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PSOE y PSC reinventan su matrimonio para seguir juntos
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Gonzalo López Alba

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PSOE y PSC reinventan su matrimonio para seguir juntos

 El PSC seguirá participando en los congresos del PSOE, pero con una “delegación” en vez de, como hasta ahora, con un número de delegados proporcional al

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El PSC seguirá participando en los congresos del PSOE, pero con una “delegación” en vez de, como hasta ahora, con un número de delegados proporcional al de sus militantes, lo que en la práctica supondrá un importante recorte de su capacidad de influencia. Esta es, a la espera de que el acuerdo se formalice por los correspondientes órganos de dirección, la novedad que introducirá el nuevo protocolo de relaciones entre los dos partidos.

El cambio parte, precisamente, del reconocimiento explícito de que PSOE y PSC son dos partidos, algo que siempre ha sido así pero que no siempre se traducía en el funcionamiento práctico. El nuevo modelo, todavía condicionado al grado de acuerdo final en torno al proyecto de reforma federal que el Consejo Territorial tiene previsto aprobar el 6 de julio, es similar al que el PSOE mantiene con las Juventudes Socialistas, que gozan de autonomía pero participan en los congresos del PSOE y están representadas en el Comité Federal (seis miembros) y en la Ejecutiva, con un miembro 'nato' (su secretario general).

Los delegados que participan en los congresos del PSOE son elegidos por las distintas federaciones territoriales de forma proporcional a su militancia, distribución en la que también ha participado hasta ahora el PSC en igualdad de condiciones. La traducción ha venido siendo que, a pesar de ser un partido diferente, el PSC tenía la segunda representación territorial más numerosa en los congresos del PSOE, sólo por detrás de Andalucía. Así, en el último, celebrado en febrero de 2012, los andaluces aportaron 234 delegados, seguidos por los catalanes con 101, valencianos con 87 y madrileños con 79. En  los cónclaves federales participan además “delegaciones” de las Juventudes, con 20 representantes; de agrupaciones sectoriales, con 16; y de las federaciones de Europa y América. El PSC pasaría a formar parte de este segundo bloque de representación, con un cupo pactado de delegados.

Rubalcaba vuelve a reunirse hoy con los ‘barones’ para ultimar su proyecto de reforma federalEl proyecto de nuevo protocolo no prevé más cambios de fondo. Los diputados del PSC se integrarán en el Grupo parlamentario Socialista del Congreso, que seguirá siendo único (está previsto que José Zaragoza regrese a la dirección tras la Conferencia Política del otoño). Y el PSC seguirá teniendo representación en el Comité Federal y en la Ejecutiva del PSOE, donde tiene dos asientos. El PSOE, por su parte, seguirá asistiendo a los congresos del PSC sólo en calidad de “invitado” y sin representación directa en sus órganos de dirección.

Aunque todo esto se mantenga igual, el cambio referido al principio implica que el PSC mantendría el mismo nivel de autonomía, pero perdería influencia en las decisiones del PSOE en relación con la que le permitía el protocolo vigente desde 1977, a pesar de que su negociador, Alfonso Guerra, ha sido en los últimos años uno de los más beligerantes con los socialistas catalanes. Traducido a la práctica, de haber estado implantado este modelo de relación en el 38 Congreso, Carmen Chacón habría perdido la ventaja que le daba por su origen contar con el apoyo de la mayoría de los delegados catalanes o, visto desde otro ángulo, cualquier miembro del PSC que quisiera aspirar al liderazgo del PSOE partiría de una situación de desventaja.

Debilidad electoral

En un contexto de creciente debilidad electoral del socialismo catalán, el PSC se garantiza que no tendrá en Catalunya una competencia directa del PSOE con marca propia. Según la última encuesta del Centre d’ Estudis d’ Opinió de la Generalitat, si ahora se celebraran elecciones autonómicas se agudizaría su retroceso (cuatro diputados menos), pero el declive se plasmaría también en elecciones generales con un fuerte impacto sobre las expectativas del PSOE para recuperar el poder. Los socialistas catalanes, que llegaron a aportar 25 diputados en 2008, ahora sólo obtendrían 10 (tienen 14), según la citada encuesta.

Su declive electoral aparece directamente vinculado no sólo al fallido experimento del tripartito, sino sobre todo al estallido del debate soberanista, que ha colocado al PSC en un bocadillo entre el nacionalismo catalán de CiU y ERC y el nacionalismo español del PP y Ciutadans, con ICV disputándole el espacio de la "tercera vía” que intenta abrir Pere Navarro.

Un "giro copernicano"

Desde la dirección del PSOE se subraya ante el PSC que, para ayudar a que recupere la “centralidad” y el papel de puente entre España y Cataluña, el partido ha hecho “un giro copernicano” con la propuesta de reforma constitucional impulsada por Alfredo Pérez Rubalcaba en consonancia con el planteamiento federalista que vienen reivindicando los socialistas catalanes. Para favorecer este acuerdo, se incluirán en el documento final algunas de sus reivindicaciones, como una mayor descentralización judicial, que también ha planteado Andalucía, y habrá alguna fórmula “semántica” para resolver otras diferencias. Así, por ejemplo, el PSOE está dispuesto a asumir el reconocimiento de referendos territoriales, pero para materias que no conviertan a Cataluña en sujeto político; es decir, no para la secesión.

La línea roja sigue estando en el “derecho a decidir”, un eufemismo inventado por los nacionalistas para sortear la realidad legal de que el derecho de autodeterminación sólo está reconocido internacionalmente para situaciones colonialistas, pero que, según reconocen los propios dirigentes del PSC, no tiene traducción al inglés, que es tanto como decir que no tiene encaje jurídico. Sin embargo, esa expresión se ha convertido en un caballo de Troya para los socialistas porque, según el CIS catalán, casi el 80% de los votantes del PSC –aproximadamente el mismo porcentaje que entre el conjunto de los catalanes- se muestran a favor del “derecho a decidir”, aunque también se manifiestan mayoritariamente en contra de la independencia.

Si el PSC tiene un problema de encaje, no menor es el que tiene el PSOE porque el territorial es un asunto “transversal” que divide al electorado de izquierdas y el debate se plantea en un momento en el que, al socaire de la crisis económica, crecen los partidarios de la recentralización. Según el CIS, en 2011 sólo el 17,2% de los españoles era partidario de un Estado centralizado, pero en diciembre de 2012 los partidarios de suprimir las autonomías crecían hasta el 24,6 %.

Así las cosas, Rubalcaba ha convocado para hoy una segunda reunión de barones para ultimar el proyecto de reforma constitucional antes de someterlo la semana próxima a la Ejecutiva, como paso previo al Consejo Territorial. El secretario general ya se reunió el lunes pasado con los seis que forman parte de la Ejecutiva, entre los que no está Pere Navarro. Hoy lo hará con los restantes, aunque en la cita volverán a estar también José Antonio Griñán, como presidente del partido, y Javier Fernández, en calidad de presidente del Consejo Territorial.

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El PSC seguirá participando en los congresos del PSOE, pero con una “delegación” en vez de, como hasta ahora, con un número de delegados proporcional al de sus militantes, lo que en la práctica supondrá un importante recorte de su capacidad de influencia. Esta es, a la espera de que el acuerdo se formalice por los correspondientes órganos de dirección, la novedad que introducirá el nuevo protocolo de relaciones entre los dos partidos.