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Cataluña, el gran agujero negro del socialismo
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Gonzalo López Alba

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Cataluña, el gran agujero negro del socialismo

El hundimiento del PSC lastra al PSOE, a pesar de que resiste con fortaleza en Andalucía. Los socialistas catalanes dan por seguro que su candidato autonómico será Iceta, para “cerrar un ciclo”

Foto: Miquel Iceta y Pedro Sánchez. (EFE)
Miquel Iceta y Pedro Sánchez. (EFE)

La victoria del PSOE en las elecciones del próximo domingo en Andalucía, que coinciden en pronosticar todos los estudios demoscópicos, supondrá la confirmación de que, a pesar de su desgaste general, los socialistas resisten con fortaleza en la comunidad autónoma que más diputados aporta al Congreso (60 de 350) y también, en su composición actual, al Grupo Socialista (25 de 110). Pero, al mismo tiempo, subrayará que su gran agujero negro, desde el punto de vista territorial, está en Cataluña, la segunda comunidad que más escaños elige (47) y, también, más aporta a la bancada socialista (14).

La cuenta, y el estado de la situación, no sólo tiene importancia desde el punto de vista de las expectativas electorales globales del PSOE, sino también en clave del pulso latente por el poder interno. El desmoronamiento del PSC, derivado del coste de la gestión de los gobiernos tripartitos de Pasqual Maragall y José Montilla, y de su posición ante la deriva secesionista de Cataluña, ha sido un elemento clave en el hundimiento electoral del PSOE, tanto desde el punto de vista de la pérdida del espacio político que ocupaba como de la aritmética parlamentaria.

El hundimiento del PSC lastra al PSOE, a pesar de que resiste con fortaleza en Andalucía

La contribución del PSC fue determinante en los triunfos de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y 2008. Entonces, el PSC aportó 21 diputados en la primera de estas legislaturas y 25 en la segunda –su récord histórico–. Pero en 2011 se redujo a 14. Y, mientras que el PSOE andaluz resiste con firmeza, e incluso podría mejorar su posición tras el adelanto electoral decidido por Susana Díaz, las encuestas siguen apuntando a que el PSC continúa en caída libre. [En el ecuador de la campaña, desde el PSOE andaluz se sostiene que Díaz podría rozar los 50 escaños, quedándose a tan sólo cinco o seis de la mayoría absoluta (55), lo que habilitaría la posibilidad de completarla con el apoyo de IU o Ciudadanos, que entre la bases socialistas no suscitan el recelo que sí provoca Podemos, aunque encuestas independientes apuntan a que su tope ronda los 45].

Aunque la marca PSC-PSOE ha tenido tradicionalmente una prima de voto en las elecciones generales en comparación con las autonómicas, el barómetro de marzo de El Periódico de Cataluña pronostica para la convocatoria de septiembre una caída de los socialistas catalanes hasta la sexta posición en el Parlamento autonómico, con la pérdida de la mitad de los representantes que obtuvo en los anteriores comicios (pasarían de 20 a 10-11). Una estimación de voto similar le atribuye el Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat dado a conocer el viernes, también con 11-12 escaños, en práctico empate con la CUP, a la que se adjudican 10-11. Pero la estimación que voto que el ‘CIS catalán’ hace para unas elecciones generales es aún más demoledora para el PSC-PSOE, ya que vería reducida su representación de los 14 diputados actuales a 5-6, los mismos que el PP, una representación prácticamente testimonial.

Los socialistas catalanes dan por seguro que su candidato autonómico será Miquel Iceta, para 'cerrar un ciclo'

Cataluña y Andalucía han sido históricamente, por el peso poblacional de ambas comunidades y por la implantación del socialismo en ellas, los dos principales caladeros electorales del PSOE. Si se toman como referencia los resultados de 2011, cuando los socialistas obtuvieron 110 escaños, ambos territorios aportan el 35,45% del total, porcentaje del que corresponde a Cataluña el 12,72%.

Triple pinza: Podemos-Ciudadanos-ERC

Si en el conjunto de España la mayor fuga de votantes socialistas se produce hacia Podemos, en Cataluña están sometidos a una triple pinza: la que forman Podemos, en la clave ideológica izquierda-derecha; Ciudadanos, en la clave dialéctica soberanistas-unionistas; y ERC, que le ha mordido en ambas.

Hasta ahora el principal beneficiario había sido ERC, que ha jugado más a soberanista que a izquierda y ha fagocitado el socialismo maragallista. Pero la irrupción de Podemos y el despegue de Ciudadanos implican la aparición de dos nuevos competidores para el PSC. Un dato demoscópico corrobora que Ciudadanos no sólo es competencia para el PP: según los primeros análisis demoscópicos que incluyeron al partido de Albert Rivera, si la UPyD de Rosa Díez en Madrid robaba al PSOE un voto por cada dos que obtenía de la bolsa del PP, en Cataluña, por cada voto que Ciudadanos –partido “unionista” con ideología de centro-derecha– restaba al PP, obtenía otro de la bolsa del PSC-PSOE.

Si se mira sólo a Cataluña, el agujero es especialmente profundo en Barcelona (y dentro de la provincia, en la ciudad), donde se dirime la elección de 31 de los 47 diputados catalanes. En la Ciudad Condal, el PSC obtuvo 14 diputados en 2004, subió a 16 en 2008 y cayó a 10 en 2011.

La única ventaja para el PSC es que ahora, hecha la depuración interna con las sucesivas escisiones de los sectores proindependentistas, lo que queda, aunque sea menos, es más compacto y homogéneo.

El papel de Carmen Chacón

En las dos últimas elecciones generales, la cabeza de lista por Barcelona fue Carmen Chacón, reforzada con la cartera de Vivienda en la primera ocasión y, en la segunda, con la titularidad del Ministerio de Defensa. Chacón, que renunció al escaño para dedicarse un tiempo a la actividad académica en Estados Unidos, desde su regreso a España, que coincidió con su incorporación a la Ejecutiva del PSOE como secretaria de Política Internacional, ha intensificado de forma significativa su actividad política en Cataluña.

La explicación que se da en el entorno de la exministra es que es “muy reclamada” y, si siempre ha demostrado “su compromiso”, más en “circunstancias tan difíciles como las actuales”. Pero, sin negar esta circunstancia, fuentes del PSC apuntan a que le resulta imprescindible para mantenerse en la primera línea de la actividad política. Esto pasa por que repita en las próximas elecciones generales como cabeza de lista por Barcelona y, según las mismas fuentes, no le van a poner alfombra roja. “Habrá primarias y las ganará, pero tendrá que ganarse el puesto”, señalan desde el PSC.

El PSC no apoyaría como partido a Chacón si intenta competir con Sánchez por la candidatura presidencial

La hipótesis de que pudiera ser la candidata para las elecciones autonómicas de septiembre no se contempla. Ella siempre ha descartado esta opción y, además, carga con el sambenito de ser percibida como “catalana” en Madrid y como “madrileña” en Cataluña. Todo apunta a que el candidato será el primer secretario, Miquel Iceta, no sólo por falta de banquillo, sino también a partir del análisis de que “estamos en una periodo de transición hacia un fin de ciclo y lo que venga después de 2011 tendrá que ser una profunda renovación en la que no esté en la cabecera ninguno de los dirigentes que han sido referenciales hasta ahora”.

En cuanto a la posibilidad de que Chacón intente disputar la candidatura presidencial a Pedro Sánchez, desde la dirección del PSC se indica que, en el supuesto de que se planteara esa situación, a diferencia de lo que ocurrió cuando se enfrentó a Alfredo Pérez Rubalcaba en el congreso de Sevilla, no tendría el respaldo del socialismo catalán como lo tuvo entonces, de forma organizada y homogénea.

Para dar ese paso con alguna posibilidad de éxito, Chacón precisaría del respaldo de Susana Díaz, y el PSC se siente más cercano y está más cómodo con Pedro Sánchez y sus planteamientos para Cataluña que con las posiciones de “nacionalismo andaluz o español, según le convenga” de Díaz. Y, además, en estos momentos Chacón ha perdido la etiqueta de la renovación que tenía cuando compitió con Rubalcaba para convertirse en un exponente más de la vieja guardia del zapaterismo, periodo en el que fue vicepresidenta primera del Congreso y ministra por dos veces.

La victoria del PSOE en las elecciones del próximo domingo en Andalucía, que coinciden en pronosticar todos los estudios demoscópicos, supondrá la confirmación de que, a pesar de su desgaste general, los socialistas resisten con fortaleza en la comunidad autónoma que más diputados aporta al Congreso (60 de 350) y también, en su composición actual, al Grupo Socialista (25 de 110). Pero, al mismo tiempo, subrayará que su gran agujero negro, desde el punto de vista territorial, está en Cataluña, la segunda comunidad que más escaños elige (47) y, también, más aporta a la bancada socialista (14).

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