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La sonrisa de Araceli, las lágrimas del padre de Pablo
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Ángeles Caballero

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La sonrisa de Araceli, las lágrimas del padre de Pablo

Acto de homenaje de Estado a las víctimas del covid. La reina, con permiso de Letizia, era Araceli, la primera vacunada en España. Su mensaje a los jóvenes: "Respeten la pandemia"

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Araceli Hidalgo (d), primera mujer vacunada en España. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a Araceli Hidalgo (d), primera mujer vacunada en España. (EFE)
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A las ocho de mañana hacía más fresco del que se espera un 15 de julio en Madrid. A esa hora llegaban un par de autobuses con familiares de víctimas del covid a las puertas del Palacio Real. En la escena hay mucha luz, pero lo que reina es el silencio de los que bajan del interior de los vehículos y se colocan en una fila india esperando para entrar y ser homenajeados.

En medio de esa coreografía, interrumpida por algunos periodistas en busca de sus acreditaciones y algún corredor despistado, llega una ambulancia. Las puertas traseras se abren y sale ella. Araceli Hidalgo, la primera persona que recibió la vacuna. La dignidad y la esperanza en un cuerpo de 97 años. La constatación de que España es un país mejor por generaciones como la suya. La reina, con permiso de Letizia Ortiz Rocasolano, este jueves era ella.

Foto: Los Reyes en el homenaje del Palacio Real. (EFE)

A unos cuantos metros de allí estaba la puerta de autoridades. El nuevo Consejo de Ministros, los presidentes autonómicos, el cuerpo de fuerzas y seguridad del Estado rodeándolos a todos y el ejército de chóferes y sus coches oficiales. Era otra coreografía y una escena bien distinta. Una foto en blanco y negro viendo el atuendo de los presentes. Sobria, austera. Apenas un golpecito en el pecho a modo de saludo, algún que otro guiño en los ojos. No eran horas para montar bronca. Tampoco era el día.

[Álbum | Las mejores imágenes del homenaje]

Fernando Ónega fue el encargado de presentar el acto. Es un hombre que ha visto y escuchado casi todo. Es de esas personas que son capaces de contener la emoción mientras trabajan. Habló del desaliento de la primavera de 2020, de los sanitarios fallecidos en esa primera ola y en las que vinieron después. De responsabilidad, de sentido del deber. No necesitó frases de otros para vestir su guion, tampoco engolar la voz. Es de esos periodistas que saben que el importante es el que habla a la grabadora, no quien la enciende. Y hoy, como siempre, se trataba de escuchar a otros.

La reina, con permiso de Letizia Ortiz Rocasolano, este jueves era Araceli

A mujeres como María Díaz Diñeiro, hija del jefe de Cirugía General de la Paz, víctima del coronavirus en abril de 2020, poco antes de que se jubilara. Otra que supo mantener la entereza mientras enlazaba una frase tras otra y hablaba de “amainar tempestades”, de “silencios atronadores” y afirmaba, mientras el sol le daba casi de pleno en el rostro, que “la ciencia ha ganado de nuevo”.

A reinas como Araceli Hidalgo, que pidió a los jóvenes que respeten la pandemia y aprovechó para saludar a los compañeros de la residencia de Guadalajara en la que sigue viviendo y a todos los que la han cuidado. Esos que, como destacó el rey Felipe VI en su discurso, “antepusieron su deber a su seguridad”.

Foto: Imagen de viales con Pfizer-BioNTech y AstraZeneca (Reuters/Dado Ruvic)

Porque este jueves el homenaje iba de eso, de reconocer a todos los sanitarios que llevan esas palabras tatuadas en el cuerpo desde mucho antes de la pandemia. Como Jesús Algaba, otorrinolaringólogo de 79 años que falleció en San Sebastián en noviembre del año pasado. Como Nedialka Veleva, ginecóloga de 68 años fallecida en enero de 2021. También el acto trataba de reconfortar a los que siguen. Esos que necesitan de nuestra paciencia para curar las heridas después de tanto tiempo trabajando a destajo y sin el salario y el reposo que merecen. Los que cuidan, los que curan. Los que acompañaron a los que fallecieron sustituyendo a los que no pudimos despedirnos. Los que ahora nos vacunan.

placeholder Acto de homenaje a las víctimas de la pandemia en el Palacio Real, esta mañana. (EFE)
Acto de homenaje a las víctimas de la pandemia en el Palacio Real, esta mañana. (EFE)

Este jueves era el día de abrazar a los padres de Pablo Riesgo. Un auxiliar de enfermería de 26 años que falleció en febrero de este año y que trabajaba en el Hospital de Jove, en Asturias.

Este jueves la foto estaba en los ojos de su padre. Un hombre con camisa de manga corta, ojos claros, que no pudo contener las lágrimas cuando escuchó pronunciar el nombre de su hijo. A su lado, una madre con la mirada entera, pero puesta en otro sitio. Recibieron de los Reyes la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil a título póstumo. Otra escena llena de silencio. Una coreografía perfecta. Un dolor inmenso.

A las ocho de mañana hacía más fresco del que se espera un 15 de julio en Madrid. A esa hora llegaban un par de autobuses con familiares de víctimas del covid a las puertas del Palacio Real. En la escena hay mucha luz, pero lo que reina es el silencio de los que bajan del interior de los vehículos y se colocan en una fila india esperando para entrar y ser homenajeados.

Fernando Onega Rey Felipe VI
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