La España oficial reaparece en carne mortal en la Agencia EFE

Al final, los que están al frente del Estado y los que aspiran a estarlo huelen lo que tiene sustancia. Ha sido el caso este mediodía en el modernista edificio de la agencia estatal EFE, que ha inaugurado su museo y ha entregado los II Premios EFE de la Cultura.

En efecto. El dispositivo de seguridad era impresionante, y el mediático no tuvo nunca parangón en la agencia de noticias (primera del mundo en lengua española y cuarta del orbe a nivel mundial). Por allí apareció todo cristo. Desde los grandes exdeportistas Manolo Santana y Ángel Nieto a modernas celebridades del celuloide como Irene Escolar, precisamente una de las galardonadas por la efeméride. También lo fue la Coral Excelentia, que interpretó sobrecogedoramente el 'Nabucco' de Verdi.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la vicepresidenta, Soraya Saénz de Santamaría, lideraron el acto. El jefe del Gobierno -"en funciones, como nos llaman ahora"- tuvo un aparte con El Confidencial: "Veo bien la cosa; en serio. Vemos a la gente estrellándose... ¡Ya veremos!". Fue el presidente el que entregó el premio a Julia Navarro, la entrañable periodista desde hace muchas décadas. Secundaban a Mariano y a Soraya sus inevitables Carmen Martínez Castro y María González Pico. En la misma línea, pero apartado, aparecía el dirigente del PSOE César Luena, que no aplaudió una intervención aséptica del primer ministro y a quien se le vio con cara de circunstancias. Justo al lado, Pablo Iglesias y Carolina Bescansa, que aplaudieron el vídeo de EFE, agencia que se fundó, como todo el mundo debía saber, en el inicio del periodo franquista, todavía con la Guerra Civil en ejercicio.

En la fila posterior al Gobierno, aparecieron los populares Pablo Casado y Javier Maroto, encabronados con Rita Barberá. Los de Ciudadanos acudieron en masa: Toni Cantó, muy simpático, Fernando de Páramo y alguna que otra diputada que tiene más ganas de aparecer en esto que lo que le gusta un lápiz a una tonta.

Poderes fácticos

El acto de EFE puede decirse que atrajo a todo el mundo oficial y, sobre todo, fáctico. Los representantes de los grandes patrocinadores, desde María Luisa Martínez, de Caixabank, a Diego Copado, de El Corte Inglés.

Luego se podía hablar con Victoria Prego, gran jefa de la inexistente Asociación de la Prensa, pero siempre amable y talentuda. El resto de la 'canallesca', pululando por doquier: Jorge del Corral, Carlos Reigosa, Diego Armario, Antonio Casado, Laureano Garcia Hernández, Ángel García Muñoz, Fermín Bocos -en plan estrella porque su señora era una principal-, y un sinfín de plumillas a los que ni siquiera dio tiempo a tomar un canapé, que por una vez se estiraba José Antonio Vera.

¿Alguien dijo que los españoles no eran capaces de ponerse en la foto en situaciones extraordinarias?

Pues el 'hapenning' de EFE siglo XXI lo desautoriza. Los dirigentes políticos estaban pensando en la gran herramienta que les caerá gratis en sus manos cuando lleguen al Olimpo.

¡Vaya toalla!