Es noticia
La relación abierta de PP y CC. Ventajas, balas de fogueo e inconvenientes
  1. España
  2. Islas Canarias
Jaime Pérez-Llombet

Con siete puertas

Por

La relación abierta de PP y CC. Ventajas, balas de fogueo e inconvenientes

Son muchos los motivos por los que, en política, una pareja decide abrir la relación. En Canarias, a CC y PP les va razonablemente bien. Poco importa que de poco a esta parte se hagan reproches en público. Ni la sangre, ni los celos

Foto: El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ramón De La Rocha)
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, y el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Ramón De La Rocha)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las relaciones abiertas, en las que socios de gobierno consienten acuerdos con otras formaciones sin considerarlo infidelidad, tienen ventajas y desventajas, luces y sombras. Son muchos los motivos por los que, en política, una pareja decide abrir la relación. En Canarias, a CC y PP les va razonablemente bien con la experiencia. Poco importa que de poco a esta parte se hagan reproches en público; ni la sangre, ni los celos, ni las dudas llegarán al río. El pacto que une a Coalición Canaria y Partido Popular en las Islas describe una relación abierta, atrevida; puede que valiente, pero no exenta de riesgos. Con altas y bajas, alegrías y sinsabores. Con amores y desamores, pero duradera.

Alberto Núñez Feijóo ha tachado de ingenuos a los dirigentes de Coalición. La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ve decepcionante el respaldo de CC a Pedro Sánchez, y no baja la voz cuando lo proclama en público. El presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo, ha respondido a la ingenuidad de la que habla Feijóo o a la decepción de Gamarra mostrándose comprensivo con ellos, y, de paso, catalogando de frustración las razones de los populares para provocar una lluvia fina de calificativos sobre el maridaje parlamentario de CC con Sánchez en las Cortes.

La sangre no llegará al río, básicamente porque no hay sangre. Entre Coalición y PP hay balas, sí, pero de fogueo. No hay intención de herir, qué decir de matar. Hay acuerdo para cuatro años. Por más vueltas que le den en las filas socialistas, en el archipiélago hay pacto CC-PP para cuatro años; claro que, como en cualquier relación (también en las abiertas) hay días y días, votaciones y votaciones, momentos en los que unos y otros quieren poner las cosas en su sitio para marcar territorio dirigiéndose a sus parroquianos, aunque no solo ni siempre a los propios.

Foto: La representante de Coalición Canaria (CC) en el Congreso, Cristina Valido, a su salida de la segunda sesión del debate de investidura de Pedro Sánchez. (Europa Press/Carlos Luján) Opinión

Cuando Feijóo o Gamarra tildan a sus socios de ingenuos o hablan de decepción, están dirigiéndose a sus votantes pero sobre a todo a quienes, en el planeta del centro y de la derecha apoyaron a Coalición y no terminan de procesar la estrategia de CC en el Congreso, resultándoles especialmente indigestas las votaciones en las que Coalición barre para Canarias, sin duda, pero pagando un precio altísimo, tan caro como puede serlo —dado el espectro social en el que se apoya el éxito de los nacionalistas— salvar a Pedro Sánchez de una, dos o tres derrotas parlamentarias.

El PP dispara a CC con balas de fogueo, pero con alguna carga de profundidad. Los populares no tienen intención de romper con Coalición en las instituciones de las Islas, eso no va a pasar. CC y PP no abandonarán el vagón que comparten para alcanzar acuerdos con el PSOE canario. El PP no lo haría, jamás; y en el Ejecutivo regional, nunca. La otra parte contratante —Coalición Canaria— tiene experiencias de gobierno con los socialistas, algunas satisfactorias. No las buscarán, no ahora. Con el PSOE, sí, pero no con este PSOE.

Sabe el PP, y, sobre todo, son conscientes en Coalición, que trasladar al archipiélago el acuerdo que nacionalistas y socialistas tienen en Madrid sería un suicidio para Coalición, entre otras razones porque, en las actuales circunstancias, con el país en llamas, si CC diese ese paso regalaría a los populares el amplísimo campo que en las Islas abarca el centro y centroderecha.

placeholder El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Miguel Barreto)
El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, recibe al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Miguel Barreto)

La relación abierta que protagonizan CC y PP, socios en Canarias pero con los nacionalistas salvándole el cuello al Gobierno en el Congreso de los Diputados, solo se adentrará en el terreno de las tensiones cuando vuelvan las urnas, no antes. Convivirán sin problema. De vez en cuando lanzarán bengalas de autoafirmación ideológica y reivindicación del espacio de cada cual, no más allá. ¿Cómo dar por finalizada una relación, por muy abierta que sea, cuando ambas partes están convencidas de que éste es el mejor de los planes posibles?

A Coalición el triángulo amoroso le genera algunos dolores de cabeza (principalmente cada vez que apoyan al Gobierno y adyacentes en las votaciones), pero también le reporta importantes beneficios y rentabilidades al mostrarse en público como valedores de la agenda canaria y de los beneficios que las Islas obtengan con el cumplimento ese contrato programa. En lo que constituye una derivada más que notable, Coalición también consigue con su línea abierta con Moncloa neutralizar a la oposición en la Cámara regional, condenado el grupo parlamentario socialista en el Parlamento canario a dosificar e incluso dulcificar sus críticas a quienes, en CC, están rescatando a Sánchez cuando los otros socios del presidente se echan al monte.

Cara y cruz, el negativo de la foto para Coalición son las enormes dificultades que están encontrando para que su apoyo a Sánchez no silencie los logros que obtiene en contrapartida. Cruz y cara, lo que para CC es una cruz, en la calculadora electoral de los populares se dibuja la cara de la moneda. Aunque públicamente no lo insinúan, en las filas del PP canario están convencidos de que el viento se les pone de cara cada vez que CC carga con el desgaste de actuar como socorristas parlamentarios del presidente Sánchez. Así que, todos contentos.

"CC está razonablemente feliz con su triángulo amoroso"

CC está razonablemente feliz con su triángulo amoroso, que se extiende desde Gobierno regional, cabildos y ayuntamientos hasta la Carrera de San Jerónimo, y el PP, al otro lado de la cama, respira tranquilo; ha recuperado poder en el archipiélago y su actual pareja convive con la pesadilla que trae consigo que se les asocie a Sánchez, un presidente que, a ojos de los votantes de centro o derecha, es el causante de todos los males patrios.

Si unos y otros están contentos, poco recorrido tienen las balaceras de fogueo que puedan escenificar de vez en cuando los actores de una relación tan abierta como sólida. El líder del PP canario, Manuel Domínguez, confía plenamente en su socio y con idéntica contundencia se suma a las voces de su partido advirtiendo a CC de que se equivoca respaldando a Sánchez.

A Domínguez, vicepresidente del Ejecutivo canario, la asociación de CC con Sánchez le duele y no, le preocupa y tampoco. Ajedrecista con buen olfato, instinto y reflejos, el presidente del PP en las Islas lamenta pero celebra que Coalición esté embarcada en una apuesta tan arriesgada. Si a CC se le tuerce la jugada, el inmediato beneficiario del error será el PP.

Sánchez, Feijóo, Clavijo y Domínguez. Felices los cuatro. Se dice que las relaciones abiertas tienen ventajas —mejora la comunicación, rebaja la presión y permite abandonar las zonas de confort— e inconvenientes —puede generar problemas de autoestima o miedo a la pérdida—. No será el caso de CC y PP. No hay miedo a la pérdida porque están encantados con su fórmula. Felices los cuatro.

Las relaciones abiertas, en las que socios de gobierno consienten acuerdos con otras formaciones sin considerarlo infidelidad, tienen ventajas y desventajas, luces y sombras. Son muchos los motivos por los que, en política, una pareja decide abrir la relación. En Canarias, a CC y PP les va razonablemente bien con la experiencia. Poco importa que de poco a esta parte se hagan reproches en público; ni la sangre, ni los celos, ni las dudas llegarán al río. El pacto que une a Coalición Canaria y Partido Popular en las Islas describe una relación abierta, atrevida; puede que valiente, pero no exenta de riesgos. Con altas y bajas, alegrías y sinsabores. Con amores y desamores, pero duradera.

Noticias de Canarias Canarias Partido Popular (PP)
El redactor recomienda