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Juanma Moreno tiene la batuta y solo Sánchez se la puede quitar
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Ángel Alonso Giménez

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Ángel A. Giménez

Juanma Moreno tiene la batuta y solo Sánchez se la puede quitar

La tensión electoral caerá en el letargo, pero los estrategas y los líderes no tanto. Sus calendarios muestran un mes redondeado con el 'rotring' rojo: diciembre de 2022

Foto: El presidente de la Junta, Juanma Moreno, saluda a los diputados del PP en el Parlamento andaluz. (EFE)
El presidente de la Junta, Juanma Moreno, saluda a los diputados del PP en el Parlamento andaluz. (EFE)
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España se acerca a un periodo de aburrimiento electoral. Se va a hacer raro después de haber tenido cinco procesos en 2019 y dos este año (los comicios vascos y gallegos de julio). Este 2021 comenzará con las agendas de los partidos bien apretadas, porque en febrero serán las elecciones catalanas si una nueva oleada de coronavirus no las empuja a más adelante. Y después del 14-F, la nada, el vacío.

La tensión electoral caerá en el letargo, pero los estrategas y los líderes no tanto. Sus calendarios muestran un mes redondeado con el 'rotring' rojo: diciembre de 2022, el tope para que haya urnas en Andalucía.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, celebró ayer el ecuador de su legislatura. Le acompañó el líder del PP, Pablo Casado, quien avanzó algo de sus planes para ir escalando los duros repechos del centro derecha. Uno de ellos consiste en 'pegarse' a los barones del partido, a los que la gestión parece que les sienta bien, o eso dicen. La pandemia ha arrasado las previsiones económicas, y nada hay más incómodo para un dirigente popular que gestionar la crisis (a ellos, lo que les gusta es gestionar la recuperación), pero la Unión Europea se ha dejado abierto el grifo del dinero y a España llegarán unos 140.000 millones de euros en diferentes conceptos (transferencias no reembolsables y préstamos). El esfuerzo merece la pena.

Foto: El presidente del PP, Pablo Casado (d), y el presidente del PP andaluz y de la Junta, Juanma Moreno. (EFE)

Un alto cargo del PP a escala territorial ve en estos fondos Next Generation un antídoto infalible contra tentaciones de adelanto electoral. Pedro Sánchez necesita tiempo para que la 'pasta' de Bruselas se expanda por el territorio. El proceso abarcará 2021 y 2022, así que será al año siguiente, añade este mandatario, cuando comience a notarse la recuperación.

Dos cualidades o características tiene Sánchez. Una es la resistencia; la otra es la mutabilidad. Su prioridad ahora es la gestión de la pandemia en dos niveles: el sanitario, que depende de la vacuna, y el económico, que depende del dinero de Europa. Cuando el primero esté resuelto y el segundo, encarrilado, el presidente y líder del PSOE empezará a silbar la musiquita electoral. "Eso puede pasar en marzo o abril de 2023", vaticina el dirigente consultado. Sánchez entonces se desgarrará la camisa de gestor y mostrará el traje de candidato, como pasa en las cabinas telefónicas de las películas de un superhéroe.

placeholder Pedro Sánchez y Juanma Moreno.
Pedro Sánchez y Juanma Moreno.

Si esta previsión se cumple, Andalucía habrá celebrado elecciones antes. Juanma Moreno aseguró ayer ante Pablo Casado que su intención es agotar la legislatura, es decir, llegar hasta diciembre de 2022. Al presidente andaluz, apunta una fuente de su entorno, le sucede lo mismo que a Sánchez. Necesita tiempo para que los fondos de la UE rieguen el tejido económico de su comunidad, duramente afectado por la pandemia. Igual que al jefe del Ejecutivo, al de la Junta le hace falta acudir a las urnas con 'una buena gestión' bajo el brazo.

Para afrontar los dos años que restan de legislatura, Moreno no cuenta con Vox, y eso es algo que Casado quiere seguir con atención, porque le puede servir de ejemplo. El líder del PP parece que ha decidido distanciarse de Santiago Abascal completamente, aunque aún no se sabe qué traducciones políticas e ideológicas desencadenará el viraje. Adelantó en el Congreso, el día de la moción de censura, que su vocación es institucional y europeísta. A diferencia de un partido que hurga en el extrarradio del sistema para captar adeptos, el PP vive en el sistema. El PP es el sistema (su sistema).

Foto: El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (EFE)

De forma sutil, Casado ha regresado al modelo de su antecesor. Mariano Rajoy tenía tan claro que al Gobierno solo se llega por el centro y que en el Gobierno se permanece desde el centro, que hasta se cargó la reforma de la ley del aborto de Alberto Ruiz-Gallardón. Tal era su querencia por este espacio que en cuanto las cuentas de Montoro se lo permitieron, se puso a presidir actos contra la violencia machista.

Juanma Moreno es de esa escuela y está dispuesto a demostrarlo. Cs no le incomoda. Vox, mucho. Ayer, Casado certificó el cambio de rumbo con una apelación sorprendente al votante socialista andaluz que esté desencantado con Sánchez. O desorientado. Isabel Morillo publicó en este medio que en las federaciones del PSOE de la mitad sur quieren más pedagogía, porque lo de Bildu y ERC en los Presupuestos Generales del Estado, pues como que no se termina de entender. El PP de Andalucía cree que en estos caladeros puede pescar. Ya se verá, que la sombra de Vox es muy larga.

Foto: La secretaria general del PSOE de Andalucía, Susana Díaz. (EFE)
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En realidad, los partidos llevan tiempo pensando en Andalucía, en cómo prepararse para las elecciones en esta autonomía cuando Moreno decida. El partido socialista tendrá que soldar las grietas entre 'pedristas' y 'susanistas' (ojo a sus cónclaves y congresos), y el resto de la izquierda, ponerse en orden. Teresa Rodríguez no ha dicho la última palabra. Un diputado nacional muy pendiente de los movimientos andaluces cuenta que "algo se mueve en el progresismo andalucista" y desliza unas palabras que no se sabe si suenan a augurio o a deseo: "Teresa puede ser un revulsivo". Además, Íñigo Errejón está al acecho; Podemos e IU aún no dan señales.

Ciudadanos atraviesa un momento crítico. El partido ofrece una imagen confusa, porque ni su perfil en la Junta es nítido ni lo es como formación política con voz propia. Una dirigente de esta organización explica que las siglas atraviesan un periodo de renovación, aunque de perspectivas inciertas. Inés Arrimadas tendrá que aumentar el número de viajes a Andalucía para ordenar la casa y de paso motivar a sus huéspedes, a Juan Marín en primer lugar. Y Vox, seguramente no muy tarde, usará las técnicas en las que ha demostrado destreza: las redes sociales, la calle, la agitación, los toros, la caza, España.

Si Sánchez no lo impide, Andalucía será el primer campo de pruebas del nuevo escenario político. Varios desafíos competirán: el tirón del Gobierno de coalición, la fuerza de un PP moderado, las opciones de recuperación de Cs, la capacidad subversiva de Vox, el vigor de una izquierda alternativa quizá liderada por Teresa Rodríguez... Juanma Moreno tiene la batuta electoral de lo que queda de legislatura. Solo Pedro Sánchez se la puede quitar.

España se acerca a un periodo de aburrimiento electoral. Se va a hacer raro después de haber tenido cinco procesos en 2019 y dos este año (los comicios vascos y gallegos de julio). Este 2021 comenzará con las agendas de los partidos bien apretadas, porque en febrero serán las elecciones catalanas si una nueva oleada de coronavirus no las empuja a más adelante. Y después del 14-F, la nada, el vacío.

Pedro Sánchez Teresa Rodríguez Juan Marín
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