"Hay un cocodrilo bajo la cama de Sánchez"

Doctor Tucumán, argentino, oráculo, leyenda del psicoanálisis mundial, Carl Jung dijo de él: "Tucumán es el único de nosotros capaz de rasgar el último velo del inconsciente".

Retirado en una cabaña en lo más profundo de La Pampa, Tucumán se mantiene fresco y lúcido a sus 187 años gracias a una estricta dieta de dátiles y whisky sin destilar.

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Tucumán, gran estudioso de las "represiones y libidos" de la política española, nos ha hecho llegar unas notas sobre la campaña electoral.

Así habló Tucumán:

La historia de Pedro Sánchez esta campaña es la del cocodrilo y de Alberto Núñez Feijóo la de la gallina. Lo demás son boludeces.

Sánchez viene a mi consulta y me dice que vive aterrado porque hay un cocodrilo bajo su cama

Hace tres noches soñé con Pedro Sánchez. Dentro sueño:

Pedro Sánchez viene a mi consulta y me dice que vive aterrado porque hay un cocodrilo bajo su cama. Le explico que el cocodrilo es solo una alucinación paranoica y, tras unas cuantas sesiones, Sánchez deja de ver el cocodrilo. Tiempo después, me encuentro por la calle a un amigo común y le pregunto:

—¿Qué tal está Sánchez?
—¿No te lo han contado?
—No, ¿qué pasó?
—Se lo comió un cocodrilo.

¡El cocodrilo era una alucinación paranoica! ¡Sánchez estaba curado! ¿O fue un mero espejismo? ¿El problema?

Para explicar la diferencia psicoanalítica entre que el paciente asuma sus pedradas y lo haga su inconsciente, voy a hablar de la gira mediática de Sánchez en esta campaña. ¿Qué vendió ahí?

Según el presidente del Gobierno, media España vive en un retorcido equívoco. Él es un noble estadista que ha hecho una gestión aseada de los asuntos del país, pero ha sido deshumanizado como mentiroso patológico capaz de cualquier cosa para seguir en el poder. O como le contó a Évole: "La derecha mediática, política y económica" ha hinchado una "burbuja antisanchista" de "mentiras y maldad".

Para pinchar esta presunta distorsión de la percepción social, el presidente giró por territorio hostil (El Hormiguero, Ana Rosa): SÁNCHEZ QUERÍA MIRAR AL COCODRILO A LOS OJOS PARA ACABAR CON ÉL. La gira fue un éxito aparentemente. Los sanchistas pensaban que Sánchez acabaría devorado en esos programas, pero el cocodrilo resultó ser un lindo minino. ¡El cocodrilo era una alucinación paranoica! ¡Sánchez estaba curado! ¿O fue un mero espejismo? ¿El problema? Las urnas decidirán el domingo si a Sánchez se le come o no el cocodrilo.

Opinión

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Si a un gallego no se le entiende en superficie, la dificultad para comprender su inconsciente es ya extrema. Pero vamos a intentarlo. Anoche se me apareció en sueños el candidato del PP a la presidencia del Gobierno:

Alberto Núñez Feijóo cree ser un grano de maíz y le llevan a mi consulta. Tras una terapia titánica, le convenzo de que no es un grano de maíz, sino un hombre, y le doy el alta, pero Feijóo regresa aterrorizado a los cinco minutos: se ha encontrado una gallina en la puerta del psiquiátrico y tiene miedo de ser engullido. Intento tranquilizarle: "Che, pibe, no se preocupe, usted no es un grano de maíz, sino un hombre". "Ya lo sé", responde Feijóo, "pero ¿lo sabe la gallina?".

Tremendo quilombo.

¿Qué estoy diciendo? Que cuando un gallego se apunta a la terapia psicoanalítica, como bien ha explicado Zizek, "no basta con convencerle de la verdad inconsciente de sus síntomas; también hay que conseguir que el propio inconsciente asuma esa verdad".

"No basta con convencerle de la verdad de sus síntomas; también hay que conseguir que el propio inconsciente asuma esa verdad"

A Feijóo le han intentado devorar varias gallinas estos años, de Marcial Dorado a Pablo Casado, pero ha acabado bien ignorándolas, bien comiéndoselas en pepitoria. Pero el gallego haría mal en relajarse aunque gane las elecciones: uno nunca deja de ser un delicioso e inestable grano de maíz.

Y ahora, si me permiten, voy a meterme un lingotazo de whisky.

PD: El Doctor Tucumán es en realidad el calcetín de mi mano derecha. Cucú-trastrás. Todos oímos voces... elige cuáles.