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El 'procés' como laberinto
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El 'procés' como laberinto

Para ver qué está ocurriendo dentro de esta particular Casa de Asterión hemos acudido de nuevo a los estudios publicados por el Centre D’Estudis de Opinió (CEO) y a las encuestas de Metroscopia y GAD3

Foto: Manifestación a favor de la independencia en Berga. (D.B.)
Manifestación a favor de la independencia en Berga. (D.B.)

El eterno retorno es una explicación filosófica del tiempo iniciada por los estoicos, continuada por Nietzsche, quién dijo que no sólo son los hechos los que se repiten, sino también las ideas y pensamientos de forma repetida e infinita. Posiblemente de ellos tomara Borges ideas para construir La Casa de Asterión.

Asterión es en realidad el Minotauro. Nos describe su casa, que es el laberinto, y es tan grande que Asterión cree que hay infinitos pesebres, patios o aljibes. En realidad sólo hay uno de cada, pero los pasillos que conducen a ellos son tantos y tan enrevesados, que le parecen infinitos.

Estableciendo un paralelismo entre el laberinto y el 'procés', empieza a parecer que hablemos de muchos patios o aljibes cuando en realidad sólo hay uno y los pasillos son las distintas interpretaciones de lo que “los catalanes quieren”.

Cuando CUP y JxSí lograron en 2015 mayoría absoluta en el Parlament, era el mismo pesebre, aunque se quisiera mostrar desde otro pasillo

Pasillos distintos al mismo patio fueron las elecciones de 2015 al denominarlas “plebiscitarias”. Cuando CUP y JxSí lograron en ellas mayoría absoluta en el Parlament, pero no en el voto popular, se trataba del mismo pesebre, aunque se quisiera mostrar desde otro pasillo. Cuando se habla de referéndum unilateral o de Declaración Unilateral de Independencia (DUI) “porque Cataluña lo reclama”, pero se sabe que no hay una mayoría social que lo respalde (aún menos la segunda), hablamos del mismo aljibe.

Para ver qué puede estar ocurriendo dentro de esta particular Casa de Asterión hemos acudido de nuevo a los estudios publicados por el Centre D’Estudis de Opinió (CEO) y a las encuestas que publicaron recientemente Metroscopia en El País y GAD3 en La Vanguardia.

Primero vayamos por la opinión que de los catalanes toma en sus completos estudios el CEO. Para ello hemos recogido las opiniones del final de cada año desde 2014 y el resultado de su más reciente estudio de marzo.

En los estudios se realiza la pregunta que recoge el gráfico de arriba: “Cree que Cataluña debería ser…” respecto a su relación con el resto de España y se dan 4 opciones que van desde “una región de España” (menor autonomía que en el momento actual) a “un estado independiente”.

La independencia de Cataluña como opción abarca un rango de 3,9 puntos porcentuales en las muestras tomadas de los últimos tres años y medio. El máximo data de 2015, y el mínimo de 2016. A fecha de hoy está dos décimas por encima de la media de la muestra seleccionada, que es 37,5%. Conclusión; estable.

Las opciones “Comunidad Autónoma” (sin entrar a especificar si con mayor o menor número de competencias) y “Estado dentro de una España Federal” se van alternando y, como vemos, este último estudio es la opción autonómica la que sobresale con casi 7 puntos de diferencia sobre el modelo federal. De hecho, sumadas ambas opciones, sólo bajaron del 50% en el estudio de diciembre de 2015, en el que decíamos que la opción independentista alcanzaba su máximo de la serie.

Como ya dijimos aquí hace unas semanas, el problema del modelo federal es que ahora mismo no está desarrollado como propuesta, con lo que se queda algo vacío de contenido y, en los momentos de incertidumbre, uno se agarra a las realidades y no a los futuribles.

Pero el CEO va más allá y pregunta que, en caso de tener que elegir a sí o no, ¿qué postura tomaría por la independencia? Pues bien, sobre los mismos momentos en el tiempo, el resultado es el siguiente:

A lo largo de este tiempo, las dos únicas opciones, éstas se perseguían casi en paralelo, con cierta ventaja para la opción “No Independencia”. Ni siquiera en 2015, el pico del independentismo como opción entre 4 posibles, superaba a la otra opción. La mayor diferencia la estamos viviendo hoy en día y sigue siendo a favor del “No”.

Verán que la opción independiente, a cara o cruz, suma más adeptos que la misma dentro de una propuesta con más posibilidades. Entendemos que esto es posible como consecuencia de lo comentado arriba: los encuestados que preferirían un estado federal, al ver que no se desarrolla esta posibilidad, inclinan hacia la independencia.

De aquí extraemos de nuevo que la opción federal (o puede que una mayor autonomía) es una propuesta a explorar porque parece un terreno fértil y podría arrastrar a aquellos que, ante sólo dos opciones, se van hacia la independencia pero que, ante más escenarios, prefieren seguir dentro de España.

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Además, no creemos que sea retorcido creer que el planteamiento del Govern y de la CUP a la hora de definir la pregunta y posibles respuestas del referéndum, sea ajeno a esta respuesta. Como decíamos antes, las opciones federal y autonómica unidas superan en repetidas ocasiones un 50% de las respuestas favorables, algo que la independencia no logra en ningún caso.

Por lo tanto, es más fácil, para los intereses independentistas, convencer a potenciales votantes en escenarios dicotómicos que en escenarios más amplios: a fin de cuentas, la incertidumbre ante la posibilidad de un estado federal (sin un planteamiento real y sólo como propuesta nominal por parte del PSC) y la de la independencia, seguro que, para muchos, ésta resulta más “sexy”.

Veamos qué decían las encuestas de GAD3 y Metroscopia. Pero, más que fijarnos en los resultados partido a partido, vamos a agregar esos resultados por los partidos que abogan por la independencia sí o sí y el resto.

Tomamos como “sí o sí” a ERC, PDeCAT y CUP y consideramos que Catalunya Sí Que es Pot (o Un País en Comú) está en el otro grupo porque aún no se ha manifestado de forma clara y por afirmar que su táctica pasa por crear “múltiples soberanías que logren una amplia mayoría” (la tan de moda hegemonía), sumado a que sus socios de Podemos abogan por la plurinacionalidad, que no es independentismo.

Si revisan las encuestas de ambas agencias hay coincidencias y disparidades en cuanto a la intención de voto a según qué partidos, pero en el agregado… no tantas.

Como consecuencia de las distintas selecciones de muestra hay ciertas divergencias respecto a la ideología, pero casi coincidencia a nivel de qué se quiere para Cataluña como territorio. Es evidente que los márgenes son similares a los que hemos visto arriba y, por tanto, estrechos.

Podríamos pensar que un cambio en la postura de Los Comunes podría decantar la balanza hacia el SÍ, pero esta afirmación hay que cogerla con mucha precaución, ya que a lo mejor la dirección de ese razonamiento es equivocado y el más plausible es el que llega en sentido contrario.

La situación puede cambiar y evolucionar (o involucionar, según consideren los lectores)

¿Por qué? Pues porque, como hemos comentado, el posicionamiento frente a la independencia es bastante estable pero no así el del voto, con lo que un cambio en el posicionamiento podría implicar fuga de votos y no al contrario.

La situación puede cambiar y evolucionar (o involucionar, según consideren los lectores). Se habla de la brecha generacional a favor del independentismo, pero a medida que se cumplen años se incrementa la probabilidad de mutar los posicionamientos. A lo mejor conscientes de ello, es por lo que se hacen propuestas para adelantar la edad de voto a los 16.

Una proclamación unilateral (y federal, que no independentista) ya la intentó Companys en octubre 1934 y terminó con sindicalistas armados, mossos contra militares, Companys y Tarradellas atrincherados y posteriormente encarcelados, órdenes extremas de Lerroux, casi 50 muertos, la autonomía suspendida por el Gobierno de la República y la mayor parte de los barceloneses a cubierto en sus casas.

Hubieran sido más los muertos si el General Batet hubiera obedecido a raja tabla las órdenes del Gobierno de Lerroux, pero Batet, con todo el criterio, decidió esperar y negociar evitando así un baño de sangre aún mayor. Batet, fiel a la República tras el alzamiento, murió fusilado por el bando nacional.

Así que, volviendo a los estoicos, a Nietzsche y a Asterión, los argumentos, frases, eslóganes… los pasillos del laberinto son muchos y se deambula por ellos vez tras vez, pero las posiciones parecen estables; sólo hay un aljibe, un patio o un pesebre.

El eterno retorno es una explicación filosófica del tiempo iniciada por los estoicos, continuada por Nietzsche, quién dijo que no sólo son los hechos los que se repiten, sino también las ideas y pensamientos de forma repetida e infinita. Posiblemente de ellos tomara Borges ideas para construir La Casa de Asterión.