Elogio del rey republicano

Dices que la monarquía no te representa, que los tuyos fueron débiles en la Transición, porque decidieron olvidar y no exigir Justicia y yo, cansado, y casi abatido, al comprobar que no tenemos solución, solo se me ha ocurrido recordarte que en España tenemos un ‘rey republicano’. Sí, un rey republicano, y no vayas a pensar que la idea es mía, porque ese concepto no me pertenece. Antes que yo lo dijeron aquellos que tú consideras ‘de los tuyos’, con esa tendencia específica que tenemos aquí de trazar trincheras constantemente.

Es posible que en todas partes suceda algo parecido, que en todas partes existan bandos, pero es que aquí cavamos trincheras. Con lo cual, lo difícil es que algún día podamos sentirnos orgullosos de un éxito colectivo, ganado por todos, los que piensan como tú y los que opinan distinto. Orgullosos, por ejemplo, de la democracia que tenemos y de cómo la hemos conquistado. No, porque eso sería como salir de la trinchera y abrazar al de enfrente, admitiendo que existe un interés común. No, eso no se nos dará, que no… Sucede, a veces, con la selección española de fútbol, o con un partido de tenis en los que arrasa Nadal, pero nada más. Supongo que será oportunismo, como un orgullo repentino y ventajista. Una extravagancia más del deporte contemplado, fanatizado.

Lo del ‘rey republicano’ lo han dicho dos presidentes socialistas, Zapatero y Pedro Sánchez, aunque la idea inicial es de Santiago Carrillo, que fue hace muchos años el secretario general del Partido Comunista en España. Fíjate si hace tantos años, que Carrillo estuvo en el exilio, después de la Guerra Civil, y cuando se murió el dictador, se convirtió en uno de los protagonistas fundamentales de la Transición… ¿Que deje de darte la matraca con la Transición? Permite que me sonría, por favor, porque ciertamente, además de todo lo que te decía antes, otra cosa a la que nadie nos gana a los españoles es a darle lecciones al pasado, a nuestra historia. También en eso somos imbatibles, irrepetibles.

"¿Se cerró en falso la dictadura, no se debería haber celebrado un juicio a los militares y civiles implicados en crímenes en la guerra civil?"

En fin, que te hablaba de Carrillo, un comunista al que espero que no desconsideres por el ‘mero’ hecho que haber tenido que vivir tiempos muchos más duros que los que nos ha tocado vivir a nosotros. Hace años que se murieron Carrillo y muchos de su generación, pero no creas que no se plantearon las mismas preguntas que te haces tú ahora. A Carrillo le preguntaron muchas veces eso mismo que ahora se sigue repitiendo: “¿Se cerró en falso la dictadura, no se debería haber celebrado un juicio a los militares y civiles implicados en crímenes en la guerra civil española?”.

Por favor, presta atención a lo que contestaba: “Mire usted, para haber podido hacer algo así, hubiera sido necesario que en España existiera el Ejército de la República y no el Ejército Franquista, pero el Ejército que existía era el franquista y el poder político no tenía fuerza para juzgar, precisamente, a los que en aquel momento la tenían toda en sus manos. Allí, los jueces se hubieran convertido al final en reos, y había que impedir que buscando responsabilidades perdiéramos las posibilidades de restablecer la democracia. Ya sucedió algo así, en la Segunda República, y era algo que no debiéramos repetir”.

Léelo otra vez, si quieres, porque quizá sea necesario. La historia que vivimos no se parece en nada a la historia diseñada que se pretende escribir cuando ya ha pasado todo. En la Transición, la gente como él, que venía de vivir la Segunda República, lo único que tenía claro es que, por encima de todas las cosas, había que evitar un fracaso como aquel, en la República. ¿Te parece mal que hubieran optado por una democracia plena, en vez por un enfrentamiento civil para ajustar las cuentas del pasado, cuarenta años antes?

Para que Franco ganase la guerra fue necesaria la ‘colaboración’ de los republicanos, con una mezcla de sectarismo e inutilidad que no tiene precedentes

Todos parecen muy valientes, y muy inconscientes, cuando se colocan en las cunetas a los muertos de hace ochenta años. Pero Carrillo estuvo allí, ¿le vamos a dar lecciones? ¿Tú le vas a dar lecciones? Pero es que, además, nadie mejor que Carrillo tenía que saber que para que Franco ganase la guerra fue necesaria la ‘colaboración’ de los republicanos, con una mezcla de sectarismo e inutilidad que no tiene precedentes. La República, que tan necesaria era para la modernización de España, se despeñó por una pendiente de inestabilidad política (hubo hasta seis presidentes de Gobierno distintos en los tres años que duró la Guerra), de ineficacia y de vandalismo que acabó condenándola. Si los republicanos de la Transición transigieron con alguna renuncia fue con la de no repetir los trágicos errores del pasado.

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Con un ejercicio de pragmatismo impecable, admirable, socialistas y comunistas entendieron que la monarquía parlamentaria encarnaba, representaba y garantizaba las aspiraciones fundamentales de la República, de libertad, de igualdad, de solidaridad, de justicia. ¿Pudo ser de otra forma? Sí, pero el final que cuenta es que esta monarquía representa todos los valores a lo que aspirábamos; todo lo demás son símbolos.

“El rey ya no es el soberano por la gracia de Dios, es el pueblo. Con una República habría habido un presidente que se llamaría Adolfo Suárez, otro que se llamaría Felipe González y otro que se llama José María Aznar. Los problemas de fondo que tiene hoy España no son distintos a los que tiene la República Francesa, por ejemplo. Yo soy republicano, pero pienso que mientras no sucedan otras cosas, una monarquía parlamentaria como la que existe en España es una monarquía habitable”.

También eso lo dijo Carrillo, al que espero que no le pongas en duda su sentimiento republicano. ‘Una monarquía habitable’, ese es mi elogio de este rey republicano, mi respaldo. Piénsalo. La historia es la que pasa bajo nuestros pies, como si los tuviésemos metidos en un arroyo. No intentes detenerla nunca porque no se construyen embalses con el pasado; eso es agua estancada.