisbo de humildad tuvo cuando le preguntaron por las elecciones catalanas y reconoció no conocer demasiado aquel percal. "Los de la antigua Convergència, son los de Junts per ¿qué? Es que no estoy muy puesta", dijo mirando a cámara, con una maldad finísima.

placeholder Aguirre a su llegada a la Audiencia Nacional en 2019. (EFE)
Aguirre a su llegada a la Audiencia Nacional en 2019. (EFE)

“Yo soy una persona investigada, pero, a este paso, cuando me llamen a declarar, igual voy con silla de ruedas o con andador. Los casos del Partido Popular son eternos”. Muy preocupada no se la vio, la verdad.

Lo que no vio es al presidente de su todavía partido en la moción de censura de Vox. Salió del paso diciendo que a ella quien le gustó fue Ignacio Garriga, diputado por Cataluña de Vox. Una manera como cualquier otra de salir del paso, aunque definió a ambos, Santi y Pablo, como dos patriotas. Y afeó a Casado los ataques personales en el discurso.

Se dejó lo mejor para hablar de Telemadrid. “Se referían a la inauguración del Hospital Isabel Zendal como polémica… Y luego estaban allí los de ‘sanitarios necesarios’, unas personas muy interesantes”, señaló con una voz más dulce que solo puede augurar traca final. “Telemadrid, desgraciadamente y por culpa del PP de Cristina Cifuentes, se entregó a Podemos. Así que hoy solo defienden a Podemos, Más Madrid y un poco a Ciudadanos. El otro día me lo dijo un amigo, que es inaudito que solo ataquen a Díaz Ayuso. ¿Sabes qué? En realidad, yo no creo en las televisiones públicas”.

Luego nos deseó a todos un buen día.

Tiene una la intuición de que Esperanza Aguirre tiene siempre un despertar castizo. Es la Casta, la Susana, la Maja de Lavapiés y la Señá Rita. Ella es todas juntas, sin freno y sin filtros.

Esperanza Aguirre Isabel Díaz Ayuso Pablo Casado Cristina Cifuentes