Almeida deja la portavocía nacional y Villacís le salva la alcaldía

El lunes 14 de febrero se inauguró el viaducto del Nudo Norte, la conexión del Paseo de la Castellana con la carretera de Colmenar. Posiblemente la mayor infraestructura terminada en esta legislatura junto a la remodelación de la Plaza de España. Almeida no estuvo, sabía que todas las preguntas iban a tener como asunto las elecciones en Castilla y León que se acaban de celebrar y el arbitraje entre Teodoro y Mañueco.

Pocos actos son tan representativos de la autoridad y su ejercicio como el corte de cintas, si es que siguen cortando, y el discurso de agradecimiento. Su condición orgánica de portavoz nacional del PP había superado su razón de ser institucional. La dualidad de Jose Luis había hecho perla. Con los Presupuestos aprobados y en la segunda mitad de la legislatura, esta dualidad castrante amenazaba con atenazar su condición de “alcalde de todos” que marcó el arranque de su gestión.

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Europa Press

La decisión de dejar la portavocía la tenía tomada seguro, pero no contaba con lo último. La deflagración del PP activada desde Sol para volar Génova con Carromero como cordón detonante ha sido un cebador. Así que en su casa, ante las banderas de Madrid, Ayuntamiento y Comunidad, y de España, con el Retiro como croma de fondo ha sentenciado que su “compromiso con el Ayuntamiento está por encima del compromiso con el PP” y gracias a Casado.

Ahora la misión de Almeida es salvar la alcaldía con todos los avíos

Ahora la misión de Almeida es salvar la alcaldía con todos los avíos y reconstruir una forma de hacer política desde el diálogo y el pacto. Esto que resultó inusual, tendrá que volver a explorarlo si quiere mantener su candidatura con opciones amplias. De momento ha salvado una bola de partido gracias a la vicealcaldesa. Villacís ha sido tentada con serpientes y llamadas con todo tipo de propuestas y sumas… pero la aritmética no dota de razones para romper el que ya parece el único matrimonio de PP y Ciudadanos con posibilidades de durar sus cuatro años.

Ponerse a la cabeza de un gobierno “progresista” y subastar sus principios liberales no cabe ni en las últimas reinterpretaciones de Delacroix. 'Ni “costaleros ni carroñeros”', ha dejado como lema antes de exigir disculpas por las constantes humillaciones a su partido en otros gobiernos, ya ex, de coalición. Ayer tocaba, también, mantener 'la regeneración' (espíritu fundacional de su formación), y pidió la máxima transparencia para conocer toda la verdad de la implicación del Ayuntamiento en uno de los episodios más chuscos de la política reciente y eso es mucho… que hasta disfrazaron a un tipo de cura para robar unos documentos.

Aunque pueda parecer paradójico, Almeida está también en esta búsqueda y por eso va a apoyar la comisión y todas las iniciativas para saber qué pasó en el consistorio. Es muy probable que todo empiece y termine en las andanzas de Carromero, un personaje de partido, de lealtades mutantes, acostumbrado a las tareas de pocería y capaz de llegar donde otros compañeros no se acercan. “Todo el que haya hecho algo irregular lo pagará”, ha sentenciado el alcalde en la vuelta a su escenario natural, el Salón de Plenos del Ayuntamiento, donde ha desplegado con contundencia su plan para hacerse creer.

Ha tenido su acto de contrición y sus madrileños primero. También ha tenido el recuerdo a la falibilidad y la precipitación porque ayer, finalmente, Almudena Grandes, fue nombrada hija predilecta de Madrid como había pactado el propio alcalde con los escindidos de Más Madrid en el acuerdo de Presupuestos. Horas después de cerrar ese trato de las cuentas con los de Recupera Madrid hizo unas declaraciones innecesarias en fondo y forma sobre la escritora recientemente fallecida. Eran esos momentos de declaraciones en sesión continua y máxima exposición. Días antes, alguien cercano me confesó que los Presupuestos da igual sacarlos con los “rojos o con los azules” lo importante es aprobarlos y luego, cuando inaugures los puentes, nadie se acuerda. Esta vez, para el regreso a la alcaldía y solo la alcaldía, se ha tomado Almeida unos necesarios días de reposo, reflexión y sufrimiento….y ahora, con los Presupuestos y la coalición salvada a cortar cintas… si es que se siguen cortando.