¿Por qué Feijóo se va a Canarias en la recta final?

Si te preocupa Vox, vota PP. Si Vox no concurre en la provincia de Santa Cruz de Tenerife (porque la Junta Electoral no se lo ha permitido) y Ana Oramas tampoco, blanco y en botella, el horóscopo de Alberto Núñez Feijóo ha tomado nota de ambas ausencias, y le dicta que viaje a Canarias pocos días antes de la jornada de reflexión. Virgo, vete a las Islas y acertarás —podría leerse—. Sus cartas astrales, y los datos que maneja su equipo, han animado al candidato del PP a desplazarse a Canarias tres días antes de que finalice la campaña electoral. No es una decisión menor. Cuando se está en la recta final cada minuto cuenta, cada kilómetro en la agenda de un candidato dispara su valor en bolsa. Sabe Feijóo que las Islas son una plaza que obliga a salirse de la carretera durante un buen puñado de horas. Aun así, su equipo ha decidido incorporar dos mítines en el archipiélago coincidiendo con el momento en que cada frase, imagen, ciudad o gesto puede terminar facilitando u obstaculizando la carrera hacia Moncloa.

El líder del PP aterrizará en las Islas en apenas veinticuatro horas porque sabe que se juega un buen puñado de escaños —dónde no, dirán algunos, desconocedores de que Vox no pudo formalizar su candidatura al Congreso por la provincia de Santa Cruz de Tenerife al darse de baja parte de sus integrantes—. La Junta Electoral rechazó la primera semana de julio los recursos de los de Santiago Abascal y dejó a Vox sin dos probables escaños (o alguno más, quién sabe), actas que Feijóo pretende para reforzar su pretendida mayoría suficiente —parlamentarios que, con el mapa sobre la mesa, tendrá que disputarle a su pareja de hecho en el archipiélago, Coalición Canaria—.

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Hay más. Vox no será el único ausente en la batalla que el domingo librarán las opciones que, en las Islas, el electorado encuentra al fondo a la derecha. El PP tampoco tendrá que vérselas con Ana Oramas, la diputada con más conocimiento, valoración y tirón en el archipiélago. Oramas (CC) decidió meses atrás dar por finalizada su larga etapa en las Cortes para regresar a la política regional. Quien ha sido portavoz de Coalición en el Congreso ha cambiado el escaño en la Carrera de San Jerónimo por la recién estrenada vicepresidencia del Parlamento canario, lo que, en su caso, dibuja un paso a un lado —perfil bajo que Oramas anunció hace ya algunos meses—.

Si bien no jugará a puerta vacía (Coalición está echando el resto estos días, con el objetivo de no perder su histórica presencia en el Congreso de los Diputados), sin Vox y sin Ana Oramas al otro lado de la red el PP cuenta en las Islas con dos bolas de partido que Feijóo quiere sumar para su causa. Coalición y PP son compañeros de piso electoral. Dependiendo de si las elecciones son locales o nacionales unos y otros protagonizan, a favor o en contra, depende, un trasvase de votos. En los ámbitos municipal, insular o autonómico Coalición acostumbra a crecer impulsada por su potente organización e implantación sobre el terreno. Sin embargo, cuando la convocatoria es al Congreso y Senado buena parte de quienes votan CC en la escena local cambian la papeleta de Coalición por la del PP. Feijóo lo sabe (o se lo han contado). De ahí que jugándose estos días el último set del partido, abra un hueco en su agenda peninsular para plantarse en Canarias. Quiere el candidato popular apuntalar las expectativas de sus listas y, sobre todo, aspira a hacerse con los dos escaños que Vox habría obtenido caso de poder concurrir. Si, ya metidos en faena, la repesca le da alguna alegría en el caladero de Coalición el viaje habrá merecido mucho la pena a quien durante estos últimos días de campaña recorrerá el país evangelizando sobre la necesidad de concentrar el voto de centroderecha —incluso el que se mueve a la derecha de la derecha— en el PP.

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Si te preocupa Vox vota PP, es el eslogan que los populares —sino explícitamente, sí con esa intencionalidad— están sembrado en este último suspiro de la campaña. Sánchez no asomará por Canarias estos días. Feijóo sí lo hará. Síntomas. Señales. Pistas. Con el final de la campaña sobrevolándoles, los candidatos se vuelcan en aquellos territorios donde están a tiempo de rascar algo más, allí donde bailan algunas actas de diputado que finalmente pueden ser decisivas para gobernar. Se sabe el PP en un momento dulce en el archipiélago. Este último fin de semana los populares han solemnizado su entrada en el Gobierno autonómico, culminando así semanas de gloria con la constitución de muchos ayuntamientos y cabildos donde forman parte de las mayorías de gobierno. El cambio del cambio que han consumado CC y PP —dando así por concluido el cambio que anunciaron los socialistas hace ahora cuatro años— tiene cotizando al alza a los populares que lidera Manuel Domínguez, desde el pasado sábado vicepresidente del Ejecutivo regional.

Tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Las Palmas se juega un partido que a setenta y dos horas del final de la campaña sigue abierto, por eso no sorprende la presencia de Alberto Núñez Feijóo en el archipiélago —ni, sensu contrario, la incomparencia de Pedro Sánchez—. El presidente pasó por las Islas cuando la carrera hacia el veintitrés de julio daba sus primeros pasos, con los suyos cabizbajos por el golpe que supuso ganar, pero quedarse sin gobernar en muchas instituciones donde fueron la lista más votada, tal y como ha recordado estos días José Luis Rodríguez Zapatero, consolidado por los estrategas socialistas como avatar del candidato Sánchez. El ex presidente ha condicionado una abstención del PSOE para facilitar la hipotética conformación de un Gobierno del PP (monocolor, sin Vox) a que los populares deshagan los ejecutivos donde los socialistas ganaron, como es el caso de Canarias.

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Domínguez, presidente del PP en las Islas, ya ha respondido que si Sánchez hubiera contestado a Feijóo en las islas gobernaría la lista más votada. Después de las elecciones autonómicas Feijóo me dijo que no abriera ningún tipo de negociación en Canarias hasta que Sánchez contestara y le dijera si aceptaba que la lista más votada gobierne —ha contado Domínguez estos días—. Idus de julio. Episodios escritos en la barra de hielo que quedan ya demasiado atrás en el calendario. Ahora lo que toca, a ojos del PP, es captar los escaños que Vox ha dejado en tierra de nadie en la provincia de Santa Cruz de Tenerife; y, si la faena les va bien, también aprovechar que Ana Oramas no se presenta para adentrarse en el caladero de Coalición. No lo dice el horóscopo (o tal vez sí), lo sugieren quienes calculadora en mano asesoran al candidato del PP y ven en Canarias uno de los territorios electoralmente más fértiles de la recta final de la campaña.