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Matacán
Por
Zapatero and company, el clan lobista
Con Pedro Sánchez en el poder, se ha creado una red de influencias de exministros socialistas sin más principios ideológicos o éticos que el negocio y la cuenta de resultados
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La mayor escuela de lobistas europeos está en España y la ha creado el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que también fue secretario general del PSOE. Entre todos constituyen un clan lobista que sólo aparece en los medios de comunicación cuando se conocen sus cuentas anuales, siempre boyantes, o cuando trascienden detalles de sus alianzas ocultas y desvergonzadas. Tienen un único lema: “Vamos a llevarnos bien… lo que haya que llevarse”, siguiendo el literal de la frase de un legendario chirigotero de Cádiz, El Peña, fallecido al principio del milenio. Al clan lobista de Rodríguez Zapatero no le guían otros principios ideológicos y éticos que el negocio y la cuenta de resultados. Nos harían falta algunas comparativas sobre liderazgos en otros sectores sociales, políticos o económicos en la última década en España, pero podríamos apostar a que ningún otro lo supera en productividad y beneficios.
Nos referimos, obviamente, a aquello que sí podemos conocer porque, por la naturaleza de los negocios de este tipo, las influencias se ejercen a la sombra del poder político, sin que trasciendan. Lo normal, por tanto, será que cada noticia que trascienda no signifique más que una pequeña parte de lo que realmente sucede. Como nos dejó dicho Ben Bradlee, el mítico director de The Washington Post, en todo trabajo de investigación de un periódico, “hay que darle muchos bocados a una manzana para terminar sabiendo que se trata de una manzana”. En ocasiones, nunca se llega a conocer la fruta que se muerde, por múltiples motivos, aunque todos nos imaginemos de qué estamos hablando. Así que vamos a referirnos a algunos de esos mordiscos de lo que hemos denominado ‘el clan lobista’ de Rodríguez Zapatero.
Comencemos, por ejemplo, con la información que ayer facilitaba El Confidencial sobre la extraña alianza del expresidente socialista con un empresario de China, que estaba siendo vigilado por los servicios de inteligencia españoles por sus conexiones con los servicios de inteligencia chinos. El lobby que se creó gracias a la ayuda de ese empresario chino, de iniciales GATE Center, comenzó a funcionar desde el año 2022 y lo más llamativo es el tipo de sociedad que se eligió para constituirla, la que ofrecía más posibilidades de opacidad para ocultar las donaciones, como detallaba en su información mi compañero José María Olmo.
Muy poco después de constituirse, comenzaron a publicarse en España algunas informaciones sobre el intenso activismo que se ejercía para acercar la dictadura comunista china a los otros dos polos de interés del expresidente Zapatero, la Sudamérica bolivariana, especialmente Venezuela, y Marruecos. Como dijo Felipe González, su sucesor en la presidencia del Gobierno y en el liderazgo del PSOE, Rodríguez Zapatero, es hoy un reconocido lobista en Europa y en América para favorecer a países sometidos por “violadores de derechos humanos". ¿Volvemos a hacernos la pregunta de cuánto dinero puede moverse en esas transacciones internacionales de Marruecos o de Venezuela con China?
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El pionero de este clan lobista, quizá el que inició al expresidente Zapatero en estos negocios, fue el exministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Desde hace diez años, El Confidencial viene publicando distintas informaciones sobre la prosperidad del lobby de Moratinos y su absoluta ‘falta de escrúpulos democráticos’. Por ejemplo, cuando se desplazó a Guinea Ecuatorial, junto a Rodríguez Zapatero y el también exministro José Bono, para fomentar líneas de negocio en el régimen dictatorial de Teodoro Obiang. Desde enero de 2019, probablemente por la presión ejercida por el Gobierno de Pedro Sánchez, Miguel Ángel Moratinos es alto representante de Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones. En lo único que consta su influencia es en algunas de las visitas y encuentros entre España y Marruecos con los penosos resultados que todos conocemos para los intereses españoles.
El tercero de aquella mesa de la Guinea Ecuatorial de uno de los dictadores más longevos del mundo (lleva en el cargo casi 43 años) es José Bono. También está triunfando con una consultoría. Las últimas noticias que se han publicado sobre el expresidente del Congreso y exministro de Defensa hablan todas de su éxito empresarial. Resumen de titulares: “José Bono factura un millón a su consultoría tras lograr triplicar las ventas en un año”, “Los Bono se embolsan un dividendo de 400.000 euros con su inmobiliaria”, “Bono y su hija Amelia compran 5 casas en Toledo desde la oficina de un proveedor de Defensa”. Y todo así.
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Lo que no se encontrará en la hemeroteca es ni una sola declaración de Bono cuestionando o censurando ninguna de las medidas del Gobierno de Pedro Sánchez a favor del independentismo catalán, de los socios parlamentarios de Bildu o de la promesa de un ‘cupo catalán’ a Salvador Illa. De este antiguo látigo de los nacionalistas, ya no queda nada. Le pasa igual que a José Blanco, acaso el lobista más reconocido en España de todo el clan de Zapatero. Lo último que hemos sabido del exministro de Fomento de Rodríguez Zapatero es que su consultora, Acento, ha firmado “un jugoso contrato de lobby para defender los intereses de Marruecos en Bruselas”. ¿Otra vez Marruecos? Pues sí, otra vez Marruecos.
Todo sucede, además, a raíz de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Unión Europea que rechaza los acuerdos de pesca con Marruecos si este país no tiene en cuenta el consentimiento del pueblo saharaui. Es decir, que en Europa se sigue defendiendo lo que en España ya no se defiende, desde que Pedro Sánchez le cedió a Mohamed VI la soberanía del Sáhara. Lo lógico, por tanto, es que sea uno de estos lobistas del antiguo Gobierno de Zapatero, el que defienda ante la Unión Europea los intereses de los agricultores marroquíes. Porque como se decía antes, en este clan de lobistas no hay más principios ideológicos o éticos que el negocio y la cuenta de resultados.
La mayor escuela de lobistas europeos está en España y la ha creado el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que también fue secretario general del PSOE. Entre todos constituyen un clan lobista que sólo aparece en los medios de comunicación cuando se conocen sus cuentas anuales, siempre boyantes, o cuando trascienden detalles de sus alianzas ocultas y desvergonzadas. Tienen un único lema: “Vamos a llevarnos bien… lo que haya que llevarse”, siguiendo el literal de la frase de un legendario chirigotero de Cádiz, El Peña, fallecido al principio del milenio. Al clan lobista de Rodríguez Zapatero no le guían otros principios ideológicos y éticos que el negocio y la cuenta de resultados. Nos harían falta algunas comparativas sobre liderazgos en otros sectores sociales, políticos o económicos en la última década en España, pero podríamos apostar a que ningún otro lo supera en productividad y beneficios.