Es noticia
Choque de trenes, crisis y elecciones
  1. España
  2. Libertad de elegir
Antoni Fernàndez Teixidó

Libertad de elegir

Por

Choque de trenes, crisis y elecciones

El paso previo para el adelanto de la convocatoria del referéndum pasa por la aprobación por parte del Govern catalán de las tres leyes de desconexión

Foto: El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; y el expresidente Artur Mas. (EFE)
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; y el expresidente Artur Mas. (EFE)

Finalmente, los Presupuestos de la Generalitat de Catalunya para el año en curso están en camino de ser aprobados. La muerte súbita de la XI legislatura no se ha producido. Pero no tardará. Los contenidos precisos del pacto con la CUP se conocerán a lo largo del debate presupuestario. No es esta la cuestión relevante. Lo que sí es determinante es entender que el presidente Carles Puigdemont y la CUP, a cambio del acuerdo de Presupuestos, han decidido avanzar la convocatoria del referéndum. En este designio, ERC tiene escaso margen de maniobra. Se suma porque este ha sido siempre uno de sus objetivos políticos principales y ahora no puede decir una cosa distinta.

Foto: El exsenador Santiago Vidal, junto a Francesc Homs, Oriol Junqueras, Carles Puigdemont y Artur Mas, entre otros. (EFE)

¿Por qué se quiere adelantar el referéndum? Lo he explicado ya en alguna otra ocasión. Para los independentistas, el éxito del 'procés' se fía hoy, exclusivamente, a la eventual capacidad de movilización de su electorado. Estiman que esta alcanzará su punto álgido con los juicios al expresidente Artur Mas, la vicepresidenta Ortega y la 'consellera' Rigau. A esta respuesta popular —que desean y prevén muy amplia— esperan sumar la indignación de los suyos por las dificultades políticas que surgirán si el referéndum no se celebra.

¿Quién es el demiurgo de esta situación? El Gobierno español. ¿Cuál es el paso previo para adelantar la convocatoria del referéndum? La aprobación por parte del Govern catalán de las tres leyes de desconexión. He aquí lo fundamental y decisivo. ¿Pueden el Gobierno español y los tribunales permitir que estas leyes prosperen? En mi opinión, no. Me atrevo a decir, incluso, que tratarán, con contundencia, de evitar su aprobación en el Parlament.

Para los independentistas, el éxito del 'procés' se fía hoy, exclusivamente, a la eventual capacidad de movilización de su electorado

¿Cómo se puede celebrar un referéndum pretendidamente legal, que en ningún caso será acordado, sin ley alguna que le dé amparo? Aquí está la segunda cuestión esencial.

Es en este endiablado contexto donde la crisis está servida y el choque de trenes garantizado. No entraré en la especulación de las características de dicho choque. No tiene hoy demasiado interés. Lo tendrá mañana. Resulta, en cambio, primordial percibir que lo que de veras se pretende es provocar una crisis de grandes dimensiones que permita inclinar la desventajosa correlación de fuerzas que padece el independentismo catalán. No hay otra hoja de ruta ni ningún plan b en esta fase última del 'procés'.

Foto: Artur con un logotipo de CDC. (Efe)

Se trata de aquilatar la magnitud de la crisis y, como en una compleja partida de ajedrez, esperar los movimientos encadenados del adversario. A más bronca, más crisis; a más crisis, más probabilidad de enfrentamiento; y a más enfrentamiento, una acumulación de fuerzas más favorable. Este es, amigos, el escenario en el que se adentra, irreversiblemente, la política catalana. Tendrá, con el juicio a Mas el día 6 de febrero, su primer acto y con el intento de aprobar las leyes de desconexión, su segundo episodio. El resto ahora mismo es imprevisible. Quien crea que hay una sutil y elaborada estrategia que informa el actual 'procés' está profundamente equivocado. Ni estrategia, ni táctica. Más allá del diálogo y de la negociación imposible, solo resta la confrontación.

El pueblo de Cataluña votará, más pronto que tarde, para establecer la legitimidad de la orientación política que estime oportuna

Otra de las preguntas clave es cómo se da el salto, desde la profunda crisis y del violento choque de trenes a la convocatoria de unas nuevas elecciones. ¿Cómo podrá hacerse? Sospecho que, analizada la nueva situación- extrema en cualquier caso- producto del desenlace de la crisis, se tendrá que negociar primero y pactar después una salida política viable para la ciudadanía catalana. Independientemente, de las diferentes expectativas, sólo las elecciones proporcionaran la respuesta.

No serán plebiscitarias. Serán autonómicas. El pueblo de Cataluña votará, más pronto que tarde, para establecer la legitimidad de la orientación política que estime oportuna.

Se entrará, así, en una nueva etapa. Desconocemos sus perfiles principales. No obstante, se hablará del 'procés' en términos de pasado reciente. Por decirlo de otra manera, Cataluña habrá entrado en el 'posprocés'.

Finalmente, los Presupuestos de la Generalitat de Catalunya para el año en curso están en camino de ser aprobados. La muerte súbita de la XI legislatura no se ha producido. Pero no tardará. Los contenidos precisos del pacto con la CUP se conocerán a lo largo del debate presupuestario. No es esta la cuestión relevante. Lo que sí es determinante es entender que el presidente Carles Puigdemont y la CUP, a cambio del acuerdo de Presupuestos, han decidido avanzar la convocatoria del referéndum. En este designio, ERC tiene escaso margen de maniobra. Se suma porque este ha sido siempre uno de sus objetivos políticos principales y ahora no puede decir una cosa distinta.

Parlamento de Cataluña Generalitat de Cataluña Esquerra Republicana de Catalunya (ERC)