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El PSOE perfora su suelo electoral
El PSOE perforó este domingo su suelo electoral con la peor derrota de su historia, en la que han confluido el declive del bipartidismo y la crisis -de proyecto y de liderazgo- que arrastran los socialistas desde que en 2010 protagonizaron el giro hacia
El PSOE perforó este domingo su suelo electoral con la peor derrota de su historia, en la que han confluido el declive del bipartidismo y la crisis –de proyecto y de liderazgo– que arrastran los socialistas desde que en 2010 protagonizaron el giro hacia las políticas de austeridad. A tenor de los resultados de las elecciones europeas, los ciudadanos siguen percibiendo al PSOE como parte del problema en lugar de como parte de la solución. Y Alfredo Pérez Rubalcaba queda políticamente herido de muerte porque la candidatura socialista, que pierde nueve euroescaños, la encabezaba ni más ni menos que su mano derecha, la vicesecretaria general Elena Valenciano.
Los resultados cosechados por el PSOE, con 3,5 millones de votos que representan el 23 por ciento, son su peor registro del periodo democrático. Hasta este domingo, el suelo electoral del PSOE estaba en el 27,79 por ciento de los votos obtenidos en las elecciones municipales de 2011, la primera convocatoria de ámbito nacional que se celebró tras los recortes aplicados por José Luis Rodríguez Zapatero para sortear el rescate europeo. Unos meses después, con Rubalcaba de candidato, en las elecciones generales mejoró ligeramente, hasta el 28,76 por ciento, con siete millones de sufragios, a casi cuatro del PP (en número de votos su peor registro correspondía hasta ahora a las municipales de 1979, cuando sólo consiguió 4,6 millones de ellos, pero su porcentaje fue del 28,17 por ciento).
En los anteriores comicios europeos, celebrados en 2009, un año antes de su propio austericidio, los socialistas obtuvieron el 38,78 por ciento, con seis millones de votos, a poco más de medio millón de sufragios del PP y con una diferencia final de tan sólo un escaño, a favor del partido conservador. Los socialistas tenían 23 eurodiputados (uno menos que el PP) y se han quedado en 14. Se mire por donde se mire, el varapalo ha sido mayúsculo. Y no sólo por su dimensión, sino también por la exitosa irrupción de otras opciones de izquierda.
El margen que se consideraba asumible para la actual dirección era una derrota por uno o dos puntos, y ese es su único, pero paupérrimo consuelo: el varapalo que también ha recibido el PP, del que se quedan a tres puntos. Ante la entidad del descalabro, se abre un escenario de inquietud e incertidumbre.
En Ferraz se vivía un ambiente de auténtico funeral, similar al que se respiraba entre los seguidores del Atlético al ver cómo se les escapaba en Lisboa el sueño de la Champions. Valenciano se anticipó a decir durante la campaña que no hay precedentes de que un líder político haya dimitido por una derrota en unos comicios europeos, pero el domingo, con el escrutinio ya cerrado, dejó todas las opciones abiertas, a expensas de lo que decida este lunes la Ejecutiva, a la que remitió “las decisiones que puedan derivarse”. La vicesecretaria general y candidata compareció con cara de circunstancias para reconocer que han cosechado un “muy mal resultado”. Rubalcaba hablará este lunes.
Fin de la tregua
El domingo caducó la tregua que Rubalcaba había pactado con los dirigentes territoriales, por un lado, y con los precandidatos para las primarias presidenciales, por otro. Seguramente cundirá el nerviosismo y habrá torbellinos, aunque la mayoría cree que a lo más que se puede llegar “razonablemente” es a adelantar algo la celebración de las primarias, inicialmente prevista para finales de noviembre.
Sólo ganan en Andalucía, Asturias y Extremadura
La otra posibilidad, la convocatoria de un congreso extraordinario, por la que abogan destacados miembros de la vieja guardia, pasa por la dimisión de Rubalcaba, pero es rechazada por los precandidatos para las primarias y sólo Susana Díaz tiene fuerza suficiente para provocarlo. Lo que pase en los próximos días y meses dependerá en gran medida de la posición que adopte la lideresa andaluza. Además de en Andalucía, el PSOE sólo ha logrado ganar en Asturias, donde también gobierna, y en Extremadura.
Pero no es la derrota del domingo en sí misma, sino la confirmación de que el PSOE no levanta cabeza con Rubalcaba, lo que hace que a los barones del partido, que serán los próximos en pasar el examen de las urnas, no les llegue la camisa al cuerpo. Susana Díaz ha salido reforzada al guiar a los socialistas andaluces a su primera victoria electoral en el último lustro, pero tampoco aquí el resultado fue para tirar cohetes. Aventajaron al PP en diez puntos, pero se quedaron por debajo del millón de votos, un listón que habían superado ampliamente en todas las convocatorias de los cinco años precedentes.
Cuenta atrás para las primarias
Rubalcaba queda herido de muerte y Valenciano no descarta ninguna consecuencia
La Ejecutiva analiza este lunes lo ocurrido, pero la cuenta atrás para las primarias es ya un hecho y, si mantienen sus calendarios, el primero en saltar a la pista será el diputado madrileño Pedro Sánchez, que necesita de una campaña larga para darse a conocer, seguido de Carmen Chacón, que ya ha puesto fin a su estadía en Miami. Eduardo Madina no tiene prisa, por lo que podría esperar a que pasen las vacaciones de verano. La concurrencia de Patxi López sigue siendo una incógnita. Los resultados obtenidos por el PSE no le dejan en la mejor posición. En los anteriores comicios europeos, recabó el 27,78 por ciento de los votos, con un total de 202.885; el domingo, 104.515 votos, equivalentes al 13,78 por ciento.
El PSOE perforó este domingo su suelo electoral con la peor derrota de su historia, en la que han confluido el declive del bipartidismo y la crisis –de proyecto y de liderazgo– que arrastran los socialistas desde que en 2010 protagonizaron el giro hacia las políticas de austeridad. A tenor de los resultados de las elecciones europeas, los ciudadanos siguen percibiendo al PSOE como parte del problema en lugar de como parte de la solución. Y Alfredo Pérez Rubalcaba queda políticamente herido de muerte porque la candidatura socialista, que pierde nueve euroescaños, la encabezaba ni más ni menos que su mano derecha, la vicesecretaria general Elena Valenciano.