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Un 'procés' con sabor a chocolate con churros
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Ángeles Caballero

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Un 'procés' con sabor a chocolate con churros

Tras un arranque quitándole el sitio al presidente de su partido, se puso a desgranar medidas. Natalidad y descarbonización como pilares de su programa de gobierno

Foto: Isabel Díaz Ayuso en el debate de investidura. (EFE)
Isabel Díaz Ayuso en el debate de investidura. (EFE)
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A Isabel Díaz Ayuso no le gusta leer discursos. Tiene la misma querencia por el formato que por Pedro Sánchez, que ya es decir. Por eso lo de hoy, esa hora y media larga que nos ha regalado, ha ido de más a menos. De mucho más a mucho menos. Ella es más de refriega, de pelearse como la que más si alguien le quita el hueco ganado en la barra y en el barro. Cuidado, Pablo. Primero fue a por Iglesias. Tú puedes ser el siguiente.

Ayuso está crecidísima, porque ella lo vale. Se ha puesto un traje de pantalón blanco, un color que simboliza victoria, o eso dicen los que saben de moda. El mismo atuendo que podría haberse puesto, por ejemplo, Yolanda Díaz. Tómeselo como un piropo, presidenta.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado, y la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE) Opinión

El subidón se lo ha ganado en las urnas y de sobra, apelando a un estilo único e intransferible. Sabe que su casa es la Puerta del Sol, pero donde ella se ve en realidad es en el Congreso. Cada miércoles, a las nueve de la mañana, preguntándole a Sánchez. Sesiones de control que prohíban la entrada a gente blandengue. Diciéndole las verdades al presidente felón, haciéndole la vida imposible. “Mira, Pedro. Te voy a decir lo que nadie te ha dicho a la cara. Eres un mierda”, escribe en su cuaderno para borrarlo inmediatamente después.

Ayuso es una mujer fascinante, además de una caja de sorpresas. Tras un arranque quitándole el sitio al presidente de su partido, se puso a desgranar medidas. Natalidad y descarbonización (porque decir cambio climático es de rojeras y Gretas) como pilares de su programa de gobierno. Necesitamos niños, y tíos, y sobrinos, y hermanos y abuelos, que son lo mejor que hay en esta vida. Y una electrolinera en Pozuelo de Alarcón. También habló de Valdilecha. Han tenido que pasar 45 años viviendo en la Comunidad de Madrid para que escuche por primera vez que uno de los 179 municipios se llama Valdilecha.

Recuerden: Madrid apuesta por la vida y es la región de las familias

Fomentar la natalidad está muy bien. Con medidas económicas, desde luego, aunque no tengo tan claro que un empujón a los ingresos sea suficiente para tomar una decisión tan importante. Que se ayude a las embarazadas menores de 30 años también muy bien, si no fuera porque este colectivo va camino de convertirse en una especie en peligro de extinción. Somos un país repleto de madres añosas, que es una expresión horrible que nos regalan los ginecólogos cuando acudes a consulta. Pero recuerden: Madrid apuesta por la vida y es la región de las familias. Y la familia es un espacio de libertad. Manolo, las sales.

Tuvo otros anuncios. La que ya esperábamos, la bajada de impuestos más importante de la historia, la elaboración de una ley para proteger la fiscalidad madrileña. A ver quién es el guapo que se atreve a tosernos. Un 'procés' con sabor a chocolate con churros en San Ginés. También va a crear una oficina antiokupación y está empeñada en cuidar la naturaleza, la colaboración público-privada y atraer emprendedores, talento, lo que haga falta. ¿La sanidad? La mejor. ¿El mundo rural? El no va más. ¿Las criaturas? Las más guapas y con mejor pelo del país. En algunos momentos, se oyeron las carcajadas de la oposición. A las 12:51 de la mañana, Ayuso interrumpió su ritmillo de lectura para lanzarles una mirada de chitón.

Foto: La presidenta en funciones y candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE)

Mañana, durante el debate, advirtió lo que también sabemos. Que el tono no será el mismo, porque es lo que toca. Saldrá entonces la verdadera Ayuso, saldrán el resto de portavoces (mujeres todas) a cantarse las cuarenta.

En Valdilecha, por cierto, también gobierna el Partido Popular.

A Isabel Díaz Ayuso no le gusta leer discursos. Tiene la misma querencia por el formato que por Pedro Sánchez, que ya es decir. Por eso lo de hoy, esa hora y media larga que nos ha regalado, ha ido de más a menos. De mucho más a mucho menos. Ella es más de refriega, de pelearse como la que más si alguien le quita el hueco ganado en la barra y en el barro. Cuidado, Pablo. Primero fue a por Iglesias. Tú puedes ser el siguiente.

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