Díaz espera voto útil de López

A medida que avance el tiempo en la carrera por el liderazgo del PSOE, los partidarios de Susana Díaz creen que habrá un desplazamiento de “voto útil” en su favor desde la candidatura de Patxi López, que ha quedado emparedado y desdibujado en el duelo que libran la presidenta andaluza y el ex secretario general.

Aunque Díaz aparezca en las encuestas publicadas como la que menos simpatías suscita entre los votantes socialistas, estos no dan tanta importancia como los militantes a la unidad del partido y la irrelevancia en la que puede caer la centenaria organización si se ve desbordada por Podemos.

Es esta doble inquietud la que consiguió movilizar a gentes tan dispares y antaño enfrentadas ‘a muerte’ tras la bandera de la presidenta andaluza en el mitin en el que lanzó su candidatura el mes pasado en Madrid. A los más jóvenes les pareció un acto “casposo”, pero la mayoría de los que acudieron a la llamada de Susana Díaz lo hicieron como una obligación sentida. El PSOE solo ha sido importante cuando ha gobernando o ha estado en condiciones de ser alternativa de gobierno. El resto del tiempo estuvo desaparecido durante el franquismo o coquetando peligrosamente con los extremos, unas veces con Primo de Rivera y otras con los comunistas. Para los que tienen memoria, las del 21 de mayo no son unas primarias más, son unas “internas”, como ha dicho Josep Borrell.

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La levedad del PSC

En estas “internas” se ha sobrevalorado la influencia que pueden tener los militantes del PSC. A Pedro Sánchez le bastó con 3.648 votos suyos para ganar las primarias de 2014 en las que se enfrentó a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias. De hecho, el ex secretario general no ganó en Cataluña; lo hizo Madina, que le aventajó en tres puntos.

Eduardo Madina ganó a Pedro Sánchez en territorios que hoy se inclinan por el ex secretario general, como Cataluña, Baleares y Navarra

Pero, con los números en la mano, aunque los 9.762 afiliados catalanes que participaron en la votación hubieran apoyado a Madina, Sánchez también habría ganado porque su ventaja total fue de 16.366 votos. La victoria del ahora candidato a la reelección se sustanció en Andalucía, el único territorio donde superó el listón del 60 por ciento de los votos, con una diferencia de casi cuarenta puntos respecto de su más directo rival. Paradójicamente, Madina ganó en algunos territorios que ahora se han decantado por Sánchez, como Cataluña, Baleares y Navarra.

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Al PSC se le ha querido atribuir un papel decisivo en el resultado de las primarias socialistas, quizá por el efecto de un recuerdo inexacto del triunfo de Josep Borrell, que, aunque gozó del apoyo mayoritario de los socialistas catalanes militaba oficialmente en Madrid y tuvo detrás a los guerristas, cuando estos todavía se movían como un eficaz ejército; o por el impacto que en su día tuvo el aval de Pasqual Maragall a José Luis Rodríguez Zapatero, que ganó el 35º Congreso a José Bono también con un puñado de votos guerristas que desequilibraron la balanza, lo que fue posible gracias a que Andalucía era menos homogénea de lo que ahora es.

La influencia del PSC en las primarias del PSOE está sobrevalorada

Según el censo provisional para las primarias, podrán participar en la elección del nuevo secretario general del PSOE 14.332 socialistas catalanes, incluidos los afiliados a las Juventudes del PSC. De estos, fuentes de su estructura orgánica calcula que participaran en la votación unos 8.000. En 2014 votaron 9.762.

Miquel Iceta mantendrá hasta el final una actitud de neutralidad formal, pero el primer secretario del PSC es fiel a la tradición de su partido, que se siente más próximo de quien está más cerca de sus planteamientos y objetivos políticos. En el entorno de Iceta, que el día 18 presenta en Madrid su libro ‘Tercera vía. Puentes para el acuerdo’, se cree que “ganará de largo” Pedro Sánchez, pero otros dirigentes catalanes modulan este pronóstico: “Ganará Pedro, pero no tan de largo. Susana se lo está trabajando bien”.