Las fotos robadas y las fotos no robadas... Nada ha cambiado en las relaciones de Sol con Génova

Daremos por bueno que el desayuno es la comida más importante del día, pero nadie en su sano juicio nos puede convencer de que con uno se puede tirar hasta el 13 de febrero. Eso no es ayuno, es inanición, tortura, hambruna. Pues la dirección nacional del PP pretende que con el del lunes en el Ritz, la paz dure hasta las elecciones en Castilla y León. Eso es forzar mucho el tránsito intestinal y los cuerpos. Además, no hay tal paz. Por no haber no hay ni desayunos, porque a estos saraos el personal llega ya comido y se dejan litros y litros de zumo de naranja y bocadillos abandonados de pan verde. Sería más correcto hablar de armisticio hasta que se celebren esos comicios y se sepa quien va a gobernar.

El desayuno de la vuelta al cole nos ha dejado una foto forzada y un relato para adobar las crónicas de los que beben agua embotellada y no a morro de la fuente. Supongo que Ayuso se habrá recompuesto del susto que sufrió cuando poco antes de llegar a la puerta del hotel salió de entre los setos todo un Secretario General del PP. La escena completa podría aparecer en un documental de sobremesa con leones y gacelas Thomson.

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I. S. C.

Él, ágil y grácil, está en plena forma; ella con los ojos como platos (con ese aire de película muda del que habla Raúl del Pozo) y junto a ellos Mañueco, que está en la fase preelectoral de “todo es bueno para el convento”y me llevo unos telediarios. Cuando dieron esquinazo y ante la segunda ola de fotoperiodistas volvió a aparecer detrás de una columna para unirse a la pareja. Este episodio de “mocitismo feliz” quedaría en una anécdota si no fuera porque se quiso elevar a categoría de fin de las hostilidades.

Como la fotografía en política es material idóneo para la propaganda donde unos vendieron concordia y armonía otros borraron al tercer elemento. Las palabras siempre son más elocuentes que las imágenes congeladas. Por eso Ayuso inició su intervención con una larga ristra de agradecimientos. Extensa (más de dos minutos), detalla y jerarquizada para poner de manifiesto que Teodoro no estaba entre sus prioridades y la estructura madrileña de su partido muy por debajo del grupo parlamentario popular.

Por si quedaba alguna duda, al ser preguntada por el efecto balsámico de las fotos de la entrada ni siquiera se refirió a él. Sobrevolaba aquello de “esa persona de la que usted me habla”. Todavía nadie ha explicado desde Génova por qué el año pasado no se celebró el Congreso del PP de Madrid en primavera con la excusa de la cita electoral y este fin de semana se va a celebrar el de Castilla y León, también hay convocatoria y no se altera el calendario previsto. Son esos detalles que solo interesan al partido ¿seguro?

Con las “cosas del PP” quedaron en nada las críticas a Garzón

El caso es que con las “cosas del PP” quedaron en nada las críticas a Garzón. Faltaron chuletones de alistana, torreznos y vino en porrón de buena mañana para ciscarse en el Ministro de Consumo y en su jefe. Se echó en falta también algún golpe en la mesa para hacer más digerible la “batalla cultural”. Se perdió en la ristra de propuestas el plan de ayuda a la fecundidad del Gobierno madrileño que va a colocar a esta comunidad en la vanguardia de los derechos reproductivos…pero son del PP. Solo Mañueco tuvo más de lo que esperaba. Cada vez que pasa por Madrid se vuelve cargado de regalos. El único riesgo en su proclamada “ayusización” y en su campaña cantada y contada desde Madrid es que le pase como a Gabilondo, que le hicieron un traje que no le iba con el cuerpo.