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Comer en familia, en restaurantes
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Rafael Ansón

La nueva gastronomia

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Comer en familia, en restaurantes

Se ha perdido la costumbre de comer en familia, al menos como se hacía antes. Hoy en día, muchos padres comen fuera de casa, no cocinan, y en la mesa solo hay platos industriales. Estamos a tiempo de recuperarlo

Foto: Comer juntos refuerza los vínculos familiares. (Drazen Zigic, Freepik)
Comer juntos refuerza los vínculos familiares. (Drazen Zigic, Freepik)

Desde siempre, la familia ha sido el ámbito en el que los niños aprenden y adquieren experiencias, modelos de comportamiento y valores. Una de esas experiencias vitales es, sin duda, aprender a comer.

Es verdad que se ha perdido la costumbre de comer en familia, al menos como se hacía antes. Hoy en día, muchos padres comen fuera de casa, no cocinan, y en la mesa solo hay platos elaborados e industriales. Además, se come rápido y con prisa, y las pantallas grandes o pequeñas, a menudo, sustituyen a las conversaciones.

Sin embargo, estamos a tiempo de recuperar las buenas costumbres. Porque comer en familia entraña grandes beneficios, y no solo en casa. También fuera, en los restaurantes, donde se pueden enseñar multitud de cosas a los pequeños y disfrutar todos juntos.

Los beneficios de comer en familia

Más allá de la nutrición o el placer, la comida es un acto social. Ya sea en el día a día o en momentos más especiales, nos reunimos en torno a la mesa para compartir nuestro tiempo con los amigos, con los compañeros de trabajo y, por supuesto, con la familia. Porque comer juntos fomenta la interacción, las relaciones sociales y la comunicación.

Por eso es importante dedicar tiempo a comer en familia, desde el desayuno hasta el almuerzo o la cena, ya que, de esta manera, se comparten experiencias, se refuerzan los lazos familiares y se transmiten valores, especialmente con los niños, que son auténticas “esponjas” a la hora de aprender.

Es el momento de probar nuevos alimentos, de conocer la cultura gastronómica, las tradiciones familiares y los platos. También, de entender las normas de conducta en la mesa y de educar el gusto, para adquirir hábitos alimentarios saludables que les acompañarán el resto de sus vidas. Incluso, pueden aprender a cocinar, si los padres lo hacen en casa.

placeholder Rafael Ansón con Paloma García en Filandón. (Rafael Ansón)
Rafael Ansón con Paloma García en Filandón. (Rafael Ansón)

Restaurantes en Madrid para comer en familia

Y, como decía, no tiene por qué ser solo en casa. En Madrid, concretamente, hay muchos restaurantes adecuados para comer en familia. Algunos de ellos ofrecen menús infantiles, con dos o tres platos que les gustan a casi todos los niños (aunque siempre hay que animarles a que prueben nuevos sabores). También hay lugares con zonas habilitadas para que puedan jugar mientras los padres alargan la sobremesa.

Un buen ejemplo es Filandón, que pertenece al Grupo Pescaderías Coruñesas y que dirigen admirablemente bien Paloma García y Félix García. El restaurante dispone de un amplio espacio y un jardín para que los niños jueguen. O lugares como El Oso, Berlanga, El Mesón de Fuencarral, Casa Carola y La Ancha.

También los hay de precios más asequibles, como Lamucca (el de Plaza de España tiene una zona de juegos para niños, con monitores), New York Burger o Mamá Campo.

Foto: Comer en familia, mucho más importante de lo que piensas. (Pexels/August de Richelieu)

También los restaurantes italianos suelen ser una buena opción, desde Don Giovanni o Più Di Prima, hasta Grosso Napoletano o Can Pizza. Y se pueden acompañar las pastas y las pizzas con diferentes ensaladas, incentivando el placer por las verduras.

Otra alternativa para los fines de semana es el brunch, con la ventaja de que ofrece un innumerable repertorio de platos para los pequeños. Es la ocasión perfecta para probar cosas nuevas que, habitualmente, no se elaboran en casa. Y, en muchos casos, el precio para los niños es más bajo.

En Madrid, hay muchos hoteles, de diferentes niveles, que ofrecen esta modalidad de comida, en un horario a caballo entre el desayuno y el almuerzo. Entre ellos, algunos de lujo como el Mandarin Oriental Ritz, The Westin Palace, el Santo Mauro, el Rosewood Villa Magna o el Intercontinental; y otros como el Only YOU de Atocha o el Café de la Ópera. También ofrecen brunch restaurantes como Picalagartos, el Jardín de Arzábal, Museo Chicote o la Taberna Madrí Madre.

placeholder Los restaurantes italianos son una buena opción para comer en familia. En la foto: espaguetis en Don Giovanni. (Rafael Ansón)
Los restaurantes italianos son una buena opción para comer en familia. En la foto: espaguetis en Don Giovanni. (Rafael Ansón)

Comer fuera de casa

Es importante que los niños, así como aprenden a jugar y a estudiar con otros niños en las escuelas y colegios, puedan tener la oportunidad de relacionarse con otras personas y en otros entornos, más allá del hogar. Con su familia, pero en un ambiente más complejo, donde es necesario aprender cómo comportarse con otras personas y desarrollar otras normas de conducta.

Comer fuera de casa es una magnífica ocasión para que la familia continúe transmitiendo experiencias y valores, en este caso, en torno a una mesa que puede ser la de un restaurante. Un lugar donde, además, se pueden generar anécdotas y recuerdos que perdurarán para siempre.

Desde siempre, la familia ha sido el ámbito en el que los niños aprenden y adquieren experiencias, modelos de comportamiento y valores. Una de esas experiencias vitales es, sin duda, aprender a comer.

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