¿En qué piensan las mujeres directivas?

Este viernes 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y con esta percha informativa quiero analizar en qué situación se encuentra la presencia de las féminas en los Consejos de Administración de las empresas del Ibex. También ayudado por el exhaustivo informe elaborado por IESE e Inforpress. Además, acudí a la presentación del mismo en el Salón de los Pasos Perdidos de la Bolsa de Madrid. Algo que me ayudó a darme cuenta de que la sospecha que todos tenemos es cierta; la presencia de mujeres en el Selectivo es baja y todavía más si descontamos aquellas mujeres que están en los Consejos por ser las hijas o las viudas de los dueños o fundadores. Tan es así que hay empresas como Endesa, Gas Natural Fenosa, Sacyr Vallehermoso y Técnicas Reunidas en las que no se ve nunca una falda salvo que algún consejero decida celebrar el Día de San Patricio o una fiesta hawaiana. 

La presidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, puso los datos encima de la mesa: el 12,75% en España frente al 13,7% en el resto de Europa, es el porcentaje que demuestra esa baja presencia. Además, viendo a señoras como Isabel Estapé, el argumento de que no hay mujeres preparadas no se aguanta. Sí, ya sé que en el acto estaba también Ángeles González-Sinde pero era difícil en aquél Ejecutivo destacar y como directora de cine creo que es correcta.  

Una buena amiga y alta directiva me confesó una vez que hasta que no haya el mismo número de mujeres inútiles que de hombres al frente de las empresas, no llegaremos a obtener una verdadera paridad. Al margen del chiste sí que parece conveniente que haya mecanismos que fuercen a que las compañías se acostumbren a lo mucho que puede aportar la otra mitad de la población. 

Nuria Vilanova, presidenta de Inforpress (no se puede negar ni que es catalana ni que es cursilona) repartió los turnos de palabra entre mujeres de armas tomar. Benita Ferrero-Waldner (ministra en Austria, Comisaria Europea, consejera de Munich Re) dijo que todo se debe al compadreo hispano. Los presidentes suelen buscar entre sus conocidos a los miembros del consejo. Doña Benita eso es algo que inventaron los ingleses que afirman que los consejeros son los compañeros de Eton del presidente o los jugadores de su equipo de polo o la gente con la que cazan. Por ello, Ferrero-Waldner pidió que las babysitter se puedan desgravar en Hacienda, ya que, de esta forma las mujeres podrían desarrollar su vida social pudiendo dejar a las criaturas en buenas manos.  

Concha Ortuño, letrada de la CNMV y consejera de FCC, aclaró que las mujeres no son hombres con pelo largo y defendió incrementar el número de mujeres en la alta dirección pues aportan otra visión y la variedad es clave a la hora de tomar importantes decisiones. 

Paloma Sendín, técnica Comercial del Estado y exdirectora general de Minas, abordó el siempre espinoso asunto del ligoteo en la oficina. Por lo que pude entender, parece que las mujeres poco agraciadas son las que resuelven mejor el asunto pintando líneas claras en el suelo. Además, recordó que en las oposiciones hace mucho tiempo que la gran mayoría son mujeres. 

Catalina Kauffman, una gran emprendedora, recordó su periplo por los bancos para montar su negocio en el que dos preguntas siempre se repetían; si su innovador método para cuidar ancianos lo había inventado su abuelo y que cuando iba a llegar su padre para hablar de los detalles financieros. Nein. 

Para los que quieren obras y no buenas razones contarles que Dow Jones en un informe aclaró que las empresas de capital riesgo con mujeres en sus órganos directivos tienen más posibilidades de triunfar. Algo que suscribe Standard and Poor´s. De hecho, la consultora Mckinsey afirma que las mujeres directivas mejoran los resultados de cualquier empresa un 26%. Esta cuestión se desarrolló tanto que se llegó a afirmar desde el atril que si en vez Salomon Brothers hubieran sido Salomon Sisters, otro gallo le hubiera cantado al banco de inversión.  

Entre el público asistente se pudo ver a Jesús Fermosel Díaz, consejero de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid; Nuria Chinchilla, profesora del IESE; Laura Ruiz de Galarreta Barrera, directora general de la Mujer de la Comunidad de Madrid y a Javier García de la Vega, presidente de APIE (Asociación de Periodistas de Información Económica), aguantando y asumiendo todas las críticas de género.

Dos cosas por último me llamaron la atención, la fuerte algarabía que se montaba cada vez que había una pausa y el contraste en las vestimentas. Mientras que algunas mujeres iban muy sobrias propias de un acto de oficina, otras apostaron por el emperifollamiento propio de quien va a una discoteca.