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El conciliador y las leonas, cinco claves de la legislatura andaluza
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Javier Caraballo

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El conciliador y las leonas, cinco claves de la legislatura andaluza

El Partido Popular ha estrenado su primera mayoría absoluta en el Parlamento andaluz este jueves, pero por el momento solo es posible anticipar algunos rasgos de lo que viene

Foto: Juanma Moreno, frente al salón de plenos del Parlamento andaluz, junto a sus diputados. (EFE / Julio Muñoz)
Juanma Moreno, frente al salón de plenos del Parlamento andaluz, junto a sus diputados. (EFE / Julio Muñoz)
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Cuarenta años después, el Parlamento de Andalucía se ha constituido con la primera mayoría absoluta del Partido Popular en esta tierra. En junio de 1982, cuando se inauguró la primera legislatura de la autonomía, el PSOE de Andalucía se estrenó en la Cámara andaluza con una mayoría absoluta abrumadora, 66 escaños de los 109 que tiene la asamblea regional, y aquella victoria contundente ya vaticinaba la larga hegemonía que vendría después. Eso, además de anticipar la victoria siguiente en las elecciones generales de Felipe González, en octubre de aquel mismo año.

Foto: El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno. (Reuters/Marcelo del Pozo)

Este jueves 14 de julio de 2022, el Partido Popular ha estrenado su primera mayoría absoluta en el Parlamento andaluz y, como ocurrió entonces, también espera que sea la antesala de una próxima victoria del presidente de este partido, Alberto Núñez Feijóo, en las próximas elecciones generales. Lo otro, la duración de los gobiernos conservadores en esta tierra, es otra cuestión muy distinta y, en gran medida, dependerá de lo que sea capaz de hacer, reformar y transformar el presidente Juanma Moreno en su segunda legislatura al frente de la Junta de Andalucía.

Foto: Juanma Moreno y Macarena Olona conversan en el interior del Parlamento de Andalucía. (EFE/Julio Muñoz)

Es verdad que la principal virtud política de este hombre es que ha sabido construir un sólido liderazgo transversal, de ahí los votos arrancados a izquierda y a derecha del Partido Popular en las últimas elecciones andaluzas, pero el tiempo político es muy distinto al de hace cuarenta años y los populares no cuentan en esta comunidad con la implantación territorial de los socialistas de entonces. En todo caso, por el momento, sólo es posible anticipar algunos rasgos, cinco claves políticas de la legislatura constituida en el monumental edificio del Parlamento andaluz, el antiguo hospital de las Cinco Llagas, una joya renacentista.

El presidente conciliador. La primera decisión de Juanma Moreno tras su abultada victoria electoral (58 diputados, casi el doble que el PSOE, con 30) ha sido la de poner al frente del Parlamento de Andalucía a su anterior consejero de Salud, Jesús Aguirre. Más que un nombramiento, es una declaración de intenciones que el propio presidente andaluz no ha ocultado: “Jesús Aguirre representa la Andalucía que yo quiero, con capacidad de diálogo para llegar a acuerdos con todo el mundo. Es una persona que sabe empatizar con los demás y que, además, dentro de la sobriedad y la seriedad que requiere esta institución, será capaz de aportarle frescura y simpatía, que es algo que nos vendrá bien a todos”.

Foto: Juanma Moreno, frente al salón de plenos del Parlamento andaluz, junto a sus diputados. (EFE / Julio Muñoz)

Moreno Bonilla, por tanto, pese a disponer de mayoría absoluta, quiere seguir cultivando el talante político abierto que aplicó con éxito en la anterior legislatura, cuando no tenía más remedio que llegar a acuerdos con otros grupos políticos para poder gobernar en minoría. Aguirre, a punto de cumplir los 67 años, es un médico de familia cordobés que jamás se había dedicado a la política. Su talante personal, cercano y dicharachero, le han convertido en un personaje singular aún en los peores tiempos, como los de la pandemia vivida.

Foto: El consejero de Salud, Jesús Aguirre, en Sevilla. (EFE)

La sombra esperanzada de Zoido. El líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, tiene un sueño: repetir en el Parlamento de Andalucía, frente a Juanma Moreno, lo que ya le sucedió en el Ayuntamiento de Sevilla ante Juan Ignacio Zoido, que entonces era alcalde y, posteriormente, ministro del Interior. Los populares, en 2011, obtuvieron en Sevilla la mayoría absoluta que no había conseguido nadie antes y, en tan solo cuatro años, la dilapidaron. Quien estuvo en la oposición entonces era Juan Espadas, que ya venía de un cargo de consejero en el Gobierno andaluz, y consiguió la Alcaldía contra todo pronóstico inicial.

El secretario general del PSOE quiere repetir la historia con una oposición socialista que supere los lastres del pasado

Ahora, el secretario general del PSOE quiere repetir la historia con una oposición socialista que supere los lastres del pasado, que van desde los escándalos de corrupción de los ERE hasta los enfrentamientos internos en el partido por el enfrentamiento de Susana Díaz con Pedro Sánchez. Espadas, esperanzado, quiere comenzar la legislatura nombrando un ‘gobierno en la sombra’ para marcar de cerca cada parcela del nuevo Gobierno andaluz. La clave, en todo caso, no estará ahí, sino en la confianza de que Juanma Moreno se equivoque de la misma forma que lo hizo Juan Ignacio Zoido.

La cara de vicepresidenta de Vox. Antes incluso de que comenzara la campaña electoral, el presidente de Vox, Santiago Abascal, lanzó su pronóstico en forma de bravata: “¡Qué cara de vicepresidenta se le está poniendo!”, dijo señalando a Macarena Olona. Luego subiría la apuesta a presidenta, porque los estrategas de la campaña se lo aconsejarían, pero la realidad era que ambos confiaban en un resultado electoral que les permitiera entrar en el Gobierno andaluz, igual que había ocurrido antes en Castilla y León. No sucedió. El PP obtuvo su mayoría absoluta y Vox quedó relegada en el Parlamento andaluz a un papel inferior incluso al de la anterior legislatura, en la que sus votos eran necesarios para el gobierno.

Foto: Macarena Olona en una rueda de prensa. (EFE/José Manuel Vidal)

Sin embargo, sí hay alguien de Vox a la que se le ha puesto cara de vicepresidenta, a una diputada por Almería, Mercedes Rodríguez Tamayo, que será vicepresidenta tercera de la Cámara. Ha sido la mayoría del PP quien le ha cedido ese puesto, que no le correspondía, y ahora la tesitura en la que se encuentra Vox es la de representar, desde ese alto cargo, a una institución autonómica de la que recela y a unos símbolos y referentes andalucistas, como Blas Infante, considerado en el Estatuto de Autonomía como ‘padre de la patria andaluza’, al que llama “lunático islamófilo”.

Por Andalucía y las dudas de Sumar. La coalición ‘Por Andalucía’ ha sido el primer experimento colateral ensayado por Yolanda Díaz, porque aún no se había presentado su plataforma, y el resultado ha sido desolador: de los 17 diputados con los que contaban se han quedado con sólo 5 escaños. La razón principal, además del escaso tirón electoral de esta nueva formación, es la división exponencial de la izquierda y las constantes pugnas internas por el poder. Esa coalición, de hecho, la forman más partidos que diputados tienen en el Parlamento andaluz: Izquierda Unida, Podemos, Más País, Verdes Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz y Alianza Verde.

¿Puede Díaz considerar lo ocurrido en Andalucía como un vaticinio de los problemas a los que va a enfrentarse con Sumar?

No ha comenzado aún la legislatura y ya ha habido quejas por parte del coordinador de Izquierda Unida en Andalucía, Toni Valero, por cómo ha quedado el reparto de escaños entre ellos. Además, ha culpado a Podemos del mal resultado por su forma de negociar “despótica” y el “bloqueo para llegar a acuerdos” por parte de los dirigentes nacionales, como Ione Belarra. ¿Puede Yolanda Díaz considerar lo ocurrido en Andalucía como un vaticinio de los problemas a los que va a enfrentarse con su plataforma Sumar? Es evidente.

Las leonas arrinconadas y felices. La anterior líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, está feliz, se la ve feliz, con la exigua representación que ha conseguido: solo dos diputados del Parlamento andaluz, la última fuerza política sin posibilidad, siquiera, de formar un grupo parlamentario propio. Pero la líder de Adelante Andalucía está pletórica porque ya no tiene que negociar su política con nadie de Podemos, ni de Izquierda Unida, y, además, está convencida de que acabará haciéndose con todo el espacio electoral que hay a la izquierda del PSOE.

Foto: Teresa Rodríguez, en un acto de campaña en Málaga. (EFE / Carlos Díaz)

“Seremos las dos leonas que hay en el escudo de Andalucía”, dice de ella y de su compañera, Isabel Mora. En el escudo de Andalucía no hay dos leonas, porque son leones, pero el juego de palabras es la esencia de esta fuerza política. Tanto que la diputada Isabel Mora se recreó tanto en su fórmula para prometer el acta (“por la soberanía del pueblo andaluz para que salga de su situación de dependencia y subordinación y bla, bla, bla…”) que se le olvidó acatar la Constitución y el Estatuto de Autonomía, con lo que debió ser anulado o ella amonestada por no respetar la fórmula legal establecida.

Cuarenta años después, el Parlamento de Andalucía se ha constituido con la primera mayoría absoluta del Partido Popular en esta tierra. En junio de 1982, cuando se inauguró la primera legislatura de la autonomía, el PSOE de Andalucía se estrenó en la Cámara andaluza con una mayoría absoluta abrumadora, 66 escaños de los 109 que tiene la asamblea regional, y aquella victoria contundente ya vaticinaba la larga hegemonía que vendría después. Eso, además de anticipar la victoria siguiente en las elecciones generales de Felipe González, en octubre de aquel mismo año.

Parlamento de Andalucía Juanma Moreno