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La nueva gastronomia
Por
Azoteas y terrazas en Madrid
La llegada del buen tiempo anunciaba la proliferación de terrazas en los bares y restaurantes de la ciudad e inaugura el verano. Ahora, es posible disfrutar de estos espacios al aire libre. Incluso en invierno
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Históricamente, la llegada del buen tiempo anunciaba la proliferación de terrazas en los bares y restaurantes de la ciudad, inaugurando así la temporada de verano. Ahora, es posible disfrutar de estos espacios al aire libre, incluso, en invierno (con los calefactores y las carpas pertinentes).
Pero sobre todo en épocas de calor, son una alternativa para disfrutar de la ciudad y de algo de fresco, especialmente si están rodeadas de árboles. Lo curioso de los últimos años, es que se han puesto de moda algunas terrazas que, aun no teniendo sombra, están adecuadamente acondicionadas y son perfectas, también, por la noche y en todas las épocas del año.
Por ejemplo, en los edificios y hoteles que disponen de una superficie plana, incluso en las alturas, se han instalado terrazas para alargar las sobremesas, los atardeceres o las cenas. Esto me lleva a recordar cuando vivíamos, de pequeño, en el último piso de nuestro bloque, que tenía una azotea donde los niños nos divertíamos jugando. Por eso guardo un buen recuerdo de las azoteas y los restaurantes con vistas a la ciudad.
En el cielo de Madrid
Y por eso me hizo tanta ilusión cuando empezó a funcionar el Grupo Azotea que, poco a poco, ha ido conquistando diversos sitios de Madrid (y de España) en los que se juntan la gastronomía con las mejores vistas.
Del grupo, que nació en 2011, hoy forman parte La Azotea del Círculo (ubicada en el Círculo de Bellas Artes) o Picalagartos Sky Bar & Restaurant (2018), en el NH Collection Gran Vía.
Tras la unión con la Familia La Ancha, nació el nuevo concepto de El Club Financiero Génova, y dos espacios en el edificio del Ayuntamiento de Madrid, en plena plaza de Cibeles: Azotea Cibeles y Cornamusa.
En este último, las mesas de la terraza se han ubicado en la esquina que da a Cibeles y donde se unen las calles Alcalá y Gran Vía, una vista que recreó el conocido pintor de Tomelloso, Antonio López, y que es ideal para pasar la tarde completa o tomar el aperitivo y, luego, pasar al salón a comer.
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En el Real Casino de Madrid, Paco Roncero ha habilitado una terraza en lo alto del edificio, con zonas perfectamente refrescadas en las que se puede cenar maravillosamente y prolongar la velada.
Lo mismo ocurre en algunos hoteles. En la plaza de España, tanto en el RIU como en el VP Plaza de España Design, es posible tomar un cóctel y que la tertulia se extienda, mientras contemplas la ciudad en una panorámica de 360º.
También en el centro, en Ronda de Atocha, en la octava planta del Hard Rock Hotel está el RT 60, inspirado en los rooftops de Nueva York, con coctelería y una carta de hamburguesas.
Y entre Gran Vía y la Puerta del Sol, se encuentra El Cielo de Chicote, que ha llevado la coctelería del mítico Museo Chicote al piso 10 del nuevo Hotel Montera Madrid, sin perder su estilo art decó.
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Terrazas a pie de calle
Estas propuestas “de altura” tampoco restan atractivo a otros espacios interiores o a pie de calle, en ocasiones, llenos de vegetación y más ajardinados.
Uno de ellos está en el hotel Santo Mauro, probablemente el hotel boutique más bello de España y de Europa. La cocina está dirigida por el chef Rafa Peña, del restaurante Gresca de Barcelona. En el hotel, uno tiene la posibilidad de degustar sus platos en La Biblioteca, tomar algo en el Salón Chino, en el Rojo o en el Bar, pero también en un jardín del siglo XIX, uno de los más bonitos y entrañables de Madrid.
Lo mismo ocurre en el hotel Mandarin Oriental Ritz, un lujo para quien tiene la posibilidad de ir, por la belleza del entorno y, también, por la calidad de la comida. Tanto el Jardín del Ritz como los demás espacios gastronómicos, tienen el sello de Quique Dacosta.
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En estos sitios, como es natural, le dan mucha importancia a la coctelería y a las tapas, lo que favorece la tertulia y la conversación. Y, para refrescar los jardines y terrazas en verano, utilizan nebulizadores de agua, lo que permite disfrutar de una cena extraordinaria y poder charlar hasta altas horas de la noche.
También los “taberneros” Iván Morales y Álvaro Castellanos, conocidos como “los Arzábal”, regentan un espacio único en el Museo Reina Sofía, El Jardín de Arzábal, con un espacio al aire libre y otro bajo una cúpula de cristal. En ambos, es posible tomar sus míticas croquetas de jamón ibérico con leche de oveja con una cerveza bien tirada.
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Madrid, destino de excelencia
Estos son solo algunos de los espacios que me permiten ejemplificar y argumentar por qué digo siempre que Madrid tiene, en este momento, la mejor oferta gastronómica de España, de Europa y del mundo.
Entre otras cosas, por la excelente relación calidad-precio de sus bares y restaurantes, por la variedad de opciones y por la posibilidad de tener a mano los mejores ingredientes, gracias al mercado central de abastos, Mercamadrid, a los mercados municipales, los supermercados, tiendas y boutiques.
Una oferta a la que se suma el cada vez más espectacular abanico de terrazas y azoteas, que han hecho de la ciudad una de las capitales más atractivas durante el verano y, prácticamente, todo el año.
No hay lugar a dudas, Madrid se está convirtiendo en un destino turístico de excelencia, y en un destino turístico-gastronómico absolutamente singular e, incluso, mágico.
Históricamente, la llegada del buen tiempo anunciaba la proliferación de terrazas en los bares y restaurantes de la ciudad, inaugurando así la temporada de verano. Ahora, es posible disfrutar de estos espacios al aire libre, incluso, en invierno (con los calefactores y las carpas pertinentes).