“Algunos de nuestros embajadores son unos mamones”

Así lo aseguró Inocencio Arias, 41 años de servicio diplomático a España, cuando durante la celebración del XXI Foro de la Marca España apuntó que tenemos embajadores muy buenos pero también los hay mamones, en referencia a que algunos no ayudan todo lo que debieran a nuestros empresarios.

Este Foro, organizado por el Club de Excelencia en Gestión, trataba de buscar las claves para generar confianza en nuestras empresas pues ante el desplome del consumo doméstico, no queda otra que exportar aparcando aquella célebre frase de los trenes españoles de postguerra: es peligroso asomarse al exterior. Chencho, que estuvo especialmente gracioso, aclaró que en Hollywood a las actrices dispuestas a todo se les dice siempre: no te acuestes con el guionista sino con el productor o en su defecto con el director. De esta forma, el señor de la pajarita trataba de expresar que hay que identificar muy bien cuáles son tus objetivos y llevarlos a buen término. Para los emprendedores recomendó no ser catetos (apertura de miras) y dominar el inglés, pues es el idioma de las élites de todo el mundo.  

Entre el público que acudió al Teatro del Canal de Madrid, con sus butaquitas rojas, vi infinidad de jóvenes y becarios que ayudan a rellenar una gran sala y además, si son de diferentes nacionalidades, dan a cualquier evento un aire exótico e internacional.

El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, cuya cabeza brillaba con luz propia en el medio del escenario, incidió en el dominio de los idiomas mientras que recordaba cómo los antiguos emigrantes españoles, muchos de ellos analfabetos funcionales, se instalaron en los países y dieron una gran fama en el mercado laboral como gente seria y cumplidora.

El presidente de Freixenet, José Luis Bonet, apuntó a la ambición como un potente recurso a la hora de conseguir lo que te propones y habló de la conveniencia siempre de viajar para ver y conocer cosas distintas. Me llamó la atención durante el acto que todos los altos directivos catalanes tienen una visión global del mercado y se me antoja difícil verles metidos en las zarandajas independentistas de Artur Mas y compañía.  

Aunque los jefes de la Generalitat no tengan cuentas en Suiza. Rosa Lladró, responsable de que en todo el mundo haya figuritas recargadas en las casas más principales, dijo que ella está incluso por encima de la marca España y que lo que persigue es potenciar su firma. Hay que recordar que las pantallas planas les han hecho mucho daño pues impiden que la pastorcita encuentre acomodo en lo alto de la tele. Las Telefunken de pecho gordo permitían instalar el belén entero con una escuadra de romanos. Antonio Pont, presidente de Honor de Borges, comentó lo mucho que tuvieron que luchar en USA para diferenciarse de los chicanos haciendo de la marca España un referente de calidad.  

El entrenador nacional, Vicente del Bosque, es el ejemplo más claro de que los españoles cuando nos unimos podemos hacer cosas grandes. Jóvenes de toda España convergen hacia un objetivo y una disciplina promocionando los valores propios del deporte. Otro día hablamos de los Fittipaldi al volante. Además, debe enfrentarse cada día con 47 millones de personas pues todo español lleva dentro un entrenador nacional de fútbol.

Para él quisiera los amables comentarios que recibe. Asi lo dijo José Ignacio Wert, el ministro de Educación, afirmando que a él también le dicen cosas por la calle pero no tan bonitas. Wert hizo hincapié en que la formación en nuestro país hay que modificarla radicalmente, al margen de ideologías, pues tenemos pocos estudiantes excelentes, mucho abandono escolar y se potencia poco la FP. La riqueza de un país es el talento de su gente dijo como colofón.  

Entre el público asistente pude ver a Asís Martín de Cabiedes, presidente de la agencia Europa Press, hombre enjuto, bien trajeado y mejor peinado que siempre me recuerda a los galanes de Hollywood de los años 40. También estaba Juan Antonio Zufiria, máximo ejecutivo de IBM Europa, al que sólo le falta una morena y una rubia para ser Don Hilarión pues el bigote ya lo aporta. También vi un poco retraído a Pedro Astals, CEO de Central Lechera Asturiana. Aunque son la leche, de momento no les ha dado por exportar el zumo de sus vaquiñas.

Por su parte, el Consejero Delegado de Enagás, Marcelino Oreja Jr. sí dijo que sus competidores aprovechaban la mala prensa que tiene España en el ámbito internacional para quitar a nuestras empresas jugosos concursos internacionales. También se le observó a Raúl González, CEO de Barceló Hoteles, cabreado porque no se recuerda lo suficiente que 4 de las mejores compañías hoteleras del mundo tienen su sede en Mallorca. El que sí que estaba rebotado como una mona era el presidente de AIG España, Álvaro Mengotti, que no ha cazado este año todo lo que quería.