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El PSOE baraja un registro para miembros del PSC que quieran votar en sus primarias
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Gonzalo López Alba

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El PSOE baraja un registro para miembros del PSC que quieran votar en sus primarias

Los socialistas catalanes esperan recibir el día 27 una propuesta concreta para la revisión de su protocolo, tras 70 días sin ningún avance en la negociación

Foto: El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, el pasado 14 de noviembre en Ferraz. (EFE)
El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, el pasado 14 de noviembre en Ferraz. (EFE)

Un total de 70 días después de que el PSOE y el PSC decidieran crear una comisión mixta de trabajo para revisar su protocolo de relaciones, severamente dañado por la negativa de los socialistas catalanes a abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, todo sigue como estaba. Sus seis miembros han celebrado dos reuniones, sin que se haya producido ningún avance. En la primera, se hizo un esbozo del marco de negociación y en la segunda, se habló más de Cataluña y de política general que del asunto concreto para el que fueron comisionadas las dos delegaciones, encabezadas por el andaluz Mario Jiménez, en representación de la gestora, y Salvador Illa, secretario de Organización del PSC.

Los socialistas catalanes siguen a la espera de una propuesta concreta de la gestora, pero esta no acaba de llegar. En Ferraz se han manejado diversas fórmulas, pero ninguna se ha puesto todavía sobre la mesa, y la impresión dominante es que es así porque no dan con una que, sin llegar a la ruptura que nadie quiere, sea aceptable para las dos partes. El PSC preferiría dejar como está el protocolo vigente desde 1978 [aquí en PDF], pero entre los dirigentes del PSOE hay voces destacadas, como la del extremeño Guillermo Fernández Vara, que sostienen a capa y espada que “las cosas no pueden seguir exactamente igual después de lo que ha pasado” y, aunque con matices en la intensidad, de esta opinión participa la andaluza Susana Díaz.

La diferencia de planteamientos entre Díaz, López y Sánchez amenaza con convertir un asunto orgánico en motivo de controversia entre candidatos

No obstante, según diversas fuentes consultadas por este diario, hay una fórmula que podría prosperar: que los militantes del PSC que quieran votar en las primarias para elegir al secretario general del PSOE tengan que apuntarse en un registro previo, dejando como está la participación de los delegados del PSC en los congresos del PSOE, en igualdad de condiciones con los de las federaciones del PSOE.

Foto: Javier Fernández y Miquel Iceta, en su reunión en Ferraz del pasado 14 de noviembre. (EFE)

Solapamiento con las primarias

Dejar transcurrir el tiempo ha contribuido a apaciguar las aguas, pero la decisión empieza a ser urgente porque, con las primarias para la elección del secretario general del PSOE ya fijadas en el calendario, el asunto de la relación entre los dos partidos amenaza con convertirse en tema de debate entre los candidatos, oscureciendo otros de más interés para la ciudadanía.

Patxi López, el único que hasta ahora ha confirmado públicamente su candidatura, ya ha dicho que está por dejar las cosas como estaban, y en la misma posición está Pedro Sánchez, que en los últimos días ha vuelto a cotizar en el parqué socialista como casi seguro tercer candidato, empujado por quienes no ven en el exlendakari una alternativa de su agrado.


Susana Díaz, por su parte, es partidaria de introducir algún tipo de cambio, así que solo falta poner el plato de la controversia sobre la mesa, una comanda que tampoco conviene a su estrategia de integración porque, si se toman como referencia los resultados de las primarias de julio de 2014, el voto de los socialistas catalanes en ningún caso podría impedir su triunfo: en Andalucía, Pedro Sánchez —entonces candidato oficial— aventajó a Eduardo Madina —ahora en las huestes de Díaz— en 12.997 votos, mas de 3.000 sufragios por encima del conjunto de los 9.762 que los socialistas catalanes distribuyeron casi a partes iguales entre los tres candidatos en liza.

2017, año clave en Cataluña

El PSC espera recibir una propuesta concreta el próximo viernes, día 27, fecha para la que está convocada la tercera reunión de la comisión bilateral, porque “2017 va a ser un año muy complejo en Cataluña y no podemos estar con este asunto abierto”. Para intentar que cambie lo menos posible, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se ha embarcado en un 'tour' por “las Españas”, que el jueves le llevó a reunirse en Mérida con la ejecutiva regional del PSOE de Extremadura, previo paso por Andalucía, Comunidad Valenciana y Baleares.

Iceta intenta convencer a sus compañeros de que 2017 será decisivo en Cataluña, que los socialistas han de cerrar filas frente al secesionismo

Sabedor de que nadie quiere pagar el coste de la ruptura o de un alejamiento entre PSOE y PSC, Iceta intenta llevar al ánimo de sus compañeros del resto de España que lo que está en juego no es un asunto orgánico sino de política con mayúsculas, que se resume en: los socialistas no podemos presentarnos como puente de convivencia entre Cataluña y España si no somos capaces de convivir entre nosotros. Sobre todo cuando esto no se plantea en un escenario abstracto y de pizarra, sino en el muy concreto año de 2017, con un calendario político y judicial que los independentistas intentarán explotar para consumar la secesión.

Foto: El exlehendakari Patxi López, durante la presentación de su candidatura, este 15 de enero en la Fundación Diario Madrid, en el centro de la capital. (EFE)

Este es del discurso del PSC, que ya ha pagado un alto precio con varias escisiones, y, aunque renqueante, sigue siendo el único partido con pedigrí catalanista que se opone a la independencia. Pero, como dijo Javier Fernández en la última reunión del comité federal, los ciudadanos tienen derecho a saber con claridad absoluta si los socialistas quieren construir “un Estado federal que dé cobijo a la identidad, a la pertenencia y a la diversidad” o “que cambiemos un discurso que ha estado siempre enfocado a la igualdad para ahora centrarlo en la diferencia”.

Existe, pues, un debate político de fondo que va mucho más allá de lo meramente orgánico. Un debate con demasiado calado como para que lo resuelva una gestora.

Un total de 70 días después de que el PSOE y el PSC decidieran crear una comisión mixta de trabajo para revisar su protocolo de relaciones, severamente dañado por la negativa de los socialistas catalanes a abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy, todo sigue como estaba. Sus seis miembros han celebrado dos reuniones, sin que se haya producido ningún avance. En la primera, se hizo un esbozo del marco de negociación y en la segunda, se habló más de Cataluña y de política general que del asunto concreto para el que fueron comisionadas las dos delegaciones, encabezadas por el andaluz Mario Jiménez, en representación de la gestora, y Salvador Illa, secretario de Organización del PSC.

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