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El 'establishment’ del PSOE apuesta por Patxi López como recambio de Rubalcaba
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Gonzalo López Alba

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El 'establishment’ del PSOE apuesta por Patxi López como recambio de Rubalcaba

 A día de hoy, Patxi López es el preferido por el establishment del PSOE para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato en las elecciones generales de 2015, con el alcalde de

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A día de hoy, Patxi López es el preferido por el establishment del PSOE para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato en las elecciones generales de 2015, con el alcalde de Toledo, Emiliano García Page, como segunda opción. La élite que detenta el poder socialista descarta prácticamente a Carme Chacón por “sus circunstancias” catalanas y, temerosa de que se repita “una aventura a lo Zapatero”, considera prematura la apuesta por Eduardo Madina, aunque el joven diputado vasco cuenta también con destacados apoyos entre notables del partido, incluso de la vieja guardia.

A pesar de los esfuerzos de la dirección por diferir lo más posible el debate sobre los asuntos internos, el melón está irremisiblemente abierto. “Ya no podemos dejar pasar más tiempo sin hablar de lo nuestro y establecer un calendario concreto”, reconoce un miembro de la Ejecutiva tras la resaca del estallido en público de las fuertes diferencias que mantienen Rubalcaba y José Antonio Griñán, en medio de un vía crucis electoral que tendrá su próxima estación en Cataluña.

La estrategia de Rubalcaba de ir al tran tran, en la confianza de recoger la fruta madura del desgaste de Mariano Rajoy, se ha demostrado equivocada, según indican todas las encuestas y ha calado en el ánimo colectivo de los socialistas. Lejos de rehabilitarse como alternativa, el PSOE se ha situado en la senda de convertirse en un problema más, precisamente por ausencia de una alternativa creíble y consistente al PP.

La élite dirigente quiere propiciar una opción “de consenso” para evitar unas primarias con muchos candidatos

Rubalcaba ha optado por el silencio (capital político de primera magnitud), pero la mayoría de quienes han tenido la ocasión de hablar con él en las últimas semanas no albergan dudas de que ya ha asumido que no podrá volver a ser el candidatoelectoral y que su etapa al frente del PSOE se juzgará por su capacidad de gobernar la transición hacia un nuevo liderazgo. El meollo de la cuestión es cuándo y con quién, factores que están más estrechamente ligados de lo que pudiera parecer.

Buena parte de la élite dominante se arrepiente de haber aprobado en el último congreso la elección del candidato presidencial en primarias abiertas a los simpatizantes y hay quien aboga por buscar fórmulas para revisar el acuerdo (formalmente sólo podría hacerlo otro congreso), restringiendo al máximo el cuerpo electoral o incluso improvisando soluciones alternativas como unas primarias a dos vueltas (entre los militantes primero y, después, con los simpatizantes).

El “lío” de las primarias

“Rubalcaba y Chacón no fueron conscientes del lío en que nos hemos metido. Lo primero es el partido y no podemos permitir que se rompa en pedazos”, sostienen algunos dirigentes con el argumento de que bien podría darse la situación de una competición entre tres o cuatro candidatos, en la que el ganador obtuviera sólo el respaldo de poco más del 20 o el 30% del cuerpo electoral.

Ante esa perspectiva, ya hay incipientes movimientos encaminados a propiciar un “candidato de consenso”. Y en esta perspectiva es donde, de nuevo, ha vuelto a cobrar fuerza el nombre de Patxi López, en la creencia de que si él se postula no lo harían Chacón (que perdería muchos de los apoyos que tuvo para enfrentarse a Rubalcaba, como el del madrileño Tomás Gómez) ni Madina (tendría que enfrentarse al secretario general de su federación). Pero Patxi López no deja de ser un dirigente joven que ha sido protagonista de un proyecto que se ha quedado viejo, como él mismo ha reconocido. Una opción demasiado conservadora para el big-bang que muchos juzgan imprescindible.

La elección en 2013 entorpecería las opciones del exlehendakari, obligado a encarrilar antes el socialismo vasco

El laberinto de Patxi López

Rubalcaba quiere esperar a que se hayan celebrado las elecciones europeas del verano de 2014 para convocar las primarias, pero son mayoría los partidarios de no retrasarlas más allá de comienzos de ese año.

Alargar el statu quo actual favorece las expectativas de Patxi López, que a corto plazo se siente política y moralmente obligado a seguir en el País Vasco. El exlehendakari es el único cemento capaz de cohesionar en estos momentos a un PSE desnortado, con un proyecto caducado que ha perdido votos hacia Bildu y el PNV, relegado al papel de segundo partido de la oposición, con un poder municipal muy menguado y un grupo parlamentario plagado de exconsejeros y no todos bien avenidos. En estas circunstancias, López se ve forzado a presentarse a la reelección como secretario general del PSE. Eso ocurrirá a finales de enero o comienzos de febrero de 2013. Antes de tomar rumbo a Madrid, necesitará al menos un año para encarrilar su propio relevo.

Sea quien sea el elegido, el problema de liderazgo no quedará cerrado con las primarias. La mayoría cree que Rubalcaba querrá, como ha dicho públicamente, seguir de secretario general hasta 2016, pero también opina que si el candidato elegido en primarias no fuerza a continuación la convocatoria de un congreso extraordinario (como hizo Griñán en Andalucía) acabará como José Borrell (que en 1999 tuvo que renunciar a la candidatura, que volvió a recaer en el secretario general,Joaquín Almunia). Entonces, la bicefalia acabó en acefalia.

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A día de hoy, Patxi López es el preferido por el establishment del PSOE para sustituir a Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato en las elecciones generales de 2015, con el alcalde de Toledo, Emiliano García Page, como segunda opción. La élite que detenta el poder socialista descarta prácticamente a Carme Chacón por “sus circunstancias” catalanas y, temerosa de que se repita “una aventura a lo Zapatero”, considera prematura la apuesta por Eduardo Madina, aunque el joven diputado vasco cuenta también con destacados apoyos entre notables del partido, incluso de la vieja guardia.

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