Dos de mayo, la gran fiesta político social de Isabel Díaz Ayuso

Hubo un tiempo en el que las fiestas del 2 de mayo amanecían con encuestas, con noticias como aquella del 2017 sobre la hipotética candidatura de Casado al Ayuntamiento de Madrid y con puyas y demostraciones de poder entre aguirristas y gallardonistas. Ahora en Madrid sobran los sondeos, el poder es cosa de Isabel Díaz Ayuso y no hay competencia con el Consistorio… quizá algo de conmiseración. Este año será la primera celebración por todo lo alto para la presidenta sin 'aguados' ni tensiones pandémicas y preelectorales.

Ya dije por aquí que con este festejo se inician los fastos del mes de Díaz Ayuso que se completarán con el primer aniversario del triunfo electoral del 4-M, San Isidro y el Congreso del PP madrileño con IFEMA a reventar. Todo el espectáculo político y sonoro para marcar el territorio, que es solo Madrid.

Lo de mañana promete ser apertura de telediarios con la presencia de Alberto Núñez Feijóo como respaldo, pero sobre todo como imagen de que en este nuevo PP gusta lo institucional, electoralmente se va a ensanchar la base y con esta pareja se abarca desde el centro hasta las periferias de Vox. Madrid, sin la presencia de Juanma Moreno, será uno de los primeros actos de la precampaña andaluza en la que habrá que lijar las aspiraciones de Olona para que los resultados se parezcan más a los de la Asamblea de Vallecas que a los de las Cortes de Castilla y León. Si finalmente la representación gubernamental es la del ministro de la Presidencia y vicepresidente 'de facto', Félix Bolaños, los corrillos con buen vino de Madrid prometen mucha columna, retratos peculiares y hasta noticias en revistas especializadas en ovnis, de esos que vienen volando y “zás”, hasta tiene medalla de plata el astronauta López Alegría.

Opinión

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Puede que hasta nos enteremos de las razones que han llevado a suspender la parada militar. Las autoridades civiles dijeron el viernes que por las obras en la plaza y por la amenaza de lluvia, como si los militares solo desfilaran en secano y la maquinaria no llevara trabajando meses. Lo de echar la culpa al cielo y al “empedrao” es tan socorrido como sospechoso. Sin actos en la calle todo sucederá a cubierto. Sonarán los Hombres G, pero enlatados, porque no estaban las arcas para directos pese a la medalla de plata de la Comunidad de Madrid. Pincharán su 'Madrid, Madrid' esa que dice que “nos gusta amontonarnos dentro de los bares y que este Madrid, sigue siendo diferente, y lo mejor que hay aquí es que está lleno de gente”.

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Estará “el todo Madrid” que reseñaba otro de los galardonados, Luis María Ansón, en cuanto tenía oportunidad. Los galardones este año van desde el reconocimiento a clásicos de las artes con pensamiento cercano, Savater, Garci o Dalmau; a implicados en las catástrofes y miserias de los últimos tiempos, Jose Andrés el 112 o los Policías de Ceuta y Melilla; pasando por algún detalle episódico y de actualidad para terminar en clasicazos como el restaurante de la Cruz Blanca de Vallecas, establecimiento que ha conseguido más por el barrio dando de comer su buen cocido que la Asamblea de Madrid. Ah, también hay Cruz de la Orden del Dos de Mayo para los de las campanadas, para la relojería que no para el relojero.

La disposición de premiados, convidados y apuntados es ver y ser vistos, estar en esta entronización popular, rogar que los discursos sean cortos y cantar por los de Summers eso de “porque hoy, voy a pasármelo bien” o “visite nuestro bar”. Todo está planteado a mayor gloria de la anfitriona, así que si se escucha 'Sufre mamón' será en algún corrillo.