La Andalucía de Chiquito

Desde hace 10 años, de forma periódica, en Andalucía las noticias se repiten con idénticas palabras. Desde hace 10 años, cada dos o tres meses, aparece un informe oficial de fiscalización en el que se reproducen las mismas acusaciones: la Junta de Andalucía concede subvenciones millonarias “con ausencia absoluta de todo procedimiento legal” y a empresas que ni siquiera reúnen los requisitos exigidos legalmente. Una vez, otra vez, otra vez… 10 años así.

¿Y saben qué ocurre? Pues que, por lo que se viene observando, esa reiteración casi literal de los casos, en los que solo cambian los nombres, ha provocado un efecto devastador para un sistema democrático: como es tanta la reiteración, los escándalos nuevos ya ni siquiera logran ser noticias relevantes porque, ciertamente, parecen páginas repetidas decenas y decenas de veces. Con lo que el Gobierno andaluz contesta con desgana o, simplemente, no contesta. Ya sea en el Parlamento o en las ruedas de prensa; no se considera necesario ni, por supuesto, comprometedor dejar que los asuntos se pudran sin respuesta.

El escándalo de los fondos Jeremie, por ejemplo, que es lo último que se ha conocido. Como queda dicho, sigue la secuencia de los casos anteriores, pero vamos a detallarlo. A consecuencia de la investigación de los ERE, las investigaciones policiales detectaron que los mismos vicios de legalidad que se apreciaban en aquel caso se reproducían en otros departamentos de la Administración andaluza.

De hecho, el esquema de funcionamiento era idéntico. Los fondos públicos se distribuyen desde una agencia paralela a la Administración pública, la Agencia Idea, es decir con personal contratado y ni un solo funcionario, con lo que no se encuentran reparos para prescindir del procedimiento legal. Eso es lo que pasó en los ERE y lo que ocurre ahora con lo fondos Jeremie (Joint European Resources for Micro to Medium Enterprises), que conceden la Comisión Europea y el Fondo Europeo de Inversiones para “facilitar el acceso a la financiación para las pequeñas y medianas empresas (pymes) a través de la utilización de los fondos estructurales”.

Cuando aparecieron esas nuevas ayudas europeas en 2009, en plena crisis económica, la Unión Europea aprobó para Andalucía, por sus pésimas circunstancias económicas, el mayor fondo de toda Europa, un total de 235 millones de los que la Junta de Andalucía solo tenía que financiar el 20%. ¿Y qué ha hecho el Gobierno andaluz con esos fondos, cuya vigencia se extiende hasta diciembre de este año? Pues lo de siempre, según la conclusión a la que ha llegado la Unidad de Delitos Económicos y Financieros de la Policía, la UDEF. Pasó el dinero a la Agencia Idea y de ahí a los proyectos que quiso, algunos tan extravagantes que cuesta trabajo creerlo: una película de dibujos animados.

En total, con la poca información que el Gobierno andaluz ha querido facilitar cuando le han preguntado, la UDEF ha analizado 17 proyectos que han sido subvencionados con más de 60 millones de euros y ha llegado a la conclusión de que en la inmensa mayoría han sido negocios ruinosos que ni siquiera reunían los requisitos para haber recibido las ayudas. “Es destacable -dice literalmente la UDEF- que de las 17 empresas que aparecen en el listado del referido documento, una es un empresario individual, dos tienen el domicilio social fuera de Andalucía -por lo que no serían seleccionables para el programa Jeremie-, una no tiene inscripciones en el Registro Mercantil desde 2010, y hasta el día de la fecha 10 han solicitado concurso de acreedores”.

¿Qué ocurre? Pues una vez más, que a donde no han llegado las ayudas ha sido al débil tejido productivo de Andalucía, que es al que iba dirigido y el que realmente lo necesitaba. Sí los recibió una productora, Kandor Graphics, para que participara en la película ‘Justin y la espada del valor’. Le dieron cinco millones de euros a pesar de que ni la producción audiovisual estaba contemplada en los fondos Jeremie ni la empresa en cuestión, dirigida por un ex alto cargo de la propia Junta de Andalucía, reunía los requisitos de solvencia financiera que se exigían. Nada nuevo, porque como reseña la policía, “este procedimiento ha sido observado en otras relaciones investigadas y de las que se ha dado cuenta en otros atestados”.

Tan pancho, dijo que “no existe en este momento ninguna resolución judicial que ponga en tela de juicio ni bajo sospecha la gestión de los fondos europeos”

Ayer, mientras repasaba la actividad del Gobierno andaluz en busca de alguna respuesta a este nuevo escándalo de la gestión de fondos, apenas hallé explicaciones, pero sí encontré como noticia destacada que la Junta de Andalucía ha concedido una medalla al gran Chiquito de la Calzada por su trayectoria profesional. Curiosa coincidencia. El humor de Chiquito, con legiones de seguidores en toda España, tiene la peculiaridad de haber creado un lenguaje propio que, en realidad, no dice nada. Palabras que no existen, meras conexiones de sílabas que carecen de sentido. En el Gobierno andaluz está ocurriendo algo parecido, por eso que se decía antes de que ya ni siquiera los escándalos aparecen como noticias; digamos que se han incorporado al lenguaje político andaluz las explicaciones en ‘modo Chiquito’ porque se ha llegado al convencimiento de que ni siquiera tienen que explicar nada. De ahí el delicado momento democrático al que se está llegando en Andalucía.

“¿Y qué piensa del último informe de la UDEF?”, le preguntaron ayer al portavoz del Gobierno. Y el hombre, tan pancho, dijo que “no existe en este momento ninguna resolución judicial que ponga en tela de juicio ni bajo sospecha la gestión de los fondos europeos” por parte de la Junta de Andalucía. ¿Lo ven? 10 años de escándalos repetidos y se asegura que la política de subvenciones ni siquiera está cuestionada… En lenguaje Chiquito, la respuesta no hubiera sido muy distinta: “Apitican, apiticander, jander. No puedorrr. ¡Hasta luego, Lucas!” ¿Por qué no lo nombran portavoz?