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El PP de Madrid necesita urgentemente un liderazgo para evitar la sangría demoscópica
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David del Cura

Entresijos y gallinejas

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El PP de Madrid necesita urgentemente un liderazgo para evitar la sangría demoscópica

La prohibición de las cenas del PP es una enmienda a la totalidad de la política sanitaria y económica que ha desarrollado Isabel Díaz Ayuso durante esta pandemia

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Juan Carlos Hidalgo)

Importa poco, muy poco, quien preside el PP en Madrid y seguirá sin importar. Las cosas de los partidos solo atañen cuando lo orgánico entra en colisión y confrontación con lo ejecutivo. Cuando afecta a los que no tienen el carné. Por ejemplo: en el momento en el que la dirección del partido ordena al militante lo contrario de lo que el Gobierno, del mismo partido, promueve. La “prohibición” de Pío Escudero (que es el que ahora preside y firma las cartas) frente a la “libertad” de Ayuso.

Ni el Sánchez anterior a la “cumbre de las banderas” había enmendado con esa contundencia. Un afiliado del PP puede cenar con la asociación de alumnos de los marianistas, con los colegas del fútbol y hasta con miembros de otras formaciones… pero no puede hacerlo con sus compañeros de partido. Es llevar aquello de los enemigos hasta las últimas consecuencias y dar al militante más protección que al lince ibérico. En realidad es evitar la comparación a la hora de los vítores y los aplausos.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Comunidad de Madrid)

Lo incongruente es que la dirección del PP quiere para los suyos (por lo que sea) lo que el gobierno, también del PP, no promueve para los gobernados. Ayuso acata con la aclaración de que la orden "va en dirección contraria a la política sanitaria (económica, podría añadir) que elegimos en la Comunidad de Madrid". Y aclara: “Las cenas se las quitan a los afiliados”. En esos encuentros el correr del vino y el cava no iba a caer por la vía de la bronca, sino de ese espíritu del 4 de mayo con vivas a la Presidenta en cada cambio de plato. Son esas merendolas de mesa corrida y un digestivo que piden conga; ahí Ayuso se pone la primera y se sienta la última.

En Génova se han empeñado en querer poner puertas al campo pero con la “prohibición” el topógrafo se ha vuelto loco con la mojonera. No es autoridad, sino un ejercicio de autoritarismo con tintes chusqueros. Hasta ahora la “pelea” no había llegado a la incoherencia, estos días se ha dado ese paso. El siguiente capítulo en la evolución de la política para todos los públicos es la pérdida de la credibilidad y la merma del respaldo. Esto del ayuno intermitente por decreto solo genera adelgazamiento demoscópico y pone de manifiesto la necesidad de un liderazgo claro en el partido que ponga punto final al disparate y marque una estrategia única.

placeholder La alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse. (EFE/David Fernández)
La alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse. (EFE/David Fernández)

Puede ser quien quieran, pero el tiempo solo deja espacio para nuevos encontronazos. La experiencia, la tradición y la lógica dicen que la coherencia queda a salvo cuando presidente autonómico y de partido son la misma persona, salvo algún episodio de bilocación atribuido al falso testimonio. Así es en otras comunidades y nadie ha cuestionado absolutamente nada. Uno de los papeles fundamentales de las formaciones políticas es acompañar con bombo y platillo las políticas que desarrollan las administraciones que gobiernan y tratar de apoyar e impulsar las tareas de oposición donde no lo hacen. Aquí llegamos al otro episodio que pide liderazgo nítido: Móstoles.

Móstoles

La segunda ciudad de la Comunidad de Madrid tiene a todo su equipo de gobierno, con la socialista Noelia Posse a la cabeza, imputado por presuntos delitos de prevaricación y malversación continuada por el caso ITV. Según la querella que presentaron dos concejales de Más Madrid, el Gobierno municipal causó un daño a las arcas municipales de 2,5 millones de euros por perdonar la deuda que la Inspección tenía con el consistorio. En medio de toda esta operación además se han cargado al interventor y al secretario que avisaron al Tribunal de Cuentas. En el Partido Socialista han encargado al comité de ética que eche un vistazo. Ciudadanos anunció una moción de censura y del Partido Popular nada se sabe más allá de una petición de dimisión.

Foto: La alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, durante el pleno de su reprobación con sus concejales. (EFE/David Fernández)

Hace algunas semanas, en Badalona, el alcalde popular García Albiol fue apeado del puesto porque apareció en los “Pandora Papers” vinculado a una sociedad en Belice. Ni fiscalía ni juzgado alguno han tenido interés en el asunto. Todos los concejales del equipo de Gobierno y la alcaldesa de Móstoles pasarán por el juzgado el próximo febrero y la dirección regional del PP ni está… y, bueno, esperársela se la espera, pero no hay fecha para el Congreso.

Importa poco, muy poco, quien preside el PP en Madrid y seguirá sin importar. Las cosas de los partidos solo atañen cuando lo orgánico entra en colisión y confrontación con lo ejecutivo. Cuando afecta a los que no tienen el carné. Por ejemplo: en el momento en el que la dirección del partido ordena al militante lo contrario de lo que el Gobierno, del mismo partido, promueve. La “prohibición” de Pío Escudero (que es el que ahora preside y firma las cartas) frente a la “libertad” de Ayuso.

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