Mis novedades en Madrid

Es innegable la evolución que está teniendo Madrid en el plano gastronómico. Desde la extraordinaria oferta de mercados y comercios, empezando por Mercamadrid (la plataforma de comercialización y logística de alimentos frescos más grande de España), hasta los originales mercados municipales, supermercados y boutiques gastronómicas, pasando por una variedad de casas de comidas, restaurantes, bares y tabernas como en ninguna otra ciudad del mundo.

Prácticamente, cada semana surge algún restaurante nuevo, muchos de ellos con una gran calidad en la cocina, la sala y la bodega. Hoy hablaré de algunos de los últimos que he podido visitar. Pero también hay otros que llevan tiempo abiertos y que yo no conocía, o que aún no había tenido ocasión de probar. Y es que, a veces, parece que solo interesa lo nuevo, lo más reciente o lo que está en el centro de todas las miradas. Mi consejo es no limitarse a las últimas tendencias, que no se hable solo de las novedades.

Cuando uno descubre un restaurante que vale la pena, es bueno compartirlo, pues nunca se sabe quién puede necesitar esa información. Además, el trabajo bien hecho, merece ser reconocido y difundido.

Casa Salesas

El primer establecimiento al que quiero referirme, y uno de los más recientes, es Casa Salesas, en el emblemático barrio de Las Salesas. Es la primera apuesta del grupo Casablanca Hospitality, puesta en marcha por iniciativa de Íñigo Onieva, quien estuvo a cargo, durante mucho tiempo, de la comunicación de Tatel.

En este ambicioso proyecto de cocina non stop, es posible desayunar, tomar un brunch, comer, cenar o disfrutar de un cóctel en sus tres espacios: en la planta baja, con su ambiente distendido y su clientela de tapeo; en la planta alta, donde está el restaurante con el salón principal; y en la terraza, desde donde se puede contemplar el edificio modernista de la SGAE, el Palacio de Longoria.

La bodega es estupenda y, sin duda, lo mejor es la relación calidad-precio. En mi visita, me gustaron mucho los rigatoni al vodka como en Little Italy; la lubina a la brasa con parmentier trufado de calabacín; y el sándwich Salesas de croissant con helado de vainilla.

Restaurante Berlanga

Una experiencia completamente distinta es Berlanga, cuyo propietario y chef es José Luis García-Berlanga, hijo de Luis García-Berlanga, quien fuera uno de los grandes nombres del cine español y director de películas como Bienvenido, Mister Marshall, El Verdugo o Todos a la cárcel.

José Luis también se dedicaba al mundo audiovisual y siempre fue un apasionado de la gastronomía. Justo antes de la pandemia, decidió que quería tener su propio restaurante especializado en arroces y cocina levantina, frente al parque del Retiro.

Muy bueno su arroz a banda (el que más nos gusta a mi hermano Luis María y a mí, porque no lleva “tropezones”); la paella Antonio y Ana Resines, de puerro y rape; y el pa amb oli de sobrasada mallorquina. También cuenta con una excelente coctelería y una buena carta de vinos, que se complementan con un servicio de sala impecable y la atención personal de José Luis.

Berlanga es un homenaje a su padre, quien figura en los carteles de todas y cada una de sus películas, y en las fotos, que recuerdan sus encuentros con grandes personalidades del mundo de la política, la empresa y la cultura.

El Invernadero de los Peñotes

El tercero es un lugar insólito y sorprendente, por la armonía entre el mundo vegetal y el mineral. Se trata de El Invernadero de Los Peñotes, situado en el que fuera uno de los grandes invernaderos de la ciudad y el más importante de La Moraleja.

En sus tres espacios, completamente diferentes, el cliente tiene la posibilidad de sentir que está comiendo en plena naturaleza, en un bosque, con grandes plantas que se intercalan entre las mesas, y sus suelos de piedra vista.

Allí he probado un plato fantástico, la costilla de Angus glaseada con patata frita hojaldrada, y he podido disfrutar de una carta de vinos bastante atractiva. Buena relación calidad-precio.

Casa de Comidas

El hotel NH Collection Madrid Eurobuilding ha incorporado Casa de Comidas, un nuevo espacio respaldado por el chef sevillano Rafa Zafra, donde se puede disfrutar de los platos tradicionales de la cocina española, elaborados con productos de temporada y un toque innovador. En mi visita, probé unas lentejas con foie y chipirón, y unos tacos de merluza a la romana con salsa tártara.

En el mismo hotel, Rafa Zafra también firma el Bikini Bar, un espacio dedicado al clásico bikini (un fino sándwich) y otros entrepanes y aperitivos.

Allégorie

Por último, un restaurante que, por su nombre, ya nos sitúa en Francia: Allégorie, del chef Romain Lascarides, un defensor de la salsa, por ser el gran ensamblaje de la cocina de su país natal. En su carta, las salsas y la cocina francesa tienen gran protagonismo, pero con una propuesta moderna, que huye de los clichés y está abierta a las influencias de otros países. Allí probé un estupendo gallo asado en mantequilla, con caldo primaveral, espárragos blancos y guisantes.

Hay que destacar la dirección de sala y la cuidada atención al cliente. También su bodega y, una vez más, la posibilidad de tomar un buen combinado.

Espero poder seguir descubriendo restaurantes, ya sean nuevos o desconocidos para mí, y compartirlos en este espacio. También seguiré escribiendo de esos restaurantes que conozco bien, incluso desde hace más de 50 años, y que, de vez en cuando, cambian la carta, incorporan platos nuevos, y en los que siempre hay una novedad que reseñar.