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La calle o las 10.000 cuentas de Twitter por las que el PP ejecutó a Casado
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Pilar Gómez

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La calle o las 10.000 cuentas de Twitter por las que el PP ejecutó a Casado

Los estados de opinión se crean en las redes sociales. Están dirigidos por usuarios falsos, pero al PP le ha bastado para justificar la moción a un líder que nunca quisieron

Foto: Pablo Casado. (Reuters/Juan Medina)
Pablo Casado. (Reuters/Juan Medina)
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'Clickbait' es una serie de Netflix que te encuentras entre los recomendados de la plataforma. No tiene ni unos actores ni una trama brillante. Es de esas que catalogaríamos como 'palomitera' con permiso de la RAE. Nunca le reconocería a mi crítico de cine favorito, Sergi Sánchez, que me la he tragado un domingo de sofá. El argumento principal es cómo las redes sociales pueden destruir la reputación de una persona con perfiles falsos que generan comentarios que los usuarios comparten cientos, miles y millones de veces y acaban imponiendo una realidad que supera a la verdad. La tragedia en el PP también se dirimió en las redes. Si analizamos los datos de cómo se comportó Twitter esos días, las conclusiones pueden darnos una clave más del hundimiento de Génova.

La secuencia de los 'trending topics' (TT) el jueves 17 de febrero es reveladora. El primer TT sobre la guerra sucia llevaba el nombre de Carromero y entró directo a la posición octava. Luego ya de madrugada a la 1:30 apareció el TT Teodoro y a las 5:30 y las 8:30 respectivamente los de Casado y Ayuso. Pese a que la audiencia digital en España a esas horas en su mayoría duerme, las tendencias se mantienen fuertes gracias a un tráfico internacional que las activa y mantiene. Sí, repito, tráfico internacional. ¿Pero quién puede estar interesado por el envenenamiento de Casado en un mundo global? ¿No son más atractivas las borracheras de Boris Johnson o la crisis de madurez de Macron? Las empresas que escudriñan en las entrañas del vomitorio público que son las redes tienen la respuesta: cuentas sociales que apoyan a Vox en más de 30 países mantuvieron la tendencia artificialmente durante toda la noche. El objetivo era generar tensión y aumentar la dimensión de una grieta que ya era un socavón. A las 15:30 14 de las 20 tendencias de España estaban relacionadas con la crisis del PP.

Foto: La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. (EFE/Javier Lizón)

En las redes se había creado un clima de opinión. En el partido los que buscan echar a Casado lo hacen bajo el argumento de “la calle no le quiere”. En la sociedad de hoy 'la calle' es Twitter y como en 'Clickbait' a nadie le preocupa si es real lo que allí pasa. El siguiente escalón del ejército virtual de Vox era entregar a Ayuso el puñal con el que dar muerte a Casado. El pueblo dará su veredicto a golpe de tuit. Solo hay que dirigir a la masa hacia donde uno quiere: #YoconAyuso y #Casadodimisión. Más de 10.000 cuentas operando y el todavía presidente del PP acabó devorado por los leones.

Los barones del PP se envolvían en el deseo de la militancia, la misma que había elegido en un reñido congreso a Casado

Las redes sociales son un acelerante del odio. Prenden la mecha y todo arde. Casado ha cometido muchos errores en la gestión de este pulso que le ha costado su carrera política. Un precio demasiado alto por adelantarse a su tiempo. Nunca un partido tardó tan poco tiempo en ponerse de acuerdo como lo ha hecho el PP para ejecutar a su todavía presidente. Desde los púlpitos se voceaba la presunción de inocencia de Ayuso (por supuesto), pero nunca escuché que nadie pidiera demostrar la culpabilidad de Casado. No había margen. Los barones del PP se envolvían en el deseo de la militancia, la misma que había elegido en un reñido congreso a Casado. Ellos eran la voz de los afiliados como Twitter es la de 'la calle'. Ni un minuto de reflexión. Los gritos de 3.000 personas frente a Génova ahogaron a los más de cinco millones de votantes que el PP tuvo en las últimas elecciones generales. El partido solo buscaba sumar seguidores. Casado era para 'la calle' un villano. Las redes habían hablado. No importa si es verdad, porque parecía real.

Posdata: nada ocurre por casualidad. Los presidentes autonómicos de peso nunca aceptaron el liderazgo de Casado. Jamás entendieron que ganase a Soraya Sáenz de Santamaría. Solo esperaban una coartada y García Egea se la brindó. El resto es ya historia.

'Clickbait' es una serie de Netflix que te encuentras entre los recomendados de la plataforma. No tiene ni unos actores ni una trama brillante. Es de esas que catalogaríamos como 'palomitera' con permiso de la RAE. Nunca le reconocería a mi crítico de cine favorito, Sergi Sánchez, que me la he tragado un domingo de sofá. El argumento principal es cómo las redes sociales pueden destruir la reputación de una persona con perfiles falsos que generan comentarios que los usuarios comparten cientos, miles y millones de veces y acaban imponiendo una realidad que supera a la verdad. La tragedia en el PP también se dirimió en las redes. Si analizamos los datos de cómo se comportó Twitter esos días, las conclusiones pueden darnos una clave más del hundimiento de Génova.

Partido Popular (PP) Pablo Casado
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