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Luis del Val, Lorenzo Díaz y la radio en España
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Israel García-Juez

La Feria de las Vanidades

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Israel García-Juez

Luis del Val, Lorenzo Díaz y la radio en España

  Todo el mundo habla de la crisis del ladrillo, de la de los bancos, de los mineros de León, pero nadie cuenta que el kilo

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Todo el mundo habla de la crisis del ladrillo, de la de los bancos, de los mineros de León, pero nadie cuenta que el kilo de carne de periodista se ha puesto a 10 céntimos de euro. Me decía hace poco el maestro Alfonso Rojo que ahora mismo en Madrid hay 20.000 compañeros de todos los niveles (desde ex directores de medios pasando por becarios), que están buscando acomodo. Quizá por ello la Fundación Germán Sánchez Ruiperez, el editor salmantino que refundó el diario El Sol y creó Anaya, en colaboración con la Agencia EFE, la IPECC y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), han organizado un foro sobre periodistas y periodismo para analizar cómo está el oficio.

El acto tuvo lugar en las vanguardistas instalaciones del antiguo Matadero de Madrid, que se llama así no porque antes se despiezaran los canales de carne allí, sino por el calor extremo que en la actualidad se registra en sus salas.  

A pesar de ser una de las profesiones más denostadas según el CIS, el director de este Ciclo de Conferencias, Aurelio Martín, recordó que el periodista sigue siendo el elemento clave para el control del poder y servicio a la sociedad. Acaso creen los señores lectores que, de no ser así, ¿hablaríamos de los papeles de Bárcenas, de la bella y pizpireta Corinna o de los ERE de Andalucía? Sin periodistas no hay periodismo por muchos blogs  que monte el personal, y muchas fotos que cuelguen en las webs los ciudadanos. El periodismo ciudadano es un engaño.

Como todo no se puede arreglar en una tarde, este ciclo está dividido por áreas de trabajo, y el otro día pudimos tomarle el pulso a la radio en España con la ayuda de dos hombres, que aunque no han sido estrellas de las ondas, si se les puede considerar como teloneros de lujo. 

El sociólogo Lorenzo Díaz ha escrito la más completa enciclopedia de la radio española. De hecho, recuerdo la bronca en directo que le pegó María Teresa Campos por no incluirla en sus páginas en un programa de Telecinco. Lleva trabajando mas de 40 años en emisoras como la SER y Onda Cero, y estuvo casado con la periodista Concha García Campoy, a la que desde esta tribuna deseo su pronta mejoría contra el cáncer que combate con valentía. 

El otro ponente era Luis del Val acompañado de su corbata de lazo que demuestra lo que en el fondo es: un trovador de la palabra. Luis es un histórico de la cadena SER, ha pasado por todas las redacciones y sus semblanzas radiofónicas permitían al oyente visionar y escrutar al invitado que, hasta Gran Vía 32 desplazaba, Iñaki Gabilondo. 

Luis comentó las grandes diferencias que hay ahora entre los sueldos de los jefes y el resto, lo que hace que muy pocos puedan vivir dignamente de este santo oficio. Habló de que ahora la radio se emite por la TDT porque es muy barato, y de que en Estados Unidos no se entiende cómo puede haber cadenas de radio nacionales, o que los programas de mañana puedan durar 6 horas. Afirmó, por propia experiencia, que la radio se escucha y la tele se ve;  es decir, lo que cuentas en la radio se interioriza pero cuando apareces en televisión el público solo se queda con la ropa espantosa que llevas, lo gordo que estás, y que pierdes pelo de forma acelerada.  

Concluyó afirmando que aunque se acabe el mundo en un boletín informativo de radio, sólo se le podrían dedicar 3 minutos, el resto lo coparían el futbol, la publicidad, y las señales horarias, que son sagradas. Recordó también que en la época de Franco, los locutores no podían tener acentos, y era curioso hablar con un andaluz o un gallegazo, porque cuando se iluminaba el piloto rojo parecía recién salido de Valladolid.

Lorenzo animó al personal con un montón de anécdotas. Me sorprende que, tras tantos años, olvide que si separas la boca del micrófono no se te escucha, lo que hacía que nos enteráramos de las historias a medias. Habló de gente como Matías Antolín, que entrevistó a Rafi Escobedo, y a los dos días se suicidó. También al gran Bobby Deglane, que siempre preguntaba a las mujeres: ¿señora o señorita? Y si le decían lo último, contestaba galante: "Será porque usted quiere". Entrevistó igualmente al ya fallecido José Félix Sanz, a Juan del Toro, que anunciaba la sidra El Gaitero, a Pepe Domingo Castaño, o a sus admirados y queridos Luis del Olmo Carlos Herrera. 

Denunció que los medios no están para enseñar, para eso está la Carlos III; que la Transición no la hizo ni El País ni la Agencia EFE, sino la SER y otras emisoras, y, que desde que desaparecieron los locutores, se ganó en rigor profesional pero se perdió en dicción.  

Por último, garantizó la salud de la radio en nuestro país: un negocio de 500 millones de euros, y en el que la derecha tiene muchos más amigos mediáticos que el PSOE.

Entre el público pude ver a José Antonio Pinero, que sustituía a Luis del Olmo de madrugada, lo que le provocó los celos de la estrella, que escuchó el inexplicable cierre de Punto Radio, y a la presidenta de la FAPE, Elsa González. Ésta última afirmó que, se está haciendo una buena radio aunque parece que la mejor, por los seriales y porque no había otra cosa, se hizo en la II Republica y durante la Transición.

Elsa es redactora jefe de la COPE y premio a la mejor labor radiofónica por el club internacional de Prensa. También vi un montón de chicas y chicos, futuros compañeros y actuales estudiantes de periodismo, que siguen considerando ésta, como la profesión más bonita del mundo.

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Todo el mundo habla de la crisis del ladrillo, de la de los bancos, de los mineros de León, pero nadie cuenta que el kilo de carne de periodista se ha puesto a 10 céntimos de euro. Me decía hace poco el maestro Alfonso Rojo que ahora mismo en Madrid hay 20.000 compañeros de todos los niveles (desde ex directores de medios pasando por becarios), que están buscando acomodo. Quizá por ello la Fundación Germán Sánchez Ruiperez, el editor salmantino que refundó el diario El Sol y creó Anaya, en colaboración con la Agencia EFE, la IPECC y la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE), han organizado un foro sobre periodistas y periodismo para analizar cómo está el oficio.