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Si lo tienen atado, ¿por qué sigue interesándoles el apoyo de Coalición Canaria?
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Jaime Pérez-Llombet

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Si lo tienen atado, ¿por qué sigue interesándoles el apoyo de Coalición Canaria?

Que Pedro Sánchez haya evangelizado sobre la amnistía complica el papel de CC como plan B. ¿En qué medida ésta decisión del presidente deja a Valido entre la abstención y el no, viéndose obligada a descartar un apoyo?

Foto: Cristina Valido (CC), Pedro Sánchez y María Jesús Montero (PSOE). (Europa Press)
Cristina Valido (CC), Pedro Sánchez y María Jesús Montero (PSOE). (Europa Press)
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La presentación en sociedad de la amnistía que Pedro Sánchez ha anunciado con la solemnidad científica que Pfizer, Moderna o AstraZeneca escenificaron cuando dieron a conocer sus vacunas (el presidente ha querido abonar la idea de que su acuerdo con los independentistas acabará con la pandemia del separatismo catalán), tiene como cualquier medicamento un listado bastante amplio de efectos secundarios. Entre otros daños colaterales, pone difícil a Coalición Canaria apoyarlo en la investidura; un voto, el de CC, que de julio a esta parte ha cambiado constantemente de calificación. El apoyo de la diputada Cristina Valido ha sido conveniente, imprescindible, prescindible, otra vez conveniente —así reconocido por los socialistas, incluso después de que Junts descartara la abstención— y ahora, con la amnistía ya proclamada, más imposible que probable. El margen que la amnistía a los implicados en el procés deja a CC es estrecho o nulo.

A los dirigentes de Coalición, socios de Alberto Núñez Feijóo en las Islas, un hipotético sí a la investidura de Sánchez (apoyo que los tendría señalados bajo la lluvia ácida que arreciará sobre el país según se acerque la votación, y también después) les dibuja un problema que, ni conveniente ni imprescindible, enfriaría la estrecha relación de CC con el PP, provocando en paralelo un malestar notable entre sus votantes. La vacuna de Sánchez, ya oficial, cierra un tiempo de negociación y abre otro.

Foto: Cristina Valido, diputada de Coalición Canaria, saluda a María Jesús Montero en presencia de Pedro Sánchez. (Europa Press/Eduardo Parra)

En general, pero particularmente a ojos de Coalición Canaria, no es lo mismo negociar con la amnistía en el aire que tenerla por escrito, documentada, bendecida y aceptada, incluso aplaudida militarmente por el Estado Mayor del PSOE. El anuncio es de difícil digestión para los nacionalistas canarios, una decisión que el presidente justificó en el nombre de España y en la defensa de la convivencia entre españoles (una apelación, al nombre de España, que bien puede hacer como presidente en cualquier foro internacional, pero bastante menos como secretario general ante el Comité Federal de un partido, del suyo).

¿Qué hará Coalición?, ¿en qué medida la defensa de la amnistía realizada por Sánchez deja a CC entre la abstención y el no, viéndose obligados a descartar un apoyo? El recorrido que CC ha hecho estas semanas y meses, desde la mismísima noche electoral al reconocimiento de la amnistía como cláusula que el PSOE ha aceptado a los independentistas catalanes, ha condenado a los estrategas de Coalición a adaptarse una y otra vez, y otra, a los cambios de coyuntura y a los vaivenes de las conversaciones conocidas o desconocidas de los socialistas con los de Carles Puigdemont, un proceso que a las puertas de noviembre (y de la consulta a la militancia, el cinco de noviembre) tiene al equipo de Sánchez cada vez más confiado en rematar la faena, sí, pero con el inevitable canguelo que alimenta la sombra de duda, la posibilidad —por remota que sea— de que en el último momento los apoyos que se daban por firmes den una sorpresa, en el añadido, in extremis.

Foto: La diputada de Coalición Canaria, Cristina Valido, interviene durante el debate de investidura. (Europa Press/Eduardo Parra)

Quién sabe. Todo parece estar cada vez más atado. Quizá no queden cabos sueltos cuando amanezca el día de la votación. Tal vez no merezca la pena especular o novelar con la posibilidad de que el PNV se revuelva en el descuento. O con la hipótesis de que los cinco parlamentarios de Podemos tengan preparada alguna performance que les ahorre el dolor de la invisibilidad. O, a la vista de cómo se han movido las fichas en Junts de semanas a esta parte, por qué descartar un último apretón para contentar a sus parroquianos. La confianza y seguridad que los socialistas están intentando contagiar a propios y extraños tiene, como suele ocurrir en procesos de esta naturaleza, bocas de agua.

Todo parece encarrilado, pero, ¿y si no?, ¿y si sí? Coalición mutó de imprescindible a conveniente, y de ahí a prescindible, cuando Puigdemont descartó la abstención como opción. Sin embargo, ahora que las negociaciones doblan la última curva del circuito y enfilan la recta final, ¿quién está en condiciones de asegurar que la abstención de Junts es firme? Si tan claro lo tienen en las filas socialistas, particularmente en Moncloa, ¿por qué mantienen o incrementan su interés por contar con el voto favorable de la diputada de CC?

Foto: Fernando Clavijo, secretario general de Coalición Canaria en una imagen de archivo. (EFE/Ángel Medina G.)

Si Coalición ha dejado de ser necesaria para la investidura, ¿cómo se explica que el expresidente canario y secretario general del PSOE en las Islas, Ángel Víctor Torres, haya pasado los últimos días animando a Coalición a que mueva ficha y apueste por el sí? Ha sido ahora, nunca antes, cuando Torres ha dicho a CC en público que el PSOE está dispuesto a acordar e incluso mejorar los términos del contrato (la agenda canaria) que los nacionalistas ponen sobre todas las mesas de negociación. Hay tiempo para llegar a un acuerdo —ha dicho el expresidente canario, poco dado a pedir a CC que lo intente y, siendo así, más que probablemente mandatado por Ferraz para que argumente en esa dirección—.

Al otro lado de la pared, el presidente de Canarias, Fernando Clavijo, muestra algunas cartas. Otras no. Prefiere un acuerdo de legislatura a una foto de investidura. A Clavijo le interesa recuperar la condición de imprescindible, pero ni antes ni durante, él prefiere que el voto de CC pese el día después a la votación. El PSOE lo quiere en la investidura, Clavijo los espera en la legislatura. Con la amnistía ocupando la primera fila del patio de butacas, el apoyo de Cristina Valido pinta imposible.

Foto: La secretaria general del PP y portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra (2i), y el secretario de Organización de Coalición Canaria, David Toledo (2d), en la firma del pacto a favor de la investidura de Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Fernando Alvarado)

En el nombre de Canarias, en el interés de Canarias, defiendo hoy vernos en la legislatura, no en la investidura —así, o parecido, podría Clavijo responder a Sánchez adaptando su receta—. Ahora que los socialistas se afanan en ganar la batalla del estado de ánimo, alimentando la idea de que lo tienen atado y bien atado, que continúen interesados en el apoyo de CC dibuja una pista, una señal de que no las tienen todas consigo y de que, en consecuencia, prefieren llegar a la votación con Coalición disponible (ni conveniente ni imprescindible, pero sí disponible) por si acaso se les abre una boca de agua en el último momento. Que Sánchez haya evangelizado sobre la amnistía complica el papel de CC como plan B, como extintor para caso de incendio parlamentario inesperado. En buena medida, la negociación del PSOE con CC lleva desde verano pedaleando sobre una bicicleta estática: queman calorías, pero no avanzan.

La presentación en sociedad de la amnistía que Pedro Sánchez ha anunciado con la solemnidad científica que Pfizer, Moderna o AstraZeneca escenificaron cuando dieron a conocer sus vacunas (el presidente ha querido abonar la idea de que su acuerdo con los independentistas acabará con la pandemia del separatismo catalán), tiene como cualquier medicamento un listado bastante amplio de efectos secundarios. Entre otros daños colaterales, pone difícil a Coalición Canaria apoyarlo en la investidura; un voto, el de CC, que de julio a esta parte ha cambiado constantemente de calificación. El apoyo de la diputada Cristina Valido ha sido conveniente, imprescindible, prescindible, otra vez conveniente —así reconocido por los socialistas, incluso después de que Junts descartara la abstención— y ahora, con la amnistía ya proclamada, más imposible que probable. El margen que la amnistía a los implicados en el procés deja a CC es estrecho o nulo.

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