Generales 2015: y las encuestas dicen... que el único que sube es el PP

Después de los campeonatos nacionales -como si estuviéramos en año olímpico-, ya sabemos los equipos que van a participar en la gran cita de cada cuatro años; conocemos sus marcas en cada una de las competiciones celebradas. La pregunta ahora es la siguiente: ¿cómo reaccionarán ante la presión de la gran cita electoral?

Tenemos, por un lado, dos equipos que han sido los grandes dominadores del juego durante muchos años; y, por otro lado, tenemos otros dos nuevos equipos que prometen complicar la clasificación final hasta el último minuto. Pero ¿el resultado realmente estará tan abierto como pudiera parecer?

Veamos cómo ha ido desarrollándose la partida a lo largo del presente año: las encuestas realizadas en lo que llevamos de 2015 en relación con las elecciones generales muestran comportamientos muy diferentes entre los distintos partidos, tanto sobre los que aspiran al banco azul del Congreso como sobre los que pretenden facilitar que alguien -PP o PSOE- llegue a dichos asientos.

Hemos tenido estas encuestas en cuenta, pero no así los resultados de las distintas elecciones locales o autonómicas. En parte, hemos actuado así porque los candidatos de los partidos son distintos en cada votación y esto, como es lógico, influye en los resultados. En cambio, las encuestas reflejan un estado de humor más profundo. No podemos olvidar tampoco que, en el caso de las encuestas celebradas acerca de las elecciones andaluzas y catalanas, el espectro de los votantes es singular, parcial y no extrapolable.

Además, hemos eliminado ciertas encuestas de agencias que no proporcionan el dato de la muestra; por tanto, no podemos valorar su representatividad. Tampoco hemos hecho uso de encuestas webs. Creemos que el sesgo es notable; y es que, al final, la selección del encuestado la acaba por realizar… el propio encuestado. Con esta forma de trabajar no se lleva a cabo un estudio del terreno que permita obtener una representatividad real para así valorar las ponderaciones posteriores, algo que a nuestro juicio es necesario y para lo que hay grandes expertos en las agencias demoscópicas españolas.

Así pues, juntando todo lo que hemos visto desde enero, obtenemos el siguiente gráfico:

En este primer gráfico mostramos los resultados de las encuestas según su fecha de publicación, identificamos a los partidos de carácter nacional y con mayor proyección para las elecciones del 20 de diciembre. Una vez agregadas, hemos calculado la línea de tendencia para cada partido.

Aspectos relevantes. En primer lugar, hay tres grupos claros; el de PP y PSOE, en el que ninguno llega al 30% y mantienen una evolución muy suavizada; el de Podemos y Ciudadanos, que sufren grandes variaciones a lo largo del calendario y que actualmente congregan entre el 12,5% de intención de voto y el 15%; y, finalmente, IU, tan estable en su variación como los dos mayoritarios, pero en cotas del 5%. Es cierto que en distintos momentos Podemos sobrepasa al PSOE y el PSOE, en otros momentos, sobrepasa al PP, pero las tendencias de fondo son bastante clarificadoras.

Ahora estamos en el momento en que Alberto Garzón está relanzando su candidatura “rupturista, feminista y ecologista” tras el fracaso de las negociaciones con Podemos. Puede que haya habido una pérdida bilateral: por parte de Garzón, la de llevar su proyecto con más fuerza al Congreso, y por parte de Iglesias, despegarse de Ciudadanos y así poder condicionar al PSOE con un pacto de Gobierno. Poder e influencia es lo que se busca en cualquier acción política. Ahora, ambos -IU y Podemos- van a tener que buscar estas dos facultades por su cuenta y riesgo.

Algo nos llama también la atención. Decía esta semana Arcadi Espada en Onda Cero que Ciudadanos ha sido el partido que ha plantado cara al mayor problema que ha tenido España en los últimos meses. La noche electoral del 27 de septiembre, Ciudadanos apareció en actitud victoriosa por su segundo lugar en la convocatoria catalana. Algo similar a lo que ocurrió después de ser cuartos en las andaluzas y tras sus resultados en las locales. Nunca tanta -llamémosle- ‘no victoria’ ha generado tanta alegría. Pero sí que ha permitido a Ciudadanos llegar incólume a su encuentro con el Congreso de los Diputados, que posiblemente es lo que anda buscando. Generar una percepción de alegría, futuro y esperanza, sin haberse contaminado con el poder. Ahora nadie puede cuestionar su eficacia para encarar la campaña electoral.

Escarbemos con un poco más en profundidad en las encuestas. De todas las que hemos agregado nos hemos quedado con aquellas cuyas muestras son iguales o mayores a los 1.800 entrevistados. Esto nos da un margen de error de ± 3%. No significa que estén un 3% más cerca de acertar, sino que sus resultados pueden moverse tres puntos arriba o abajo con respecto al resultado que ofrecen. Precisamente por este motivo agregamos las encuestas, para buscar de alguna manera incrementar el espectro. Vamos a ver cómo es el resultado:

Hemos resaltado los resultados que ofrece el CIS en sus sondeos trimestrales. Además de ser una fuente periódica de información, siguiendo al CIS vemos cómo sus tendencias se cumplen. Observamos también el conflicto de las encuestas más recientes de Metroscopia para 'El País' y Demoscopia Servicios; una pone al PSOE mínimamente por encima del PP y la segunda, al PP completamente despegado a costa de Ciudadanos. En ambas, Podemos y PSOE están en los mismos números.

El siguiente ejercicio que nos proponemos es mirar las diferencias entre partidos según cada una de las agencias, para así clarificar las tendencias del voto y también la ‘cocina’.

Aquí se puede ver cómo la agencia que presenta el margen más estrecho entre los dos grandes partidos es Metroscopia; lleva ya varias ediciones solapando a PSOE y PP. Resaltamos que esta es la menor diferencia entre partidos junto con otra: la de Podemos con PSOE. Por el contrario, Ciudadanos sigue sin estar cerca de ninguno de los mayoritarios.

No queremos dejar de señalar el acierto que está teniendo una agencia en concreto, GAD 3, con sus sondeos a pie de urna. El trabajo de Narciso Michavila y su equipo a la hora de adelantar antes que nadie lo que finalmente acabarán por ser los resultados electorales solo se puede calificar -a los datos nos remitimos- de rotundo éxito.

Llega el momento de las conclusiones. Una visión de conjunto nos indica que no se están produciendo grandes movimientos de voto. Y justo sería sobre estas inercias profundas donde los partidos deberían de actuar. El PP, por ejemplo, debería de trabajar su distancia tanto sobre PSOE como sobre Ciudadanos, y el PSOE debería tener en cuenta su actual tendencia descendente para hacer algo que la revierta. En cuanto a C’s, ha recibido un empujón grande en las recientes elecciones catalanas, pero, acto seguido, percibimos que vuelve a caer, y no retoma los niveles que alcanzó en abril y mayo, así que Rivera ni mucho menos puede dormirse en los laureles.

En definitiva. Si una golondrina no hace primavera, con una encuesta sucede algo bastante parecido. Pero cuando son muchas las golondrinas -o las encuestas-, y todas van centrando el tiro… Entonces quizá sí haya que ir tomando en consideración los indicios para ponerse manos a la obra.

José Barros (@BarrosPress) es periodista y consultor de comunicación. Enrique Cocero (@EnriqueCocero) es fundador de la consultora de análisis 7.50 Electoral Math y analista para MPC