Es noticia
PSOE: la casa de los líos
  1. España
  2. Interiores
Gonzalo López Alba

Interiores

Por

PSOE: la casa de los líos

Lo que en el PSOE andaluz es visto como una 'jugada de libro' para, poniéndose a la vanguardia de la renovación, asegurar la continuidad de la

Lo que en el PSOE andaluz es visto como una 'jugada de libro' para, poniéndose a la vanguardia de la renovación, asegurar la continuidad de la hegemonía socialista en Andalucía y afianzar la de Andalucía en el PSOE con vistas al futuro inmediato, en otros territorios y de modo especialmente acentuado en Ferraz, se recibió como la llegada de una nueva tormenta.

placeholder

“Un lío”, como poco. Esta fue ayer la primera reacción general de los socialistas a la decisión de José Antonio Griñán de precipitar su relevo al frente de la Junta de Andalucía y, en segunda instancia, del PSOE andaluz. Pero no es “un lío”, sino “otro lío”. Cada vez que Alfredo Pérez Rubalcaba parece haber puesto orden en el  barullo y encauzado la estrategia de oposición, se produce algún acontecimiento que vuelve a colocar el foco sobre los asuntos internos del PSOE, convertido en 'la casa de los líos' desde que el liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero entró en barrena en 2011.

El anuncio de Griñán convulsionó a la familia socialista entera. Primero, porque no estaba en el guion: se daba por descontado que no optaría a la reelección en los próximos comicios autonómicos, pero nadie -fuera de Andalucía- esperaba que lo anunciara con tanta antelación. Y, segundo, porque quien hasta ahora ha sido el principal factor de estabilidad para Rubalcaba, ayer se convirtió por sorpresa en un nuevo factor de desestabilización interna.

Rubalcaba, a quien el anuncio oficial ante el pleno del Parlamento andaluz le cogió en Bruselas, en una reunión del Partido Socialista Europeo, se apresuró a intentar atajar las especulaciones sobre el impacto que el movimiento de Griñán puede tener en su propio calendario: “No va a cambiar el calendario del PSOE”. Puede que así sea en la práctica, aunque ayer la duda era generalizada, pero, en todo caso, ya ha tenido un impacto de repercusión impredecible: alteró el medio ambiente y, cuando parecía haber llegado un tiempo de calma chicha, volvió a estallar una nueva tormenta.

Además, la decisión de Griñán de impulsar la convocatoria inmediata de primarias para elegir a su sucesor da nuevos argumentos a otros secretarios regionales que venían reclamando sin éxito ante la Ejecutiva federal que se les permita adelantar las primarias en sus territorios para investirse cuanto antes de la condición de candidatos con vistas a los comicios de 2015. Ayer ya invocaban este precedente y en el Comité Federal convocado para el día 13 no sólo estarán en el orden del día las primarias en Andalucía, sino también las de Galicia para elegir a su nuevo secretario general. Y una vez prendida la mecha… Pulsar el sentimiento de las federaciones fue ayer la prioridad en Ferraz.

“Aunque Griñán no haya tomado la decisión en clave interna, ha marcado el camino…”, adelantaba ayer uno de estos dirigentes, que juzga bastante improbable que ahora Rubalcaba pueda seguir posponiendo las primarias para elegir al candidato presidencial hasta después de las elecciones europeas de mayo de 2014. Si lo hace, puede encontrarse entre medias con un rosario de primarias autonómicas fuera de control cuando su pretensión era que todas las de ámbito municipal y regional se celebraran simultáneamente. Y entre los aspirantes al liderazgo nacional, Carmen Chacón se apuntó a subrayar la apuesta de Griñán por la “renovación generacional”.

La operación busca asegurar la hegemonía socialista en Andalucía y la de Andalucía en el PSOEUnas primarias bajo control

Griñán venía desde hace varias semanas dejando caer pistas sobre sus intenciones, pero sólo cuando las hizo públicas ayer sus interlocutores pudieron atar cabos. El hilo de estas reflexiones era la conveniencia de que los representantes de la vieja guardia del partido dieran “un paso atrás para facilitar la renovación generacional”, algo en lo que el presidente andaluz venía trabajando desde que tomó el relevo de Manuel Chaves. Así se justifica la promoción de Susana Díaz, que parte como favorita para la sucesión en todas las quinielas, y Mario Jiménez, al que, si se confirma aquella opción, ya es visto como el hombre de Andalucía en Madrid tras el próximo congreso federal -el socialismo andaluz siempre ha tenido como objetivo el control de la Secretaría de Organización-.

La operación de relevo impulsada por Griñán tiene todos los visos de ser de largo alcance y poliédrica. Por lo pronto, el PSOE andaluz se pone a la vanguardia de la renovación interna y lo hace con tiempo suficiente para, teniendo además el gobierno autonómico, convertirse en la referencia con vistas a las primarias presidenciales y, sobre todo, al próximo congreso federal. Frustrados los intentos de insertar en la Ejecutiva de Rubalcaba a un hombre de Griñán, en los próximos meses Griñán se convertirá en el hombre de Andalucía en Ferraz. Presumiblemente, una vez que deje la presidencia de la Junta, habrá un presidente del PSOE distinto al que ha sido hasta ahora Griñán.

Lo que sorprendió en Madrid estaba atado y bien atado en Andalucía. Si no fuera así, sería imposible improvisar unas primarias para el mes que viene o, a lo más tardar, para septiembre, según el plan previsto. Con este calendario se pretende dificultar, si no impedir, que emerja una candidatura alternativa a la de Susana Díaz. Serán unas primarias 'controladas'.

El factor Izquierda Unida 

Más allá de su propia explicación -“sólo nuevos pilotos nos llevarán a nuevos horizontes”-, fuentes socialistas señalan que en el ánimo del presidente andaluz han pesado de forma definitiva razones personales y familiares, pero no han sido las únicas. Sus compañeros barajaban ayer una panoplia de factores coadyuvantes, como la hostilidad social suscitada por el destape de la trama de los ERE, difícil de soportar para un político con una trayectoria mucho más institucional que partidaria; la amenaza de intervención económica del Gobierno de Rajoy y su inquietud por asegurar la continuidad de la hegemonía socialista en Andalucía. Es en este marco, que aparece estrechamente vinculado al impulso de una renovación generacional, donde aparece el 'factor Izquierda Unida', que, a juicio de muchos de sus compañeros, puede haber tenido una influencia no menor.

Hasta ahora, la coalición con IU ha funcionado sin sobresaltos, pero los socialistas manejan indicios para pensar que el horizonte puede variar. Griñán no está dispuesto a gobernar al dictado de IU ni tampoco a que lo parezca, y aunque el entendimiento ha sido bueno, su vicepresidente, Diego Valderas, ya no es el coordinador regional de IU, cargo que ha pasado a ocupar Antonio Maíllo.

En este contexto, entre los dirigentes socialistas se manejaban ayer dos escenarios posibles: que Griñán encargue a Susana Díaz, consejera de la Presidencia, la negociación de unos presupuestos que afiancen la alianza con IU y la refuercen personalmente como sucesora, o que se produzca un desencuentro que derive en una convocatoria anticipada de elecciones aprovechando que las encuestas otorgan ahora una amplia ventaja al PSOE –hasta 10 puntos- sobre el PP.

Lo que en el PSOE andaluz es visto como una 'jugada de libro' para, poniéndose a la vanguardia de la renovación, asegurar la continuidad de la hegemonía socialista en Andalucía y afianzar la de Andalucía en el PSOE con vistas al futuro inmediato, en otros territorios y de modo especialmente acentuado en Ferraz, se recibió como la llegada de una nueva tormenta.