La Feria de las Vanidades
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Cuna del parlamentarismo: ni Inglaterra ni León, Castilla
A propósito de su visita oficial al 10 de Downing Street , Rajoy publicó un artículo en 'The Guardian' en el que concedía a Gran Bretaña el título de “cuna del parlamentarismo”
¡La organizó buena en León el presidente Mariano Rajoy!
El pasado 5 de diciembre, a propósito de su visita oficial al 10 de Downing Street para entrevistarse con la 'premier' Theresa May, el jefe del Gobierno español publicó un artículo en el diario británico 'The Guardian' en el que concedía a Gran Bretaña el título de “cuna del parlamentarismo”. Flaco favor le hizo al presidente Rajoy el edecán que le escribiera dicha pieza periodística.
Los leoneses (Colectivo de Ciudadanos del Reino de León), con su alcalde a la cabeza (Antonio Silván), protestaron por la concesión; otros partidos de la oposición en dicha provincia alzaron aún más su voz, hasta llegar a llamar al gallego “indocumentado e ignorante histórico”.
Se abrazan los leoneses a una conclusión oficial de la Unesco que se ampara en los Decreta de 1188 para asentar sus convicciones a tal respecto. Esos Decreta confirmarían que fue el Reino de León donde se instauró por vez primera el parlamentarismo en el mundo. Es la primera vez que existen testimonios escritos, pero no orales.
Sin embargo, no parece ser esa la auténtica verdad histórica.
En 1187 el rey castellano Alfonso VIII convocó a los representantes de las 50 ciudades más importantes de Castilla. Ese fue el primer Parlamento del mundo
Don Claudio Sánchez Albornoz, el medievalista español más grande de todos los tiempos, que durante su exilio argentino tras la Guerra Civil presidió la II República española, lo tiene así acreditado en su monumental obra en la que estudia la España medieval.
Lo recoge muy bien el periodista Arsenio Escolar, en colaboración con su hijo Ignacio, también colega de oficio del burgalés. Publicaron en el mes de octubre del año 2010 un libro titulado 'La Nación Inventada' (editorial Península) en el que hacen un repaso divulgativo histórico de los siglos en los que se forjó la identidad nacional castellana. Desde esa identidad castellana se forjaría después la Nación española.
En efecto. En 1187 el rey castellano Alfonso VIII debía autorizar el matrimonio de su hija mayor Berenguela con el príncipe germánico Conrado, a la sazón hijo de Federico I Barbarroja. Quiso el monarca castellano, que no lo debía ver muy claro, conocer la opinión de su pueblo. A tal efecto convocó en la localidad amurallada de San Esteban de Gormaz (Soria) a los notables de su corte, entre ellos, obispos, generales castrenses, condes y duques, el contable mayor del reino y asesores personales. Pero no sólo. Por vez primera convocó a los representantes de las 50 ciudades más importantes de Castilla. Ese fue el primer Parlamento del mundo.
Lo de León
Fue un año más tarde, 1188, cuando el rey de León, Alfonso IX, reúne en el formidable claustro de la Colegiata de San Isidoro de la capital leonesa a una alta curia de sus posesiones. El rey Alfonso toca generala no sólo para los notables sino también a representantes de las ciudades de la hoy provincia de León. Dice Escolar que “entonces ya había una incipiente burguesía rica que tributaba sus denarios para las arcas reales. A partir de entonces a ese nuevo órgano de apoyo al monarca se le denomina “Cortes”, que terminarán por alcanzar un grado permanente e inviolable dentro de las instituciones medievales de Castilla y León.
En el devenir de la Historia se encontrarían Berenguela y Conrado. La primera, en segundas nupcias tras la muerte de su primer esposo, tendría un hijo con el hijo del rey de León.
Estas Cortes fueron vistas por el mencionado Sánchez Albornoz como “un islote de hombres castellanos y leoneses libres en un mar feudal…”
¿Se enterarán ahora en el complejo de la Moncloa? La Historia es la Historia. Y su verdad, una.
¡La organizó buena en León el presidente Mariano Rajoy!