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No era suficiente con los partidos; ahora el problema va a ser la democracia
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No era suficiente con los partidos; ahora el problema va a ser la democracia

Un estudio de Pew Research destaca que aquellos países mejor posicionados económicamente muestran mayor compromiso con la democracia representativa

Foto: Últimas elecciones generales en España. (EFE)
Últimas elecciones generales en España. (EFE)

En estos días, en los que Roger Federer o Stan Wawrinka serían los mediadores ansiados por el 'president' Carles Puigdemont, ya que saben de pelotear y son de un país neutral con larga tradición en referéndums, hemos decidido alejarnos un poco del problema y ver percepciones, no sobre los partidos ni las elecciones, sino sobre el sistema en sí.

Así que, tal y como solemos hacer cuando necesitamos oxígeno, nos hemos ido a Pew Research y hemos encontrado un nuevo estudio realizado a nivel mundial titulado 'Globalmente, amplio respaldo a la democracia directa y representativa', firmado por Wike, Simmons, Stokes y Fetterolf.

En el estudio se plantea a los encuestados que den su opinión sobre cinco sistemas de gobierno distintos: la democracia representativa, la democracia directa, un consejo de expertos, el Gobierno de un líder fuerte o un Gobierno militar. El estudio se realiza a nivel mundial e incluye países desde Canadá a Tanzania. ¿Sorpresas? Unas pocas. ¿Paradojas? Sí, en apariencia, no si se rasca un poco la superficie.

Empecemos por la visión general, y esta es cómo se percibe a nivel global cada uno de los tipos de gobierno enumerados arriba.

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Ante la pregunta de si el encuestado considera una buena o mala forma de gobierno cada una de esas opciones, hemos extraído las tres primeras y vemos que la democracia representativa es la que más aceptaciones reúne y menor percepción tiene como una mala forma de gobernar un país.

Muchos pensarán que ese 17% se debe a países sin tradición democrática, ya que la encuesta es a nivel global, así que déjennos sorprenderlos: en España la democracia representativa la ven mala o muy mala un 22% de los encuestados (mayor que el agregado mundial) y es ese mismo coeficiente el que ve en España como mala o muy mala una forma de gobierno basada en la democracia directa (menor que el agregado mundial).

En Alemania, la representativa la ven mal o muy mal un 8%; en Canadá un 10%; Suecia un 7%, y en EEUU un 13%. Respectivamente, la democracia directa la ven mal o muy mal el 25%, 28%, 41% y un 31% de los encuestados. ¿El país que tiene menor consideración por la democracia representativa? Colombia, con un 39%.

Es mayor el número de personas que se muestran insatisfechas con cómo funciona la democracia en sus países que las que piensan que es adecuada

Pero abundando en el rechazo, hay dos países que valoran muy mal ambas formas de gobierno democrático, que son Jordania y Túnez. Un 36% de los jordanos rechaza la representativa y un 55% la directa, por un 39% y 57% de los tunecinos.

Completando las opciones, y de nuevo a nivel global, un 71% del total de encuestados rechaza un Gobierno a cargo de un líder fuerte y un 73% el Gobierno militar. En España, estas opciones se muestran con un 84% y un 86% de rechazo.

De todas formas, y como corolario a estos datos a nivel mundial, decir que es mayor el número de personas que se muestran insatisfechas con cómo funciona la democracia en sus países (52%) que aquellas que piensan que es adecuada (46%).

Vamos a nuestro entorno geográfico y cultural y, para empezar a tratar esta parte, enlacemos con la última pregunta que hemos analizado.

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Solo tres países europeos muestran grados de insatisfacción por debajo del 30%, y son Suecia, Holanda y Alemania, y ninguno en Europa toca el intervalo de los 30, salvo Rusia (si consideramos al país que se extiende a lo largo de dos continentes como parte del nuestro).

Estados Unidos muestra un grado de insatisfacción del 51%, y no es difícil de entender si consideramos los resultados de las últimas elecciones presidenciales. Recuerden que ganó Trump (esto no se le escapa a nadie), pero con casi tres millones de votos menos que Clinton y, de hecho, más de cuatro millones menos solo en California. El votante demócrata o el no votante de Trump no parece sentirse muy contento con el sistema americano a día de hoy.

España se ubica en un 74% de insatisfacción, y esto lo equipara con el global de América Latina (73%), que presenta, en números similares, a Perú y Venezuela con el 73% o Chile con un 78%. El dato global para Europa es de un 50% de no satisfechos y un 48% de satisfechos con el sistema (sin contar Rusia en el cómputo).

¿Quieren saber qué países tienen a los ciudadanos más satisfechos con sus sistemas políticos? Suecia, India y Tanzania, todos con un 79%, y no hay un coeficiente mayor en todo el estudio. De hecho, en general, Asia-Pacífico es la que más contenta se muestra a nivel político. En este entorno, el país más descontento es Corea del Sur, y no es de extrañar con casos de corrupción como el de su expresidenta y el heredero de Samsung que han llevado, entre otras circunstancias, a un vuelco electoral.

A partir de aquí, y teniendo en cuenta que nuestro sistema y el de nuestro entorno es la democracia representativa, veamos qué grado de aceptación presenta por países.

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Aquí se realiza un estudio en el que se pregunta por el grado de compromiso con la democracia representativa frente a cualquier otra forma de gobierno de las nombradas al principio del artículo que, recordemos, eran democracia directa, gobierno de expertos, un líder fuerte o un Gobierno militar.

Para distinguir algo más, se ha puesto fuera del rango de compromiso a aquellos que directamente quieren algo fuera de la democracia. Tengan en cuenta que no es o democracia representativa o directa (esto ya lo vimos más arriba), es responder en función del grado de convencimiento respecto a la forma actual de gobierno.

Varias cosas a resaltar, como que en Rusia un 22% de la población prefiere una solución no democrática, pero es que España no está lejos, ya que se separa cinco puntos para situarse segunda en el 'ranking' de esta opción, con un 17%, seguida de Hungría, con un 15%. En los números de España están Kenia (17%) o Nigeria y Argentina (18%).

A lo mejor entrar en un sistema de democracia directa provocaría hastío en un periodo breve y, entonces, la representativa sería mejor valorada

De nuestra muestra 'occidental', solo Suecia toca por encima del 50% y, junto a Canadá, Alemania, Holanda y Grecia, presenta una mayoría que elige la democracia representativa frente a cualquier otra forma democrática.

Pew Research destaca en su estudio que aquellos países mejor posicionados económicamente muestran mayor compromiso con la democracia representativa, de igual forma que la democracia directa enlaza más con las posiciones populistas.

Apostamos a que al inicio del artículo el lector no consideraba llegar a ver índices tan bajos con respecto a la aceptación general de algo que consideramos tan metido en el agua, tan propio a nuestro entorno. Puede que sea porque lo normal no se aprecia en lo que vale hasta que no te falta. A lo mejor entrar en un sistema de democracia directa provocaría hastío en un periodo breve de tiempo y, entonces, la representativa sería valorada en mayor medida, pero esto no dejan de ser meras especulaciones y supuestos.

Para el lector que haya llegado hasta aquí con esa sensación, dejarle una nota de optimismo: en el estudio de 'The Economist' 'Democracy Index 2016', España se sitúa dentro de las denominadas 'full Ddemocracies' en el puesto 17, justo por detrás de Reino Unido, con una puntuación de 8,30. Para los curiosos, decir que el país que mejor puntúa es Noruega, con un 9,93.

En estos días, en los que Roger Federer o Stan Wawrinka serían los mediadores ansiados por el 'president' Carles Puigdemont, ya que saben de pelotear y son de un país neutral con larga tradición en referéndums, hemos decidido alejarnos un poco del problema y ver percepciones, no sobre los partidos ni las elecciones, sino sobre el sistema en sí.

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