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Sánchez y los demás pasan de la prensa (y lo más grave es que da igual)
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Ángel Alonso Giménez

Los tártaros

Por
Ángel A. Giménez

Sánchez y los demás pasan de la prensa (y lo más grave es que da igual)

El informe de Estados Unidos sobre los derechos humanos menciona agresiones a la libertad de prensa en España. Es un indicio más del desdén con el que generalmente la clase política trata a los medios

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con algunos periodistas al término de una declaración institucional en Moncloa. (EFE)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con algunos periodistas al término de una declaración institucional en Moncloa. (EFE)
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Estaba el periodismo español la mar de entretenido con la enésima trifulca tuitera cuando el Departamento de Estado de EEUU publicó su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo. En el referido a España, uno de los epígrafes, el de la libertad de prensa, deja en muy mal lugar al presidente del Gobierno y al hasta hace nada vicepresidente segundo.

Sus nombres aparecen citados en un capítulo llamado "violencia y acoso" que desarrolla someramente tres episodios: cuando el mandatario socialista, el 1 de marzo de 2020, acusa a la prensa conservadora de agitar a la sociedad porque los partidos del mismo patrón ideológico han perdido las elecciones; cuando, el mismo día, Pablo Iglesias afirma que la prensa crítica con el Gobierno ha ofendido la dignidad de la profesión, y cuando, jornadas más tarde, el mismo Iglesias amenaza con enviar a prisión a un informador que había publicado una noticia comprometedora sobre la financiación de Podemos. (El empleo de los verbos 'acusar' y 'amenazar' obedece a la traducción literal del extracto).

Foto: El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, a su llegada a una rueda de prensa este miércoles. (Reuters)

No existe en ningún momento, ni en este ni en los demás epígrafes, una aseveración subjetiva, un juicio de valor, nada que posicione un Ejecutivo en contra de otro, lo cual sería muy grave. El informe sobre la situación de los derechos humanos en 198 países del planeta se limita a recoger referencias, conclusiones y opiniones de asociaciones y expertos. Pero con ello, y aquí está la madre del cordero, se muestra una selección de acontecimientos, una determinada visión de un paisaje. No es lo mismo ver el bosque desde la montaña que desde el valle. Un informe oficial de Estados Unidos señala, al usar como fuentes tres entidades de periodistas, que en España la libertad de prensa se ha visto asediada ni más ni menos que por el presidente y por el ex vicepresidente segundo.

La constancia de los apellidos "Sánchez" e "Iglesias" resulta relevante, y a la vez tan inusual como preocupante, por una razón fundamental: los cargos que ejercían al pronunciarse así. Sin embargo, en el universo paralelo de Twitter, lo que siguió sumando 'likes' y retuits fue la enésima trifulca provocada por alguien de un medio de comunicación que se metió con otros de otros medios de comunicación por practicar eso tan de moda: la tertulia... en un medio de comunicación.

Entra en escena Ned Price

Durante la madrugada del miércoles al jueves pasados, EFE emitió un teletipo con declaraciones del portavoz del Departamento de Estado sobre el asunto, hechas en una comparecencia ante los medios. La compañera de la agencia le preguntó por las alusiones al Gobierno de coalición contenidas en el citado informe. Ned Price, que así se llama el responsable, respondió así: "Para nosotros, dentro de nuestro propio compromiso diplomático, es una prioridad asegurarnos de que tenemos un enfoque adecuado sobre la libertad de prensa y la libertad de expresión". En otro momento, sentenció que el informe está "basado en hechos".

Llegados a este punto, conviene puntualizar cuatro aspectos no menores: el documento describe la realidad de los derechos humanos en 198 países a lo largo del año 2020; lo redactan trabajadores/as de las embajadas y consulados estadounidenses en función de los informes de entidades y personalidades especializadas; su elaboración se enmarca en el último tramo de la Administración de Donald Trump, aunque la de Biden lo ha hecho suyo, y el texto se enviará al Congreso de Estados Unidos para que sus miembros lo tengan en cuenta cuando haya que distribuir ayuda exterior. Estos cuatro factores son pésimas noticias para el Gobierno de Sánchez.

Es posible que a nuestras familias les dé igual que un grupo de periodistas se movilizara para exigir equidad en las preguntas

Porque los hechos son recientes, porque la redacción es una amalgama de informes de los funcionarios de la diplomacia de EEUU, porque Ned Price lo ha defendido y porque puede ocurrir que Alexandria Ocasio-Cortez, por ejemplo, congresista por Nueva York, emblema del futuro, eche un vistazo al documento y casualmente vea el nombre de Sánchez en un apartado relativo a agresiones verbales contra la libertad de prensa ("verbally atacking", señala textualmente).El propio Price, de acuerdo con la información de EFE, explicó en la comparecencia: "Continuaremos trabajando con nuestros socios internacionales en los foros bilaterales y multilaterales para fomentar un apoyo fuerte y sostenido a la libertad de los medios de comunicación y la libertad de expresión".

Entra en escena Carmen Calvo ('flashback')

Antes de que el portavoz del Departamento de Estado contestara a la compañera de la Agencia EFE en una comparecencia pública, la vicepresidenta primera del Gobierno manifestó que dicho texto de la diplomacia de EEUU "ni es un informe ni es una amonestación". En lo último tiene toda la razón, pero en lo primero no, a no ser que la dirigente del PSOE sepa más sobre la metodología del informe que el mismo portavoz del departamento que hace el informe.

Calvo dedicó la breve declaración que formuló al respecto a minusvalorar el trabajo. Sin duda, hay pasajes en el documento bastante frágiles, incluso cuestionables, pero da la casualidad de que justo ese de la libertad de prensa menciona "hechos", en palabras de Price. Es probable que a la gente le importe un huevo que durante los primeros meses del estado de alarma de 2020 el secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, filtrara las preguntas a su jefe enviadas por 'mail', Telegram o WhatsApp, pero sucedió. Tal y como recuerda el informe, unas pasaron y otras no. Es posible que a nuestras familias les dé igual que un grupo de periodistas se movilizara para exigir equidad en la selección de las preguntas, pero ocurrió. Son hechos.

Foto: El secretario general de Unidas Podemos, Pablo Iglesias. (EFE)

También reprobó Calvo que el informe se haya hecho en época de Trump. Claro que el expresidente de Estados Unidos es una afrenta al periodismo, e incluso al concepto mismo de libertad, pero Ned Price no parece que haya sido un adlátere del empresario.

La vicepresidenta primera, por tanto, antes de que el portavoz del Departamento de Estado hablara de "informes" y de "hechos", descalificó esos informes y esos hechos, y así, de nuevo, nos encontramos ante un ejemplo máximo de la escena viral que mejor resume la política española actual: Mariano Rajoy está acodado en un ferry cuando, no muy lejos, un grupo de personas le reconoce y le saluda; el expresidente devuelve el gesto con aparente entusiasmo; luego mira a cámara y se encoge de hombros y pone un gesto como queriendo decir: "Me da igual".

La libertad de prensa da igual

La última vez que Pedro Sánchez ofreció una rueda de prensa larga y profusa fue a finales de febrero. El líder del PP, Pablo Casado, no se pone detrás de un atril para afrontar las preguntas de los periodistas desde diciembre. Iglesias lleva más tiempo sin atender a varios medios en una rueda. El líder de Vox, el otro gran señalado por Estados Unidos por "pasar" de la libertad de prensa y del periodismo en general, ni se sabe. Inés Arrimadas compareció el pasado 8 de marzo, que parece que fue en el pleistoceno, pero no: fue hace poco.

En España se ha vuelto anormal la rueda de prensa, más allá de las de María Jesús Montero, portavoz del Gobierno, o las de los portavoces de los grupos parlamentarios. Todas ellas, los martes. Los líderes han obviado la comparecencia periódica ante los medios, cosa que Estados Unidos no cita, y ahora se han entregado con fervor al vídeo enlatado y a la factoría audiovisual propia.

Un día el PP envía un WeTransfer con su líder hablando de actualidad desde una central lechera y otro día Iglesias cuelga en su perfil de Twitter un vídeo más que terminará de aguar la vida personal de los periodistas que hacemos política, pues no son pueriles sus producciones, ni mucho menos. Un día la ministra portavoz no se da por aludida con la enmienda del PSOE que endurece el uso de las mascarillas y otro día Teodoro García Egea responde con las mismas palabras cinco preguntas diferentes.

En los gabinetes de 1.001 asesores se sabe que si hay un gremio tan denostado como el de los políticos, ese es el de los periodistas

En los gabinetes de 1.001 asesores de los líderes se sabe que si hay un gremio tan denostado como el de los políticos, ese es el de los periodistas. A costa de escarbar en su credibilidad, y sobre todo debido a toneladas de sectarismo y errores propios, el periodismo atraviesa malos momentos de reputación. Lamentablemente, ahí fuera importa un pimiento si los profesionales de los medios que no comparten la visión del Gobierno se quedan sin preguntar cada semana.

Es una pena, sin duda, pero no todo está perdido, pues los ciudadanos siguen construyendo el mirador desde el que ver el mundo con las piezas y herramientas que proporcionan los medios. Que proporcionan los periodistas. Nadie hablaría de la corrupción si los medios no la destaparan. Nadie hablaría de economía en épocas de crisis si el periodismo no retratara la realidad. Ahora mismo, no se hablaría de Marlaska si no fuera porque los informadores han descubierto algunas vergüenzas.

No es descartable que Sánchez se vea un día en la encrucijada que le ha creado una exclusiva de un medio de comunicación

No es descartable que Sánchez se vea un día en la encrucijada que le ha creado una exclusiva de un medio de comunicación. Puede que sea el principio de un derrumbamiento. El asesor de turno le dirá entonces, tras haber preconizado el desdén a los medios: "Presidente, tenemos que dar importancia a la prensa".

Y esta será la demostración de la enorme importancia de la prensa.

Estaba el periodismo español la mar de entretenido con la enésima trifulca tuitera cuando el Departamento de Estado de EEUU publicó su informe anual sobre los derechos humanos en el mundo. En el referido a España, uno de los epígrafes, el de la libertad de prensa, deja en muy mal lugar al presidente del Gobierno y al hasta hace nada vicepresidente segundo.

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